Todos Los Reinos (Colección Hurmaya)

La joven mujer de ojos avellanas que ha seguido últimamente los pasos de cada uno de los miembros de la familia real, camina entre laderas llenas de huesos y se adentra en una penumbra desoladora, el frío del ambiente podrían congelar a cualquiera, pero eso no parece detenerla.

Además, se escuchan gritos desgarradores de personas que suplican piedad como si de una pesadilla se tratara, y cualquier corazón se sobrecogería ante los lamentos, sin embargo, aquella joven mujer no se inmuta, no se asusta, no se compadece, no expresa absolutamente nada.

Es una joven muy hermosa de ojos avellanas y facciones finas, y mientras no diga nada o haga nada podría ser confundida como un ángel, tiene ese porte de noble de cuna, y se desplaza con aire de autoridad; su mirada indica la ausencia del miedo, del dolor y de cualquier emoción que se pueda trasmitir, ella es un enigma.

Llega a una puerta inmensa, se escucha a una persona hablar con palabras inentendibles, pero ella parece responder con aquel mismo lenguaje; las puertas se abren y ella sigue caminando, lo que se ve dentro solo se puede describir como vulgar, degradante y obsceno, pero tal como ha recorrido el resto del camino, no se altera, no expresa nada, no siente nada; los demás se apartan cuando la ven, su aura emana grandeza y muerte, una extraña combinación.

Pasa por un pórtico, y ahí está aquella diosa, sentada en un trono que parece arder, encerrada por años sin poder salir, pero ha negociado, ha convencido a otros para unirse a su causa, y guardan silencio hasta que todo quede en el lugar que corresponde, ella ha planificado cada uno de los pasos que dará, es la causante de las guerras, el enfrentamiento, las enfermedades, el miedo, la desolación, la diosa del Odio, en persona, ejecutando desde el anonimato su venganza, mira a la joven mujer que ha ingresado, al verla y sonríe, se dice a sí misma que es su mejor creación.

...La diosa del Odio...

Odio extiende el brazo y hace una invitación a la joven mujer para que se siente enfrente de ella.

- “Bienvenida, querida Kiara, parece que al fin tienes todas las piezas”, dijo Odio con una sonrisa siniestra.

- “Tienes razón, he vuelto con todo lo que necesitamos, madre”, expresó Kiara con un brillo funesto en la mirada.

Kiara es la única hija de Odio, quien haciendo uso de sus poderes engañó al duque de Husag, confundiendo su juicio y haciéndose pasar por la viva imágen de Bosszú, el gran amor del Kungs, para acostarse con él, habiendo la diosa del Odio descubierto quien realmente era ese hombre entendía porque Amor necesitaba que la hija de él fuera su madre, y porque el siempre ecuánime de Armonía había alterado todos los encuentros para juntar a Karoly con Carpio; entonces llegó a conclusión de que debía tener su propia versión de Karoly.

...Kiara, hija de Odio y Lord Kungs...

Odio quería la misma herramienta, el mismo poder, potenciado con su propia fuerza; y ahí esta esa hija suya, una semidiosa que será el instrumento perfecto para llevar a cabo su venganza; la necesita cerca de la encarnación de esos dioses, mientras sus súbditos van caminando con sus propios planes, los Senmorta harán el trabajo sucio, y su hija Kiara dará la estocada final.

- “Los Senmorta han avanzado en sus planes, han capturado a Quiimo leh; están a punto de tener prisionero a Carpio; Kala está embarazada y Bátor tendrá que tener mucho cuidado con sus movimientos, Leven está buscando la manera de salvar la vida de su hijo, una preocupación que lo debilita, Chien está en las preparaciones de su boda con Lirely, debemos tener cuidado con ellos; su conexión puede abrir puertas que no queremos; Fortem está entretenido con Jarumi, lo suficiente para que no se haya dado cuenta lo que está pasando por sus narices; puede ver a los demonios de fuego y a los Senmorta, pero no pudo distinguirme”, comentó Kiara.

- “Perfecto, querida eres un eslabón perdido, alguien que no suponen que exista, algo en la ecuación que no cuadra, con todo el poder que tiene no podrá verte. Ha llegado el momento en que hagas tu aparición, que vayas con la familia que te ha creído su hija toda la vida. Debes enamorar al príncipe Ghean, debes asegurarte de tenerlo a tus pies, que sea capaz de abandonar todo y destruir todo por ti; tienes el poder de hacerlo, porque tu has sido entrenada con todo el conocimiento de tu poder, tu hermana no lo conocía y aún así podía hacer girar al rey Carpio a su antojo, si hubiese sacado realmente provecho, sería la dueña de Hurmaya”, manifestó Odio.

- “¿Por qué el príncipe Ghean?, ni siquiera heredará un trono, ¿Cómo podría tener un poder más grande que un rey?”, inquirió Kiara.

- “El resto de príncipes o reyes, salvo Josag, son simples mortales, con grandes poderes mágicos, pero al fin de cuentas simples humanos, el príncipe Ghean es hijo de dos semidioses, tiene dentro de sí, la herencia dormida de Sanidad y de Perdón. Yo no estoy buscando Hurmaya, Kiara, yo quiero el cielo a mis pies; y tu puedes ingresar a él sin problemas, eres heredera de parte de él; llegado el momento, todos nosotros ingresaremos al cielo y tomaremos control de todo, ni la misma Sabiduría podrá detener esto. Así que necesito a Ghean para acabar con las auroras y no haya custodia en las puertas del cielo; esta es la nueva guerra Kiara; por eso Amor y Armonía debe morir como humanos, sin capacidad de regresar, ¿entendiste?”, inquirió Odio con mirada de fuego y aspecto terrorífico.

- “Sí, madre, se hará como digas”, respondió Kiara, haciendo una reverencia.

Odio rie de satisfacción absoluta, pero lo que no sabe, es que su plan tiene un pequeño riesgo, Kiara también es hija de Lord Kungs, llegado el momento ¿puede la hija de un espíritu celeste atacar a unos dioses?, por más humanos que sean, o ¿su esencia más pura deseará protegerlos?; ¿qué dominará a Kiara en su decisión final?, ¿su esencia de semidios de Odio o su esencia de espíritu celeste?; sin saberlo es la última pieza del rompecabezas, que inclinará la balanza hacia el bien o hacia el mal.