Historia de Carolina Rosales, alias La Caro, una peligrosa narcotraficante de Sinaloa, México. Una mujer de carácter violento y capaz de cualquier cosa, con tal de resguardar su territorio y ampliarlo a costa de lo que sea. Hasta que..... Mejor te invito a que leas mi cuarta novela. Muchas gracias lectoras, lectores.
Espero que la disfruten.
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15- EL INTERROGATORIO.
Después de dejar a Carolina en la escuela y hablar con la Directora sobre el porqué no se presentó Caro a clases el día anterior, la Profesora dijo que como ya estaban prácticamente a fin de cursos, pero que la siguiente semana sería de puros exámenes y que la niña, no podía faltar por ningún motivo.
Gracias Profesora por avisar de los exámenes, a partir de hoy, estaré pegada a Caro, para repasar sus lecciones.
Me parece una excelente medida. Sé que usted trabaja, sin embargo, eso para usted no es ningún obstáculo para estar cerca de su hija.
Quiero decirle Profesora, que a los diez años tuve que huir de casa, ya que mi Padre me vendió a un hombre que bien podría ser mi abuelo, mi Madre no hizo nada por defenderme, y aquí, Susana me adoptó. Yo no voy a ser nunca en la vida con Carolina, como lo fue mi Madre biológica conmigo.
La felicito Señora, pocas Madres rechazan la mala educación de sus Padres.
Me tengo que ir Profesora, tengo que llegar a mi trabajo, gracias nuevamente.
Roberto la estaba esperando en la camioneta y preguntó: A dónde?.
Al Rancho por favor.
Marcó el número de Susana y cuando su Mamá contestó: Madre, ya voy para el Rancho. Si no he vuelto después de que Carolina regrese a casa, que descanse un rato, que coma y después se ponga a estudiar, la próxima semana es de puros exámenes, así que cero salidas.
Está bien hijita. Pancho y yo vamos a ir por ella.
Gracias Madre, después te llamo.
La camioneta fue llevada por una vereda entre sembradíos de Sorgo y media hora después, llegaron al Rancho. Manuel, uno de los guardias la recibió. Dónde está.
Pensé que iba a venir la Doña.
Te hice una pregunta, contesta. Pero ya. Roberto, a este tipo no lo quiero volver a ver.
De acuerdo Señora.
Está en el granero, dijo Manuel. Gracias, demasiado tarde para enmendar tu error.
Al entrar al granero, vio a la Zopilota atada a un poste. Mira, mira, mira. A quien tenemos aquí. Las vueltas que da la vida. Allá en el orfelinato fuiste muy majadera conmigo, creo que ahora es mi turno. Bueno, si te portas bien y cooperas, te aseguro que no te va a ir tan mal.
Que considerada chula. Quieres un aplauso?. Te lo puedo dar y...Taaas!!!.
Una bofetada estalló en la cara de la Zopilota.
Te gusta ser graciosa y a mí me gusta aplaudir, puedes continuar con tus chistes, me encanta aplaudir. Sabes?. Ya estuvo de tanta estupidez. Que te parece si comienzas la canción.
La hora de las complacencias ya pasó.
Tasss!!! Otra bofetada
Otro chistecito y te rajo tu madre.
A ver, ahora sí quiero oírte cantar, pero que sea la canción correcta: Para quién trabajas?. Y cuidado con tus chistecitos.
Púdrete pendeja. Tasss!!!.
Mira estúpida, ya no estás frente a la muchacha babosa que conociste en el orfelinato, antes di que no me estoy pasando de lanza contigo. Mejor habla. No quiero pasarme de viva contigo. Así que tú escoge, de la manera sencilla o te empiezo a arrancar las uñas, Yolanda comenzó a ponerse guantes quirúrgicos en las manos y recibió unas pinzas de punta.
A mí no me espantas taruga.
Bueno, ya escogiste. Uno de los guardias tomó una mano, que primero desató de la Zopilota, la otra mano la volvió a atar contra el poste.
Yolanda atrapó la mano que estaba agarrada por el guardia, después tomó el dedo índice, Zopilota trató de zafarse, pero no lo logró y un desgarrador grito de dolor se escuchó. Yolanda soltó el dedo de la mujer, que ya chorreaba sangre y le mostró la uña que estaba en las pinzas de punta. Zopilota, evita todo esto. Es hora de hablar.
Vete a la chingada, contestó Zopilota.
No, la que se va a ir eres tú y eso lo sabes perfectamente bien si no hablas. Así que quiero otra de tus uñas, vieras que me gustan mucho. Atrapó el dedo pulgar de Zopilota y otro horrendo alarido se oyó.
Estás lista para hablar?. O sigo con el pedicure.
No. Tú ganas estúpida, Tasss. Otro insulto y te dejo no solo sin uñas, te dejo manca pendeja.
Es el solovino.
Perdón, no escuché bien.
El solovino.
Alguien más?.
Ya canté lo que querías, algo más?.
Alguien más?. Contesta pendeja.
No. Solo he hablado con el.
Segura?.
Completamente.
Es bueno tener a gente que le gusta cooperar. Ya saben qué hacer con la basura.
Yolanda salió y fue a la casa principal del Rancho. Le habló a Susana, solo dijo: El solovino. Fué todo, se lavó las manos, antes de salir del granero se había quitado los guantes. Fué al baño, y después de lavarse las manos, tomó su bolso, abordó la camioneta y Roberto preguntó: Adónde. A casa.
Bueno es desición del autor , solo el sabe que pasará. Sigo creyendo en la lealtad de Rolando./Smile//Smile//Smile/