Alma, acostumbrada a tener siempre lo que quiere, exitosa en los negocios, la Piedad no está en su vocabulario, nadie se mete con ella, solo alguien tuvo la valentía de hacerlo y pagara las consecuencias, perderá lo que más quiere.
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RECUERDAME
Al caer la noche, Alma esperaba a su esposo, hoy sucia sexy y atrevida, ordenó al personal de la casa que los dejara solos, por lo que la casa estaba sola para ello, al escuchar el sonido del vehículo acercarse a la mansión ella quería recibirlo en la entrada.
Abrió la puerta principal, cuando Bastian caminaba hasta la entrada quedó impresionado por como lucia, era igual que ver a la Alma de hace un año, imponente y sexy hasta la médula, ella sonreía pero no era esa mirada dulce, pero a él le seguía gustando todas sus facetas, tal vez ella quería experimentar cosas nuevas, según el mensaje que ella le había enviado, le tenía una sorpresa preparada.
- Esposo, al fin llegas estaba impaciente por verte.
- Amor... Yo igual, perdón por irme así por la mañana, pero te juro que tomaremos unas vacaciones pronto para irnos de luna de miel, ¿qué te aparece?
- Me encanta esa idea, para recordar la primera vez que nos casamos, ¿verdad?
- Por supuesto amor. Le contesto él, Ella lo tomo de la mano, no le dio su beso de bienvenida, pero él la atrajo, para dárselo el mismo el no podía dejar de tocar sus labios, ella no se lo permitió.
- No seas travieso, espera un poco, vamos a la mesa.
Él le tocó la nariz, frustrado porque ella era la dominante está noche, eso lo tenía emocionado. La mesa estaba llena de deliciosa comida sopas, mariscos, frutas y postres, parecía una celebración especial, realmente él era un hombre afortunado, él amor de su vida, es perfecta, Él quería hacerla feliz a toda costa.
- Amor y ¿que estamos celebrando?
- Nuestro amor sincero y eterno, quiero que cada día de nuestras vidas la vivamos como si fuera el último, quiero devolver todo lo que haces por mí, cada día a tu lado es maravilloso, y si no puedo recordar nada de mi pasado, pues debo crear nuevos recuerdos con el amor de mi vida.
La cena transcurrió en armonía, Bastian le contaba sobre su día y sobre los proyectos que vendrán pronto, ella solo lo escuchaba, le daba de comer en la boca, siempre expresando lo maravillosos que era, luego que terminaron de comer, él la llevo hasta la sala donde tomaron varias copas, él quiso hacer un brindis, por su unión.
- Amor... Quiero brindar por hacerme inmensamente feliz, quiero pasar toda mi vida a tu lado hasta hacernos viejitos.
- Salud por eso. Fue lo único que ella dijo, él quiso besarla nuevamente, pero ella se levantó y saco de una gaveta, un retrato, de doble imagen, estaba la imagen de su primer "matrimonio con Bastian, vestida de blanco y en la otra, están la de hace unos días, vestida de rosa la gran sonrisa en su rostro mirándose al mismo tiempo, era una imagen inigualable, muy diferente a la primera foto, el corazón de Bastian, se contrajo al ver el contraste de esas imágenes, la primera era un montaje que él creo, y la otra era real, el amor era evidente entre ellos, él la vio ponerla en el entro del salón, para que todos la puedan ver.
- ¿Te gusta amor? Le pregunto ella.
- Claro que sí.
Ella se acercó a él, y está vez le dio un beso, tan intenso que lo dejo sin aire, ella lo llevaba hasta la habitación quería que pasaran la velada en la intimidad de su alcoba, estando allí, ella tomó en control de la situación y lo arrojo a la cama, él estaba extaciado, está mujer lo volvía loco en todos los sentidos, el intento tomarla por la cintura, pero ella lo esposo con gran agilidad, sus manos quedaron amarradas en la cabecera de la cama, ella bajo y camino hacia el espejo, tomo un lápiz labial color rojo pasión, y le ddiocolor a sus carnosos labios, le gusta lo que veía, poco a poco fue quitándose las prendas que llevaba puesta hasta quedar en lencería, era de color negro haciendo lucir como una Diosa del deseo.
Camino con sensualidad, meneando sus caderas, tomo una vela y la encendió, dejándola en la mesa de noche, la luces aún seguían encendidas, ella quería que él mirara todo lo que ella le tenía preparado.
Subió hasta su pecho y arranco la camisa que este llevaba puesta, él estaba asombrado por sus acciones, bajo su pantalón y quedó completamente desnudo ante ella, su amigo estaba que quería reventar, se movía para todos lados con desesperación.
Tomo la vela y el líquido caliente fue arrojado sobre su pecho a lo que él respondió con un grito de dolor.
- Ahhh... amor... Eres muy mala, no sabía que esto te gustaba.
- ja, ja, ja. Se escuchó una risa siniestra.- ¿Me conoces Sr. Bastian Grey?
- Conozco tu corazón.
Ella guardó silencio y acaricio el pecho del hombre que estaba rojo por el líquido caliente, lo beso mientras movía sus caderas, se posiciona en su hombría,éll disfrutaba con cada movimiento, ella saboreaba sus labios y un mordisco dejo en ellos, haciendo que un poco de sangre saliera, ella pasó su lengua, probando ese sabor, lo miro los ojos, esos ojos color avellana, no había duda que él era su debilidad, lo amaba con cada cédula de su cuerpo y entonces una lágrima se derramó, ella se movía con agilidad y los gemidos resonaban en el lugar, sus movimientos bajaron la intensidad después que los dos desahogaron su deseo, habló y su respiración era agitada cuando ella pronunció algunas palabras mirándolo fijamente.
- Te has divertido conmigo...
- Alma... ¿Que dices?
-¿Pensabas mantenerme escondida del mundo? Viviendo una mentira, solo quieres una mujer sumida y débil, pero esa no soy yo.
El abrió los ojos, sabía que algo extraño pasaba con ella, pero no pensó que recordara todo en esta noche.
- Alma... Amor... Para todo hay una explicación.
- Lo sé... Me amas, pero no es suficiente para mí, nunca seré la mujer que tú deseas, mi corazón murió esa noche, igual que mi hijo, y no puedo vivir en un mundo de fantasía, cuando mis enemigos se regocijan con mi dolor.
Ella se levantó se tomó unas pastillas, no quería hijos, durante este tiempo le insistió a Bastian por agrandar la familia, pero ya no era su deseo, se vistió y le dio una última mirada a su amor, él estaba inmóvil en la cama, mientras ella estaba a punto de salir.
- ALMA... El grito y ella se detuvo sin mirar dándole la espalda. - amor... No me dejes, solo quiero que seamos felices.
- Lo seré, cuando mis enemigos paguen por sus acciones, pero tú no mereces ser arrastrado por mis desgracias, eres mi debilidad, nunca he creído en el amor, y no lo haré ahora, saldré por esta puerta y será la última vez que nos veamos.
Ella salió, sin mirar atrás, lo escuchaba gritarle, suplicando por su amor, ella lloraba sin parar, pero no sé detuvo, esta vez salió sin que nadie la detuviera se encargó que no la siguieran, tomo el primer avión hasta Noruega- Oslo, allí estaba el origen de sus males.
En la habitación, Bastian con todas sus fuerzas desarmar la parte superior de la cama, aún tenía las esposas atadas a sus manos, junto con una parte de la cama, gritaba, pero nadie podía escucharlos, con torpeza bajo las escaleras, se encontró con una escena, sabía que Alma era muy inteligente, tenía todo fríamente calculado, todos los del equipo de vigilancia están tendidos en el piso, dormidos, parece que los habían drogado nadie respondía, igual que la servidumbre, los suyos tenían las llantas pinchadas, llegó hasta un cuarto donde había labores de reparación y encontró una cortadora eléctrica, como oído logro cortar las esposas, el aún desnudo por toda la casa se paseaba, levantado a los inútiles del equipo de seguridad, pero ninguno respondió, Tuvo que esperar a que amaneciera, ella cortó todo sistema de comunicación y no podía llamar a nadie para que fueran a recogerlo, estaba realmente asustado por ella, tenía miedo que la lastimaron de nuevo y está vez no pudiera escapar de allí.