Vendida A La Mafia Rusa

Durante el transcurso llegaron a mi mente los recuerdos del pasado, Eduardo y yo habíamos peleado brutalmente, ese día que jure olvidarlo pero ahora apareció de nuevo.

Omar y Máximo estaban hay, no dejaron que usaramos armas, fue una pelea limpia, pero la suerte estaba de mi lado, estaban bien entrenado, Eduardo estaba más lastimado que yo y era seguro que si yo lo deseaba lo podría matar, pero en el último momento sus palabras me detuvieron.

Eduardo: Somos como hermanos, eso es más fuerte.

Alan: como te atreviste a hacerle eso, según tu éramos como hermanos, sabías cuanto la amaba, sabías lo importante que era para mí, te conté que le pediría matrimonio.

Eduardo: ella fue la que me busco, me dijo que yo le interesaba, soy tu hermano, pero soy hombre, me deje seducir.

En mi mente no estaba claro, si el la busco o ella, pero sus palabras y los recuerdos de la infancia me segaron, lo perdone y olvidamos la pelea, pero nunca olvide su fechoría, a pesar de todo ya no confiaba en él.

La voz de seis me hizo volver a la realidad, voltee por la ventana y habíamos llegado, estábamos frente a la casa de Eduardo.

Baje del auto y me dirigí con tranquilidad a la casa, toque el timbre y una sirvienta de aspecto atractivo me abrió, usaba un vestido negro ajustado con un delantal blanco, el siempre tenía esos gustos.

A: Bienvenido señor, el jefe se encuentra en su despacho, le avisaré que llegó(avanzo por el pasillo y desapareció en el fondo después de un rato, me dijo que podía pasar.)

Me adentre por el pasillo hasta el despacho, toque y la voz de Eduardo me indico que podía entrar. Abrí la puerta y entre, Eduardo estaba sentado del otro lado del escritorio, me miro con una sonrisa de superioridad que hizo que la sangre me hirviera, me senté frente a el.

Eduardo: hermano, bienvenido, estás aquí por las fantásticas noticias, me enteré hace una hora.

Alan: que noticias?

Eduardo: Que no te llamo Omar, me dijo que la bomba fue un éxito, los Black se fueron directo al infierno, dice que solo queda vivo uno y el socio misterioso que te vendió, pero tardé que temprano lo vamos a encontrar.

Alan: bueno, un problema menos, pero a lo que vengo es diferente.

Eduardo: necesitas algo, solo pídelo.

Alan: Quiero que me digas cómo estuvo la cosa con Miriam, he esperado mucho para saberlo.

Me miro con seriedad, no esperaba que sacará a Mirian de nuevo y menos que lo cuestionara por el pasado.

Pero Miriam fue mi amor cuando empezamos en esto.

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(Contexto, como nuestros jefes llegaron hasta la su poder)

Nosotros entramos a trabajar para un mafioso importante, el más grande y poderoso de Rusia, el controlaba todo, desde drogas, armas, explosivos hasta el mercado negro, era un hombre mayor, se llama Octavio, nos contrato como sus guardias las 24 horas , pero al pasar el tiempo, nos empezó a guardar cariño, era un hombre solitario que había perdido el interés en las mujeres, nos empezó a considerar como sus hijos, apenas éramos unos adolescentes, pero todos nosotros destacamos de alguna manera en sus negocios, Omar se convirtió en un experto en explosivos y bombas, Maximo era excelente manejando el mercado negro y las ventas, Eduardo era un as con las armas y yo destaque en la creación y producción de drogas, durante 5 años nos encargamos de controlar su mafia, hasta que un día, mientras regresaba de un viaje de negocios, fue asesinado por el más joven de los Black.

Fue un momento espantoso, llegué apreciar mucho a Octavio, me dolió su perdida, pero me sorprendió que en su testamento, dividió su gran mafia en cuatro, nos dió un área cada uno y así fue como me convertí en uno de los cuatro Jefes de la mafia.

(Fin del contexto)

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Mariam fue una sirvienta en la casa de Octavio, era muy bella, tenía el cabello pelirrojo, los ojos color miel, me pareció tan linda, que no pide evitar enamorarme de ella, se convirtió en mi novia tan rápido y pasamos noches perfectas a su lado. La amaba mucho, todos lo sabían, hasta les conté que le pediría matrimonio.

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Eduardo: Creí que ese tema estaba en el pasado.

Alan: hay cosas que no se olvidan, dime cómo estuvo.

Eduardo: ya te había dicho que ella me sedujo.

Alan: sabes que no creo esa historia, hablame con la verdad.

Eduardo: esa es la verdad

Alan: dime qué pasó, más te vale que hables por las buenas. Ella me amaba al igual que yo a ella.

Eduardo: Bien, Miriam no me sedujo, yo la arrastre conmigo, era una mustia de lo peor, la quise conquistar, pero se negó, según te amaba tanto.

Alan: eres un miserable, lo dices con tanto cinismo

Eduardo: estoy cansado de actuar como tú hermano, de hablarte con hipocresía, te odio, te he odiado desde que éramos niños. Y si quieres saber que le hice a la estúpida de Miriam y a tu nueva protegida te lo contaré

Alan: que diablos le hiciste Ann( dije con irá)

Eduardo: La tonta de Mariam llegó a la casa principal, estaba usando un vestido rojo ajustado, lucía tan deliciosa en el, me preguntó por tí y un plan apareció en mi mente, te quitaría lo que más querías, me molestaba que tú tuvieras todo, hasta Octavio te estimaba más que a mi, te entrego más fuerza y poder y eso me hacía odiarte aún más . Le dije que había una junta y nos encontraríamos en la casa del este, claramente era mentira, cuando llegamos, la tomé entre mis brazos y la quise besar, la estúpida se negó y me dijo que solo tenía ojos para tí, eso me lleno de irá, le metí un golpe que la hizo caer, la arratre hasta mi habitación especial.

Alan: eres un maldito demonio despreciable

Eduardo: cállate, tú querías saber.

Le arranque la ropa,la amarre en la cama y la penetre sin chistar, no te imaginas lo deliciosa que estaba, disfrute cada momento, cada grito de su boca pidiéndote que la salvarás, cada vez que tu nombre salía de su boca me hacía sentir superior, la viole varias veces, pero no soporto mis juguetes, se desgarro con un dildo y murió desangrada

Alan: maldito dijiste que ella te busco, tú la dañaste y ultrajaste hasta que murió ( dije con lágrimas de irá en los ojos)

Eduardo: como fuiste tan tonto para creer en mi, además no era tan deliciosa como Ann

Alan: maldito miserable que le hiciste a Ann

Eduardo: la tomé, fue aún más placentero que con Miriam, lastima que tú protegida estaba inconsciente, me hubiera encantado verla sufrir y pedir ayuda como a Mirian.

La irá me segó, era un ser horrible y ruin, ese miserable había matado a Miriam y había violado a Ann, está vez no me detendría, no importaba si yo moría, si lo arrastraba conmigo.

Me levanté y me abalance contra el, lo derribé y empecé a golpearlo, lo mataría si era posible, seguía golpeándolo, hasta que sacó una navaja , de dónde no lo sé, pero pude sentir como cortó mi costado, cai al suelo y vi como ese maldito se ponía de pie e intentaba escapar, tome el arma de mi saco y le dispare, fue un disparo certero, que atravesó su hombro, cayó al suelo en el pasillo.

Con dificultad me puse de pie y agarrándome de las cosas llegué a la puerta, estaba tirado en el pasillo, le apunte con el arma, seguía vivo y era hora de que terminara con esto, frente a mi apareció Cuatro, seis y los guardias de Eduardo, me miraron sorprendidos, esperando a que actuará pero una punzada de dolor me tiró al piso, mi costado estaba lleno de sangre.

Tire el arma, cuatro y seis me sacaron cargando y no pude acabar con Eduardo, sus guardias llamaron a la ambulancia y los míos me subieron al auto en dirección a mi casa, ese maldito merecía morir, había violado a mi amada Ann pero ella nunca lo sabría, prefería que pensará que eran horribles pesadillas que una horrible realidad.

En el trayecto empecé a mirar borroso y caí inconsciente.

"Ahora saben que fue lo que Eduardo le hizo a Alan antes, le quitó a su primer amor, había violado a su amada Ann y Ahora ambos estaban heridos, pobre de Ann cuando vea a Alan así"