ESCLAVOS DEL DESEO.

Jehan.

No se qué piensa hace Rubí pero tendrá que deshacerse de ese hijo, aunque pensándolo bien sería tan lindo tener un hijo.

— Carajo, un hijo no, no ahorita — digo para mi mismo.

Mi celular vibra mientras voy camino a la empresa.

<<¿ Donde estas? Estoy en la empresa ven aquí ahora mismo >>

Julieta. V.

 Es mi madre, que querrá, es muy raro que ella esté en la empresa desde que mi padre murió y mi hermano se caso y dijera que no quería nada de la empresa que el quería una vida tranquila y trabajar el por su cuenta y mi madre solo quería otro tipo de negocios paso todo a mi nombre y ahora nadie puede interferir en mis negocios y ella nunca pero nunca va a la empresa.

<< Estoy en camino espérame allí >>

Jehan.V.

 Al llegar todos me miran raro puesto que nunca ven a mi madre, pero les devuelvo la mirada y solo se quitan de mi camino nadie habla ni me saluda como siempre al entrar a mi oficina encuentro a mi madre.

— Hasta que llegas — dice molesta lo noto en sus ojos marrones.

—¿ Que pasa madre ?— digo tomando mi lugar.

— Sabes lo que pasa porque no te cuidaste con Rubí — dice y ya se por donde va esto Rubí. Ya le fue a decir sobre el embarazo y no me hizo caso.

— Ya le di dinero para que se deshaga del problema — digo serio.

— Problema, llamas a un hijo un problema te lo dije Jehan, Rubí no es mujer para ti — dice molesta— Te vas a casar con Rubí lo quieras o no y tendrá a ese niño o niña.

— No me voy a casar con Rubí, sabes perfectamente que pienso del matrimonio — digo aún más molesto que antes.

— Me importa un carajo lo que pienses, no voy a permitir que la imagen de mi familia se vea expuesta en los medios de chisme o eso es lo que quieres verte en las noticias y los canales de chisme, el gran empresario Jehan Volkov dueño de Volkov Arms Coperation, termino su relación por no querer tener hijos que pensara su madre al respecto....— no termina de hablar por que la

interrumpo.

— Madre nadie saldrá a hablar sobre eso hablaré con Rubí — digo molesto.

— No, Rubí fue a mi casa tuvo el descaro de ir, y me lo dijo a la cara que si no te casa con ella saldrá a hablar así que hazte la idea porque te casará en una semana y ya está decidido, ah otra cosa, Rubí nunca será digna de ser la mujer del “Lobo Blanco”— dice y se que quiere decir eso y tiene razón, sale de mi oficina furiosa, mi madre siempre a tenido el control sobre nosotros y un carácter de la puta mierda y tiene razón no puedo exponer mi imagen en los medios de chisme ya me basta con la corporación que tengo siempre da de que hablar.

— Laura llama a la señorita López que venga ahora mismo aquí — digo por el celular de mi oficina necesito bajar esta furia y como mejor hacerlo que follando Natalia tiene que está molesta conmigo así que me toca recurrir a otra aunque a ninguna puedo follarmela como quiero ya que o le lastima mi polla o les doy muy duro nadie entiende a las mujeres.

— Me has llamado cielo —dice Anaís una de las mejores abogadas de especialización de propiedad intelectual del país y como yo siempre quiero lo mejor trabaja para mi empresa. Además nos conocemos desde niños mi madre tiene una gran amistad con su padre y nos consideramos familias.

— Nos vamos a mi departamento o al tuyo — digo sin rodeos. Ya me da igual si Rubí me encuentra con alguien.

— No puedo estoy ocupada con unos papeles importantes — dice sería.

— Espérame desnuda en tu departamento a las 8pm — digo y salgo de mi oficina mientras ella asiente tengo que bajarme un poco está furia y si no es follando será golpeado a algo o a alguien.

Estoy en el gimnasio de mi departamento golpeando al saco de boxeo con toda la fuerza que puedo, como Rubí pudo hacer eso como no se cuidó me dijo que tomaba la píldora diaria y ahora me sale con esto.

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Han pasado dos días desde que mi madre me dijo que me cásare con Rubí, y no tengo de otra ella está arreglando todo para la ceremonia ahora mismo estamos en camino al rancho de una tía de Rubí no tengo puta idea de quién es, solo lo hago por el bien de mi familia y de mi empresa.

— Sonríe un poco osito o mi tía y mi hermana van a notar que no te quieres casar conmigo — dice Rubí y me importa poco lo que piense su ridícula familia.

— Solo estaré hasta la hora de la comida después de ahí me iré si te quieres quedar por mí lo puedes hacer — digo molesto.

— Como crees que me quedaré sola sin mi futuro esposo me iré contigo a donde vayas — dice y se me acerca para tocarme.

— No me toques no estoy de ánimos — digo molesto.

— Mira ya llegamos — dice feliz y se que algo está tramando nunca hablo de esta supuesta tía y su hermana se quien es, pero tampoco se que hace aquí.

— Si, ya me quiero ir — digo bajando de mi Aurus Senat de color negro.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Mía.

Al bajar a la planta baja, exactamente dónde está ubicada la piscina del rancho veo a mi padre y a Lucia charlando muy a gusto, al otro extremo veo a Rubí y el hermano de Sofía y ya sabía esto, pero no pensé que sucediera al saber que su madre odia a Rubí al igual que ella, quizás no la odian a ella, odian a su actitud de grandeza.

— Buenas tardes, Mateo— digo con la expresión relajada.

— Hija, ¿Como has estado? ¿has pensado en el departamento? Y pasarlo a nombre de Rubí. Ahora que se va a casar sería un buen regalo de tu parte — dice y que cínico mi padre.

— Y el único que podrá darme papá recuerda que eso fue lo único que le dejo su madre — escucho a Rubí venir.

— No estén tan segura Rubí. Quizás aquí me siento mucho mejor viviendo como Reyna no ven lo bien que estoy — digo para arruinarle sus burlas.

— Mía, deja de ser grosera delante del esposo de tu hermana — dice Lucía por primera vez desde que llegué.

— Media hermana o no es asi Rubí — digo volteando a ver a el hombre que está sentado con una cara de diablo — Se lo dejo bien claro al Señor Volkov.

— Eso es lo que eres para mí. Mi media hermana y nada más — dice Rubí haciendo que vuelva a mirarla.

— Bueno ya basta de sus humillaciones hacia Mía — dice mi tía interrumpiendo— donde está el desafortunado esposo, ay digo el afortunado — añade y se me escapa una risa.

— Jehan acercate por favor — le dice Rubí sin dejar de verme.

— Pero si miren a quién tenemos aquí — dice mi tía, se me hace que lo conoce — Señor Volkov, ¿como ha estado? — añade mi tía mientras le estira la mano.

— Señora Anastacia que gusto verla de nuevo — dice el con una voz ronca. Y volteando a verme.

— Mía — dice y lo miro a los ojos, esos ojos grises intensos que jamás en mi vida he visto — Que gusto volver a verte — dice y me estira la mano, mano que no recibo.

— Osito vamos a disfrutar de la piscina y la vista — dice Rubí alejándolo.

— Bueno Mía, volviendo al tema que has decidido — dice mi padre de nuevo, el muy descarado.

— Si ya he decidido — digo disfrutando la cara de mi padre y de Lucía — Sigo en la misma respuesta, prefiero que se lo quede el gobierno antes que dárselo a esa.