ALÉJATE CEO

Arvan

Estoy en casa, no sé cuanto tiempo me quedé viendo a los gemelos aún después de que Noah se fuera, solo sé que fue mucho, no me sentía de humor para ir a trabajar, mi cabeza es un lío ahora.

Llegué a mi solitaria casa, me encerré en mi despacho y me serví una copa.

"señor?, no se había ido a trabajar?" Jonas mi mayordomo y quizás la única persona que ha podido soportar mi carácter, estaba sorprendido, lleva toda mi vida trabajando para mi familia, y cuando decidí tomar mi propio camino a los 17 él me apoyó más que mi propio padre, desde entonces está conmigo.

—Jonas, algunas vez te has arrepentido tanto de algo, qué deseas con todas tus fuerzas haber actuado diferente?, haber escuchado esa vocesilla en tu cabeza solo un instante?

Jonas: muchas veces señor, pero no podemos cambiar el pasado, solo podemos vivir el presente y mejorar para el futuro.

—dices cosas muy bonitas, pero como se hace eso?, es más, ya es demasiado tarde para mi —dejé la copa y tomé la botella, pero me fue quitada.

Jonas: señor, no sé qué le esté pasando, pero le aseguro que no encontrará la solución en esta botella, es más me sorprende que actúe de esta manera, usted no es así.

—normalmente soy una mierda, por eso mi omega me odia, por eso no puedo acercarme a mis hijos.

Jonas: no creí que fuera tan intolerante al alcohol —supongo que cree estoy ebrio, por mi manera de ser es casi imposible que tenga un hijo del qué nadie sabe, sin embargo asi es, tengo los hijos más hermosos y perfectos qué podría pedir.

Y aunque no estoy ebrio, hace falta mucho más que esto para hacerme perder la razón, si soy yo dejando salir mi miseria, quiero poder redimirme con Noah, quiero poder acercarme a mis hijos, pero sé que en cuanto lo intente él va a llevárselos lejos, tiene el poder para jamás permitirme acercarme y borrar su existencia, daría todo lo que conseguí hasta ahora, solo por una oportunidad

—Jonas, tienes un nieto verdad? —tal vez el licor fue útil, tengo la mejor idea.

Jonas: así es señor, me sorprende que lo recordara. —para cuando falleció algunos años atrás en un accidente, su esposa e hijo quedaron desamparados, recuerdo que les di algo de dinero y Jonas dijo que habían comprado una casa, ella trabaja ahora para mi, y supongo que durante el día el niño tiene niñeras.

—qué edad tiene ahora?, está más o menos en edad de entrar al jardín o no?

Jonas: si, cumplió 6 hace poco, pero Elia se tardó y el cupo en los jardines públicos cercanos se cerraron. —esto es perfecto.

—dile que me traiga toda su documentación, yo me ocuparé que entre al mejor jardín del país, es más me comprometo a pagar su educación.

Jonas: señor habla en serio? —si este niño puede acercarme a mis hijos, por supuesto que pagaré lo que sea.

—te parece que bromeo?, trae a tu nieto aquí, y la documentación, yo me ocupo de todo.

Jonas: muchas gracias señor, por supuesto, ya mismo le aviso a mi nuera —se fue feliz, incluso si tengo intenciones ocultas, estoy haciendo a una familia feliz o no?

Volví a hacer la solicitud a la directora, volví a excusarme, pero esta vez le dije que me había decidido por su institución, y que me gustaría que mañana mismo, mi sobrino empezara y accedió, ahora solo debo esperar a mañana para poder ver a mis hijos otra vez.

En la tarde, el niño estaba en casa, su madre lo trajo, no dejaba de decir lo agradecida qué estaba, también se veía bastante nerviosa, la verdad es que desde que trabaja para mi, apenas la he visto un par de veces, y el niño es muy tímido, tengo cero habilidades tratando con menores, y eso es evidente no tengo ni idea de que decir, solo dije "hola" y creo que terminé asustándolo, en serio doy asco en esto, no puedo asustar a mis hijos, no busco qué me teman, ah maldita sea.

Jonas: Ares, saluda al señor Daniel's, no seas tímido.

Ares: hola señor Daniel.

—un gusto Ares bienvenido, tienes hambre?, quieres algo de comer? —miró a su abuelo antes de responderme, solo entonces aceptó algo.

Elia: muchas gracias por lo que hace por mi hijo, de verdad se lo agradezco señor.

—no es nada, desde hoy tanto tu hijo como tú pueden quedarse en la mansión, instálense donde mejor les parezca.

Elia: habla en serio?

—por supuesto, para que Jonás o yo lo llevemos al jardín debe estar aquí. (y obviamente seré yo)

Elia: claro, si, muchas gracias, señor!, vamos cariño. —los veo irse, el pequeño me dedicó una sonrisa e imitó el gracias de su madre y se fue con ella.

Me fui a mi habitación, al día siguiente fuimos con Jonás y Ares a conocer el colegio, al niño pareció gustarle mucho, y Jonás estaba sorprendido, la verdad es bastante impresionante el lugar, no por nada es tan prestigioso.

Ahora que estamos con Ares se nos permitió hacer un recorrido por el sitio y para mi buena suerte en la zona de juegos estaban mis hijos, Ares se apresuró a ir allí y yo lo seguí, ni siquiera tuve que pedirle que se dirigiera ahí.

Jugaba muy cerca de donde estaban los gemelos.

Joe: hola, cómo te llamas.

Ares: me llamo Ares y tengo 6, y tú?

Joe: me llamo Joe, y ella es Zoe, tenemos 6 también

Zoe: hola, no tienes uniforme?

Ares: el señor de mi abuelo, va a comprarme uno.

Joe: ese señor? —me quedé congelado cuando fui señalado por mi hijo, y vi que la pequeña Zoe me miró también y caminó hacia mí.

Ares: si, se llama señor Daniel, y él es mi abuelo. —es mejor si no saben mi nombre, si le hablan a Noah de mi, él no sospechará qué soy yo.

Zoe: hola!, me llamo Zoe —cielos su sonrisa es realmente brillante, y su voz angelical, cómo se sentirá qué me diga papá?, sin pensarlo me agaché hasta ella.

—hola princesa, tienes un nombre muy bonito.

Zoe: gracias! —sonreí por su acción, es tan tierna, quise abrazarla, pero antes de que me acercara más a ella fue apartada de mi lado por mi hijo, su mirada era de enojo, no me acepta ni un poco, ver como cuida a su hermana me hizo sentir muy feliz, pero también duele.

Joe: no toque a mi hermana.

Zoe: él es amigo de Ares, verdad que es bueno?

Ares: si, me dio comida y mamá está feliz.

Zoe: lo ves?

Joe: no me gusta ese señor. —me rechaza con la misma fuerza que lo hace Noah, es como si supiera quien soy y me odiara por eso.

—Joe, no tienes que preocuparte, no soy una mala persona.

Joe: vámonos Zoe —sin decirme nada él se fue y se llevó a la pequeña Zoe, qué a lo lejos se despidió.

Zoe: adiós señor.

—hasta pronto Zoe...

Jonas: señor esos niños, son idénticos a usted, es posible que... —no tengo pensado negarlo, pero de que sirve si tanto mis hijos como mi omega me quieren lejos?

—vámonos, debemos comprar muchas cosas para Ares —tomó a su nieto de la mano, y salimos de la escuela, después de dejarlos en la mansión volví al trabajo, Noah fue lo primero que vi al llegar, salía de su oficina.

—buenos días —solo saludé, ni siquiera lo pensé, en todo el tiempo que tiene aquí, jamás nos hemos dado los buenos días o un hola, y después de lo que ocurrió debía ser peor, supongo que por eso su expresión de desconcierto, aun así pasó por mi lado sin responder a mi saludo.

Pude oír a los que presenciaron murmurar acerca de lo ocurrido, pero los mandé callar con una sola mirada, no les tiene que importar, es mi omega, y le permito lo que sea.

Volví a mi trabajo, al día siguiente esperé a que su auto saliera para apenas dejar a Ares en la escuela.

Ares: señor, por que esperamos?

—me estoy escondiendo.

Ares: es un juego?

—si, pero bajemos o se te hará tarde.

Al bajar Zoe nos saludó pero Joe no le permitió acercarse, me dio una mirada sería y caminó a su salón junto a su hermana.

Ares: creo que no quieren ser mis amigos.

—yo digo que si, anda ve con ellos —asintió y los siguió, bueno nadie me dijo que será fácil, pero no por eso me voy a rendir.