El Jefe Playboy Y La Virgen

Riley Thompsom

Me despierto con el despertador, me levanto, hago mi aseo personal, me preparo, tomo un café en el salón del hotel, vuelvo a mi habitación, me lavo los dientes, me maquillo y me voy.

De camino a la empresa, paso por la casa de Linda para que vayamos juntos, el chófer de mi tío sigue a mi disposición, en menos de quince minutos llegamos, todavía diez minutos antes de lo previsto.

Tomamos el ascensor y el Sr. Jackson ya estaba en su despacho, probablemente llegó antes para poder recibirme en mi primer día de trabajo.

Ares Jackson

No he dormido nada esta noche esperando que pasara el tiempo, me he ido pronto de la empresa porque quería preparar una sorpresa para Riley y quería comprarlo todo yo, necesito que se acuerde de mí.

Me doy la vuelta a la noche pensando en ella y en la noche que la tuve en mis brazos en la cama en la que ahora me encuentro acostado.

Me levanto temprano, salgo a correr, después de una hora de carrera, vuelvo, me aseo personal, me pongo el mismo traje que llevaba el día que estuve en la discoteca con la intención de causar algún efecto o agudizar su memoria.

Voy directamente a la empresa, quiero estar allí para cuando llegue.

Linda

Novia, no puedo creer que vayas a trabajar tan cerca de mí, ¿le has dicho al Sr. Jackson que estás embarazada?

Riley Thompson

Todavía no, se lo diré antes de firmar el contrato de trabajo, porque si no acepta, no firmaré.

No todos los directores generales quieren contratar a una mujer embarazada.

Llegan a la empresa y Linda se dirige al despacho del Sr. Jackson.

Ares Jackson

Oigo que alguien llama a la puerta y le pido que pase, mi secretaria me informa de que la señora Thompsom ha llegado y me está esperando.

Me levanto y agradezco el mensaje, salgo de la habitación y la veo, estaba con un traje de etiqueta, su mirada era tan cautivadora, solo quería en ese momento tenerla entre mis brazos, besar esos labios y saber que me deseaba, era lo que más quería.

- ¡Buenos días señorita Riley!

Respondo yendo en su dirección.

Riley Thompson

Le pedí a Linda que fuera a su habitación para decirle que ya estaba aquí, él sale y se queda mirándome de una manera tan seductora, mirándome fijamente con sus ojos claros, no sabía cómo explicarlo, pero estar tan cerca de él me causaba la sensación de que mi corazón se iba a ir por la boca, era muy extraño lo que me causaba.

-¡Buenos días Sr. Jackson!

Respondo y veo que se acerca, me abraza y puedo sentir su perfume, al mismo tiempo me habla al oído.

Ares Jackson

No puedo contenerme y la abrazo, hablándole al oído para que venga conmigo, la llevaré a su despacho.

Llegamos a la habitación, donde dejé el ramo de flores con la cantidad exacta de rosas desde el día que la conocí hasta el momento actual.

No soy muy romántico, pero la necesito como el sol y la luna necesitan el cielo para existir.

Veo que se sorprende y me mira con una sonrisa triste.

-¿No te gusta tu sala de estar?

Pregunto, pensando que algo le preocupa.

Riley Thompson

Cuando entro en mi habitación, que por cierto está al lado de la suya, veo un enorme ramo de rosas, creo que ya no puedo ocultarlo y creo que no seré su empleada cuando le diga que estoy embarazada.

-Sr. Jackson, le agradezco la habitación, las rosas, pero hay algo que debo decirle, creo que después de saberlo, no podré trabajar en su empresa.

Te lo diré de una vez por todas:

-¡Estoy embarazada! ¡Estoy embarazada!

Ares Jackson

Cuando la escucho, lo primero que pienso es que tengo que saber si tiene a alguien y si hay alguna posibilidad de que yo sea el padre.

-Riley, el hecho de que estés embarazada no cambia mi oferta de trabajo, pero tengo que preguntarte, ¿de cuántos meses estás?

Riley Thompson.

Saber que iba a continuar con el trabajo me dio una sensación de alivio.

Respondo a la pregunta de Lord Jackson.

-Estoy embarazada de tres meses y unos días, pero no realmente de un bebé, en mi última cita me enteré de que estoy esperando gemelos, el sexo de los bebés lo sabré el mes que viene.

Ares Jackson

Era seguro que, según mis cálculos, yo sería el padre, pero decidí preguntarle.

-¿Quién es el padre de los bebés?

En cuanto le pregunté, empezó a derramar lágrimas, me preocupé mucho y la abracé.

Riley Thompson

Cómo iba a responderle quién era el padre, si ni siquiera lo sabía, me sentí como una mujer sucia, sin embargo había perdido la memoria. sabiendo que voy a ser madre, sin siquiera poder decir quién era el padre de mis bebés.

Las lágrimas salieron como si me quitara todo el dolor de golpe, sentí su abrazo, su cuerpo junto al mío y pude estar en paz y tranquila.

Le miré a los ojos y le dije que no me acordaba de quién era el padre, que cuando me enteré en Brasil de que estaba embarazada, me quedé en shock porque pensaba que era virgen, le dije que lo que me hizo volver a Chicago fue porque pensaba que mi prometido era el padre y según un detective que consiguió averiguar quién era, me hizo querer ver a mi prometido y a mi hermana.

Cuando llegué aquí, fui tras ellos, pensé que me buscaban, sin embargo están los dos juntos y mi hermana está embarazada del que sería mi prometido.

Sé que no es el padre de mis bebés, porque cuando los vi juntos, recordé que no perdí mi virginidad con él porque lo vi en la cama con mi hermana hace unos meses, el día antes de mi accidente.

Ares Jackson

Después de procesar todo lo que me dijo, necesitaba decirle toda la verdad, no podía esperar a que su memoria viniera a recordarme, además de que tengo que asumir mi papel de padre.

Así que le digo: Riley, necesito confesarte algo muy importante.