Mi Bella Mentirosa.

(Jazziel)

—Jazziel, come un poco más amor, anoche casi no cenaste, por estár pensando en el Italiano que besaste; estoy seguro de que tambien El, a de andar en la misma luna.—Me dice Papá.

—Papi Olvídate de eso, quizá ni siquiera se acuerde de mí.

Gracias por el desayuno, mira ya me comí todo... Tengo que irme.—Le digo y me despido de El

Salgo como siempre con prisa a la Universidad.

Otra vez me levante tarde, pero ahora si tengo una buena escusa y es el hecho de no haber podido dormir lo suficiente.

Pero es que Alex no sale de mi mente, desde hace 15 días. ///Alex Villavicencio///

Mi Caballero guapo; recuerdo que el día que lo conocí, al llegar a casa, le conté a Papá todo lo que había pasado, le conté sobre Anacleto o es decir Alex, Papá moría de la risa, al escuchar el nombre que le puse a mi súper héroe, después se mostró muy agradecido con Alex, tanto que me ha dicho que si algún día lo vuelvo a ver, lo invite a casa a comer; lo único que no le he dicho a Papá es que Anacleto es un poco mayor, pero eso no le quita lo caballero.

Papá, también se quedó muy preocupado, por el hombre vulgar, maleducado, de quien Alex me defendió.

Está tan preocupado, que le pidió a mis Primos Sebastián y Santiago, que mientras me compra un auto, me lleven de la universidad al trabajo y del trabajo al autobús.

Para que no camine sola por esas calles.

Así que ahora me llevará Santi, ya que se están alternando para llevarme.

Mis primos tienen más de 10 años viviendo en Italia, se vinieron a estudiar a una prestigiosa universidad de Milán y decidieron quedarse, se enamoraron y se casaron, con unas preciosas, mujeres Italianas.

Es así, como nos ayudaron a venirnos, con toda nuestra documentación en orden.

Así que son unos verdaderos hermanos para mí.

Sé que ellos me ayudan con mucho gusto, pues también se preocupan, porque me aman, soy su única prima mujer y me tratan como si fuera su hermana menor al igual que a Maxito.

En la noche me recogerá Sebas, y me llevará al autobús ya dentro de mi transporte, no hay ningún riesgo.

Las horas clase pasan muy rápido... Ya estoy aquí esperando a mi Primo Santiago.

Cuando veo que viene le hago señal de parada, el cómo siempre tan atento conmigo, tan caballeroso, baja a saludarme y abrirme la puerta

—Hola Princesa.

—Hola Santi. ¿Cómo estás?—Le digo dándole un beso en su cachete.

—Sabes que solo a ti te permito el Santi, ¿verdad?.—Me dice mi primo con una cálida sonrisa.

Ya que nunca le gustaron los diminutivos.

Pero, para mí, Él es Santi y su hermano Mayor es Sebas.

—A mí y a tu esposa, Primito.—Le digo sonriendo, mientras el niega con la cabeza.

—Mañana te llevaré a ver tu nuevo auto.

Fue excelente que sacaras tu licencia de conducir antes de venir a Italia.

Sé que mi Tío Max, no está muy a gusto con la idea que manejes, y es por lo que pasó con Elizabeth, pero aquí en Italia, hay menos borrachos manejando, tú solamente debes manejar con mucha precaución.—Me dice, ya cuando vamos en marcha.

—Si Santi así lo haré.

Gracias por ayudarme con lo de mi auto

Después de unos minutos de camino y platica, llegamos a la cafetería.

Santi es todo un caballero, siempre se baja a abrirme la puerta, y aparte de caballero es guapísimo, no es por nada, pero estos mis primos son bellos.

Santi es, alto, cabello negro y con su sexi barba a cualquiera le saca suspiros.

Mi primo, trabaja en un despacho donde le llevan la contabilidad a una famosa casa de Moda llamada Gucci, El es auditor contable.

—¿Y como vas con tus diseños, Prince?.

Sabes que algún día tendré una oportunidad y te voy a recomendar, así que debes esforzarte, por aprender y ser la mejor, OK.—Me dice y me emociona mucho oírlo.

—Claro que si Santi, mira te mostraré algunos.—Le digo orgullosa de mis diseños.

Le muestro, algunos diseños a mi Primo, él me felicita y me dice que se ven muy buenos.

En eso veo la hora y me despido, pues no me gusta cambiarme de ropa a la carrera, ya que aquí se usa uniforme para trabajar.

—Bueno Princesa, Sebastián vendrá por ti.

Por favor cuídate y no andes besando sapos por allí,

—No primito, yo solo beso príncipes, —Le digo dándole un beso en su cachete.

Entro a la cafetería tengo 35 minutos para arreglarme y empezar mis labores.

Despues de cambiarme mi ropa, mi horario inicia, y estoy lista para empezar, la verdad este trabajo no es para mí, no es que haga de menos a la gente que trabaja de mesera o atendiendo en cualquier lugar, claro que no, todo trabajo es bueno, mi Madre decía mientras sea un trabajo decente, todo dignifica.

Pero esto no es lo mío.

Yo quiero estár en una mesa dibujando, mis diseños, quiero ir a un parque inspirarme, yo quiero conocer telas, colores, texturas, trabajar con tijeras, hilos, accesorios, zapatos; sii eso quiero, pero mientras debo tener paciencia y trabajar aquí.

Salgo a atender a la primera mesa. Y como siempre viendo todo a mi alrededor, me encanta ver la gente como viste y como combinan sus prendas y sus accesorios, voy en mi mundo hasta que...

—Buenas tardes, les puedo tomar su Or...

Quedo, en silencio total, sin decir nada, solo viendo a los más hermosos

Los ojos de Alex...

Dios Santo, es mi Caballero; Dios de mi Vida... sigue igual de guapo.

Mi corazón se pone a mil por segundo.

Lo veo y solo pienso en sus labios pegados a los míos.

Lamentablemente, ese beso jamás podrá repetirse.

No está tan solo...

Como supuse que aunque no fuera casado, seguramente está comprometido.

Y debe ser Ella la afortunada, es una linda mujer, es exactamente una Kim Kardashian Italiana.

Seguramente al caballero le gusten así.

Así que es mejor disimular, cualquier sentimiento, porque no voy a quedar en ridículo ante esta Chica exuberante.

El Caballero se recuerda muy bien, que le dije que me llamaba Elizabeth Andrade, y que soy Española.

Ahora, pues ni modo debo seguir con eso.

Después de oír como Alex me habla, es como si estuviera enojado; la verdad está diferente a cuando nos conocimos.

Ahora me mira con enojo, y en realidad quizá sea porque sabe que le mentí, con lo que soy Española y lo demás que le dije.

Pero, ni modo, si está enojado, que puedo hacer... solamente actuar como si nada me importa.

Yo les digo que si no están listos para darme la orden, puedo regresar, pues, no voy a esperar que está mujer, que me está mirando con ojos de víbora, me vaya a decir algo que afecte mi trabajo.

Alex no me despega la mirada, al igual que su acompañante, la verdad Él no sé ve tan cariñoso con ella; pero Ella si lo mira con ojos de borrego trasquilado.

Pobre mujer, se ve que anda cacheteando las banquetas por Alex. Y la verdad la comprendo es un Papacito, y es una verdadera lastima que este Papasito tenga novia...