EL ABOGADO DE MI CORAZÓN

-Si no quieres no tomes. Le dijo Marcelo.

-No, está bien... Puedo quedarme contigo... Compartimos la cama. Le dijo Camila a Marcelo, mirando de manera intensa.

-Viste Marcelo... Ella se quiere quedar contigo. Le aclaro Gustavo.

-Bueno... Como decía... El tipo camino más rápido y se me prendió de un cachete con toda la mano... No es que solo nalgueo... Se prendio apretando. Le comentaba Camila.

-Es una manera de saber si la fruta esta buena... Si la sientes dura... Es que esta a punto caramelo... Blanda... Paso la caducidad. Comenta Gustavo y Marcelo le fulminaba con la mirada.

-Por lo que hizo... Me sobresalto y gire encajandole una piña en el centro del rostro y le rompi la nariz... Cayó de culo sobre la tierra. Se atajó la nariz puteando entre dientes.

-"Maldito desgraciado", le grité muy enojada. Se levantó sacando su identificación y agarrándome el brazo llevándome a la comisaria en su móvil. Mis amigas trataron de pararlo, pero no pudieron contra él. Todo el camino le dije de todo menos que era lindo. Él solo se atajaba la nariz con su pañuelo enojado... Estuve una hora sentada en la comisaria... Hasta que me liberaron... Y fue el abogado de mi padre que lo logro... No me acuerdo de como se llamaba... Regrese al hospital... Ya no fui a la Yerra... Se me fueron las ganas... Y no se imaginan a quien tuve que atender. Les consulto Camila.

-No me digas que al tanteador de frutas. Le consulto Gustavo. Y Marcelo puso los ojos en blanco, su hermano se hacia notar con Camila, siendo que es callado serio, restandole importancia a todo.

-El mismísimo... Y en mi oficio si no puedes atender a alguien... Debe haber quien te reemplace... No puedes dejar sin atención a nadie... Y solo yo estaba... Al verme, la cara que puso... Ja... Ja... Me le aproximé sin decirle nada... Le limpié la nariz... Y en un rápido movimiento le acomodé el tabique sin anestesia ni previo aviso... Pego un grito... Que habrán escuchado en martes... No le dirigí la palabra... Termine de curarlo y le entregue un remedio... Me salí de la sala a tomar aire... Si era por mí le rompía nuevamente. Concluye Camila.

-Si que eres brava... Prometo no hacerte enojar... No sea cosa que justo debas atenderme. Le dice riendo Gustavo, le habia gustado lo que le conto Camila.

-Voy a preparar café. Dijo molesto Marcelo y Camila se incorporo siguiendolo, al llegar a la cocina ella se le abraza.

-¿Qué sucede?. Estas muy serio. Le susurra en él oido y le besa el cuello.

-Gustavo se comporta asi cuando quiere hacerce notar con las mujeres. Le responde resoplando.

-Pues... Para mi solo hay uno a quien noto... Y ese eres tú... Y creo que tu hermano solo es hospitalario... Porque yo estoy contigo. Le dice brindandole un beso tierno. Por lo que Marcelo se le abraza por la cintura y la besa con ganas.

-Deseo tenerte siempre así... No concibo despertar sin ti. Le susurra sobre los labios Marcelo. Y camila le corresponde suspirando. Ella sentía lo mismo había reflexionado en que debía sanar su corazón, pero al recibir la llamada de Marcelo tuvo un impulso de ir a su encuentro sin pensarlo dos veces.

-CAMILA ... AQUÍ TENGO LA GUITARRA. Los interrumpió Gustavo al ingresar a la cocina y Marcelo le fulmino con la mirada.

"¿De dónde saco una guitarra?", se preguntó Marcelo.

-Oh... Bueno. Le respondió Camila sorprendida, sonriendo y se dirigió a agarrarla, era una en tono negra. Se encaminó a la sala y se sentó en una silla acomodando la guitarra en su regazo. - Mientras preparas el café. Le dijo Camila a Marcelo.

"¿Dónde la conseguiste?", le susurro Marcelo a Gustavo.

"Lo tengo y ya", le respondió alejándose de él.

Camila miró su celular y selecciono un tema.

-Lo voy a usar como guía... Casi no me acuerdo. Les dijo a los dos.

-Si querés nada más... No te sientas obligada. Le dijo Marcelo.

-Si no hay problema. Le respondió ella, suspirando y acomodando sus dedos en las cuerdas. Comenzó a sonar el tema en su celular y ella lo acompaño con los acordes que extraía de la guitarra, suspido pausadamente e inicio a cantar.

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A mi Corrientes pora

En donde te conocí

Correntinito y boti

De labios color rubí

Mi pena se hace canción

Cuando te quiero soñar

(" Es una caja de sorpresas". Le susurro Gustavo a Marcelo, mirandola extasiado. Marcelo solo asintio dejandose envolver por la voz de Camila que lo acunaba)

Y entonces mi corazón

Y el alma quieren cantar

Yo nunca sabré porque

Ni como llegaste a mí

En cambio, no olvidaré

La tarde que te perdí.

La tarde de nuestro adiós

Que te dije en aquel cantar que

Vivas siempre feliz

En mi corriente pora.

BAJO EL CIELO AZUL TE

RECORDARÉ

Nunca olvidaré dulce amar

De ayer y en la soledad

De mi noche cruel solo

Se cantar cariñito fiel.

🎵🎵🎵🎵🎵🎵🎵🎵

Si tienes alguna vez

Memoria de lo que fui

Acuérdate de un clavel

Y de una noche de Abril.

Acuérdate de un Jazmín

Acuérdate dulce amor

Del largo beso y después

Dos lágrimas y un adiós

No quiero decirte más

Mi Correntinito y Boti

Que yo me muero de amor

Y que mi amor eres tú

(En eso golpearon la puerta y atendió Gustavo recibiendo a su padre que al ver a la hermosa joven cantando sonrió al reconocerla, no dijo nada permaneció callado escuchándola)

Y que mi amor eres tu

Y si no puedo tener la dicha de

Verte más que vivas

Siempre feliz en mi

Corrientes pora.

Bajo el cielo azul te recordare

Nunca olvidare dulce amor

De ayer y en la soledad

De mi noche cruel solo

Se cantar cariñito fiel

Bajo el cielo azul te

Recordare

Nunca olvidare dulce amor

De ayer y en la soledad

De mi noche cruel solo

Se cantar cariñito fiel.

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Concluyo Camila con un acorde.

- BRAVO... BRAVO... AUN TIENES EL DON. Vitoreo el padre de los hermanos aplaudiendo con ganas. Camila lo miro sorprendida no se había percatado de su presencia y al reconocerlo se incorporó como si tuviera un resorte su silla y lo abrazo con ganas.

-¡Que gusto verlo!. Le dijo besándole en las mejillas y abrazándolo con cariño.

-Camila... Creciste... Aún me acuerdo de tus trenzas... Pero estas hecha toda una mujer... Una belleza... Vamos a tener que armarnos con tu padre para correr a los perros que te quieran tocar. Le dice el señor Prieto simpático.

-Usted siempre tan simpático... Siempre lo recuerdo con cariño. Le dice Camila. - Por cierto... El es el abogado que les contaba que me libero del problema con la policia. Les cuenta Camila a Marcelo y a Gustavo.

- Le contaste... Ja... Ja... Me acuerdo... La cara de ese policía. Le responde el señor Prieto. Marcelo y Gustavo lo miraban extrañados a su padre nunca lo vieron asi de animado y sonriendo.

-Cuéntanos como hiciste. Le dijo Gustavo al padre.

-Para eso trae unos tragos y una picada... La historia es divertida. Les dice por lo que Marcelo y Gustavo se dirigen a la cocina.

" Nunca lo vi así al viejo", murmuro Marcelo.

"Camila hace milagros, para que este asi de sonriente", le respondio en voz baja Gustavo.

Al regresar con lo que les pidio lo escuchan riendo ante lo que le contaba Camila.

- LO TUVE QUE CURAR. Le decia sonriendo.

-JA... JA... Con garrotazo se lo habras enderezado. Le responde sonriendomirándolaa muy atento.

-ES LO QUE ME HUBIERA ENCANTADO... PERO SE LO ACOMODE DE UNA SIN PESTAÑEAR... GRITO PEOR QUE UN CERDO EN PLENO. Le responde Camila.

-JA... JA... ESO ES LO QUE SIEMPRE ME GUSTO DE TI... COMO LO COMPARABAS CON LOS ANIMALES... TE ACUERDAS DE LA CHANCHA QUE ERA TU MASCOTA... HASTA A MI ME DOLIO SABER QUE ERA EL ALMUERZO ESE DIA. Le comenta el señor Prieto.

-Si, pero muy bien que saboreo hasta las costillas... Yo no pude probar bocado... Me dolio el alma... Me habia encariñado mucho... Yo le di la mamadera desde que nacio... La crie a base de leche y la mejor comida. Le contaba Camila.

" Nunca lo vi siquiera hablar tanto asi", le susurro Marcelo a Gustavo.

" Nos dirige la palabra solo para hablar de los casos", le dijo Gustavo.

-SI... SE NOTO LA SUAVIDAD Y LO DELICIOSA QUE ESTABA. Le comenta divertido y camila le palmeo la mano diciéndole.

-Que malo.

-PERO TE COMPRE UNA PIZZA ESE DIA...¿ TE ACUERDAS?... Y UN POTE DE HELADO PARA VOS SOLA. Le dice el señor Prieto.

"No te parece que la trata con mas cariño", le consulto Marcelo a Gustavo.

"Si, no deja de mirarla", le responde y cierto vichito de celos se les colo en el pecho.

-PADRE... LAMENTAMOS MOLESTAR... LA CHARLA AMENA... PERO A QUE SE DEBE TU VISITA. Le consulto Gustavo interrumpiéndolo, el señor Prieto los miro como regresando a la realidad y se puso serio para hablarles.

" Es su padre", penso Camila, como recién enterandose de ello.

-Cierto... Me agrado tanto volver a verte Camila... Que olvide la verdadera razón de mi visita... Venia a ver a Marcelo... Se presentó un caso... De un cliente en el interior... Te venía a decir que te ocupes... Yo debo atender otro... Y voy a necesitar tu ayuda Gustavo... Uno que esta re jodido... Se le metieron a robar en la casa... Y en vez de sacar a los delincuentes afuera y que parezca una gresca en la vía pública... Algo fácil de arreglar... Los cago pegando en su casa... Perdón Camila por la expresión... Pero me da bronca... Porque me llamo consultando que hacer y le dije, pero no lo hizo... Y le dije que no lo denuncie... Pero lo hizo... Y ahora salto que su exmujer lo había denunciado por agresión doméstica... Cosa que él niega... Que ella solo lo invento... Y ya ves eso me tiene en vela para ver como sacarlo del apuro... Tiene todos los puntos en contra. Comenta el señor Prieto.

Marcelo y Gustavo lo miraban atónitos; su padre jamás comentaba los casos ante nadie, todo lo discutía en la oficina a puertas cerradas, pero ante Camila se comportaba diferente, más suelto, más sonriente y se disculpaba con ternura por ser grosero en sus expresiones, siendo que con ellos era todo lo contrario, severo y recto al dirigirse a ellos.

-Bueno... Mañana podemos discutirlo en la oficina. Le dice Marcelo, pero su padre dejo de prestarle atención.

-Camila... ¿Cuánto tiempo te quedas?... ¿Estás en lo de tu padre?. Le consulto el señor Prieto.

-Unos días... Debo terminar unos trámites... Iré a terminar mi capacitación en la capital del país.

-Espero que sea cardiología... Con tu belleza más de uno tendrá taquicardias. Le dice divertido y ella sonríe.

-Ja... Ja... Que ocurrencia... No... En traumatología. Le responde Camila.

-Y estoy en un departamento... Sabe que mi presencia en la casa de mi padre no es bien vista por Margaret. Le comenta como cuchicheando.

"Parece que estamos de más aquí", le susurro Gustavo a Marcelo.

"Se ve que nuestro padre la conoce de siempre", le dice Marcelo.

-No le hagas caso a esa mujer... Es cruela de vil. Le responde el señor Prieto a Camila que ríe al escuchar como llamo a su madrastra.

-Padre jamás nos contaste de ser cercano a Camila. Le dijo Gustavo serio.

- Más que cercano... Le tengo jurada gratitud eterna... Ella salvo mi vida... Un día que fui a ver a un cliente en el interior sufrí un bajo de presión al estar conduciendo y sufrí un accidente... Al abrir los ojos me encontre con un bello angel mirandome directo a los ojos que me sonrie y acaricia la cara... Diciendo... " Te vas a mejorar... Yo cuidare de ti"... Y asi lo hizo... Todo el tiempo estuvo a mi lado... No solo me hacia las curaciones... Me cantaba... Contaba anécdotas... Jugaba ajedrez conmigo... Cuando me recupere averigüe quien era... Y me enteré de que era la hija de mi cliente... Una persona maravillosa y solidaria. Le cuenta el señor Prieto con una sonrisa en los labios.

-JAMÁS NOS DIJISTE QUE SUFRISTE UN ACCIDENTE. Le dice Marcelo sorprendido.

-Ustedes siempre estaban en sus cosas... Cuando les quise contar... No me prestaban atención... Metidos en sus problemas. Le comenta el señor Prieto. - BUENO CAMILA. Le dice suspirando y la abraza dandole un beso en la mejilla. - Debo irme... Me alegraste el dia... Cuidate de estos dos... Especialmente de Gustavo. Le susurra.

-Son muy educados y amables... Los crio bien. Le respondio Camila.

-Mas le vale... O estaran en problemas. Le dijo mirandolos serios.

-Padre no nos contaste como hiciste para sacarla de la carcel. Le recuerda Marcelo.

-Ah... Si... SOLO PLANTE LOS HECHOS... Y PRESENTE LOS ARTICULOS QUE NO LE BENEFICIABAN AL POLICIA. Le responde despidiendose.

-BUENO... YO TAMBIÉN ME VOY... ME DIO SUEÑO. Les dijo Camila.

-Deja que te acompañe. Le dijo Marcelo.

-Si me acompañas... Lo menos que voy a querer hacer es dormir. Le responde Camila en el oido.

-No se diga más... Te acompaño. Le dijo Marcelo ingresando a buscar su abrigo. Justo se largó una fuerte lluvia, mientras esperaba en la entrada Camila.

"Fue a fabricar el abrigo", se pregunto Camila.

-Al parecer... Te tendrás que quedar. Le dice Gustavo mirando la lluvia.

En ese momento Marcelo habia recibido una llamada de un cliente que tuvo que atender.