Bayolett Anderson era la chica a la que todos esperaban saludar por la mañana en la escuela. Era amable, femenina, inteligente y la mejor en todo, literalmente. Todos la conocían como La Duquesa debido a que su familia era una de las más ricas, y por su actitud. Ella misma planeaba su futuro meticulosamente. A pesar de siempre mostrar una imagen perfecta, solo aquellos que realmente la conocían sabían quién era en realidad. Sin embargo, todo cambió cuando sus padres decidieron
intervenir en su destino. ¿Acaso los matrimonios arreglados aún existen en la actualidad? Al parecer sí. Al ser unos padres ausentes, no fue mucha sorpresa para Bayolett, pero sí mucha indignación. Eros Wild era uno de los más destacados de toda la ciudad. Eros seguía su camino hacia lo que quería, mostrando su
dominio y estableciendo las reglas. Por otro lado, Bayolett revelaba poco a poco su verdadera esencia, la cual mantenía oculta ante los demás y que sería su perdición. Eros sería otra de las victorias.
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Capitulo 12
Pateo fuertemente la pelota, pasándoselo a mi compañero. Paro de correr unos segundos y coloco mis manos en mi cintura. Mi cabeza se corre para observar el panorama y mi mirada cae en Daniel. Me hace seña para que me acerque, suspiro. Me acerco mientras le hago una seña al profesor, asiente aún con el silbato en la boca.
-¿Si? –me cruzó de brazos, sonríe.
-¿Nunca te dije lo sexy que te ves jugando futbol? –. Aquí vamos, la chispa para pedirme algo.
-¿Qué quieres, Dan? –se acerca
-Te extraño, nena. ¿Acaso tú no?, ¿ese hombre ya te atrapó? Junta sus cejas.
-¿Puedes dejar de meterlo? –frunzo el ceño –Y yo no te extraño. De hecho, estoy muy bien desde que ya no tengo que aguantar tus comentarios estúpidos. Se acerca aún sonriendo. Tan arrogante que piensa que todo es un juego, y que nunca le diría eso en serio. ¿Cuándo se dará cuenta?
-No sonabas tan enojada cuando hacíamos otras cosas
-coloca las manos en mi cintura, miro hacia otro lado y las apartó.
-Dan –hablo suavemente –me importas. Y quiero que seamos amigos, como te dije en el baile. Que por cierto, perdón por la humillación –suspiro –.No mentira. Te has portado muy mal con las chicas, no creas que no vi como le levantabas las
Polleras a las porristas –parpadeo Y levanta las cejas.
-Eso fue…
-El punto es –lo interrumpo –que te merecías ese espectáculo. Y retomando, quiero que seamos amigos y dejemos de lado lo que sea intimo. Además, no puedo
tener algo con alguien y arriesgarme de que se haga publico.
Bajo unos segundos la mirada, recordando al hombre en la cena de mi padre. Fue total y horriblemente asqueroso, y cuando fui al baño, todos los recuerdos se me
Acumularon. Y cuando llegó Eros, parecía que solo faltaba que me saque en brazos. Me salvo de esa cena y mejoro mi noche, más con ese beso.
-¿Qué pasa si yo no quiero eso? –salgo de mis pensamientos y parpadeo –. Bayo, yo quiero pasar tiempo contigo, quiero besarte, tocarte. Quiero que las cosas vuelvan a ser como antes. ¿Acaso no te emociona tener un romance secreto?
Hace lo posible de colocar sus manos en mi mejilla, pero coloco las mías en sus muñecas.
-El problema no es este matrimonio arreglado, o el hecho de tener que escondernos. El problema es que yo no quiero.
–hablo lentamente –no quiero dan. Y si tú no quieres respetar eso me perderás
Suelto sus muñecas y me alejo mientras suspiro.
Me acerco a la puerta y la golpeo, para luego abrirla. Asomo mi cabeza, levanta la vista de su computadora y me mira.
-Hola –sonrío, mientras ladeo la cabeza
-Hola, pequeña.
Dejare pasar que me llame así, solo para empezar a hacer las pases.
Mis planes de hacerle la vida un infierno se me están olvidando. Dije que sacaría provecho, y técnicamente lo estoy haciendo. Solo, falta que deje de ser un poco controlador. Creí que le tendría mas odio, pero, creo que no estoy ni cerca de eso. Y me preocupa un poco.
-¿Mucho trabajo? –rozo mi dedo por el escritorio, mientras me acerco
-Un poco –murmura. Rozó su brazo hasta terminar en su hombro, rodeo su cuello y coloco mi cabeza en el.
-Esta tarde tengo algo que hacer -susurro
-¿Hacer qué? –gira levemente su cabeza, lamo su cuello al notar su tono de voz tensarse. Suspira y tira su espalda hacia atrás. Bajo mis manos a su pecho y lo acaricio, acaricia mis brazos mientras tira más su cabeza hacia atrás, buscando mis labios. Los atrapo mientras suspiro, coloco una mano en su mejilla mientras que la otra baja más allá que su pecho.
-Me ofrecieron hacer un comercial –susurro sobre sus labios.
Detiene mi mano, mientras aleja un poco su cabeza. Abro los ojos, encontrándome con su ceño fruncido.
-¿Comercial?, ¿comercial de que? –susurra, acaricio su barbilla
-Es de un perfume suspira y se incorpora, alejándose –muevo mi mandíbula. Bueno, lo intente.
-¿Tu quieres?, ¿o solo lo haces para la imagen? –frunzo el ceño
-Yo quiero –rodeo el escritorio y me coloco en frente –Quiero al menos experimentar algo de eso. Es más, ni siquiera pensaba consultarte –frunce el ceño –Pero lo hice –me cruzó de brazos. Suspira y me mira unos segundos más. –ni siquiera consultarle. Solo era una aviso, aunque salga un no de su boca, yo lo hare igual.
-¿Qué tienes que hacer? –me encojo de hombros.
-Me imagino que unas fotos. Tal vez algún video, de esos que siempre pasan en la tele –no lo se, yo solo dije que aceptaba y ellos enseguida me dijeron la ubicación y horario
-¿Habrá algún hombre? –miro hacia otro lado. En realidad, mencionó a un muchacho rápido. Pero no creo que deba de que preocuparse, por las dudas, no se lo diré.
-No –respondo ¿Te pondrás celoso si hay uno? –me vuelvo a acercar a el, mientras sonrío.
-¿A caso no viste el comercial de Dior? –rio entre dientes, gira su silla y se coloca de frente. Coloco mis manos en sus hombros mientras me inclino lo que me faltaba, que sea dramático.
-Volveré en unas horas apoyo mis manos en sus piernas mientras me inclino
mas, rozando sus labios –.Tal vez, podamos hacer algo cuando vuelva –levanta levemente una de sus comisuras. Ya me dejó probar sus labios, no puede terminar ahí luego de eso. Demonios, me siento tan sedienta de él, es algo ansioso pero a la vez nervioso.
-¿Segura de lo que pides? –sube la mano hacia mi quijada, la acaricia levemente. Espero que si.
-Segura –subo mi mano hasta ponerla en su entrepierna, baja la mirada hacia ahí y luego a mi-. Espero que puedas manejarlo.
-Cuidado, pequeña. O no tendrás tiempo para ir a ese lugar –lamo su labio inferior. Mientras me alejo, sisea levemente y lo veo apretar su mandíbula
-Te veo luego –le sonrío para después girarme, saliendo de la oficina. Estaré motivada para terminar esa sesión.
Termino de aplicarme labial, me alejo y observo la maya en el espejo.
-Vimos en tu perfil que practicas ballet –miro al director a través del espejo –.Asiento, mientras sonrío. Esta maya es hermosa, es color gris con un tul brilloso. Es un poco mas atrevido que el mío, pero sigue siendo hermoso.
–Y–me giro –¿qué hay que hacer?
-La idea es que estés en un escenario –asiento –Te pondrás el perfume antes de salir y luego bailas. Luego, los hombres empezaran a subir –levanto mis cejas –vaya, no era uno solo.
-Sera como, ¿atraerlos? –frunzo el ceño
-Claro, la esencia los cautiva –asiento, mientras hace unos gestos –Ya sabes, algo de fantasía. En fin, luego tu eliges a uno y realizan un movimiento que luego les diré.
Me hace seña que lo siga, lo hago mientras miro hacia todos lados. Está lleno de pantallas verdes, y muchas cámaras. Levanto levemente las cejas al ver a un grupo de hombres, junto a otras personas de distintas edades. Debe de ser el público.
-Luego grabaremos un audio y tendrás que decir una frase –mira hacia un papel –asiento
Me acerca hacia el escenario, creo que es lo único real.
-Sabes, teníamos pensado hacer otro comercial lo miro – y tener al Rey seria un gran placer. –suspiro –seria como algo romántico, pero a la vez con algo de poder. Seria perfecto –asiento, mientras termino por subir.
-Si, lo seria. Es solo que el no es mucho de estas cosas –sonrío levemente. Odia las cámaras, creo que si tiene una al frente por mucho tiempo la golpeara. Y todo eso solo lo deduci mirando sus fotos por internet, y las entrevistas.
-Lo imagino. Pero tal vez si estas tu seria mas cómodo. –Lo dudo.
-Muy bien -hace una seña, miro al hombre que se acerca –El es Derek –sonrío
amablemente y le tiendo mi mano, la acepta también sonriendo –Sera a el a quién elegirás. Teníamos pensado que hagas un giro, y mientras el se va acercando lo hace acercarse a mi-, subes tu pierna y la enrollas aquí –me hace levantar la
pierna, a la altura de su cintura –El la sostendrá, y luego colocas su mano aquí –coloca su mano en mi pierna y la mía en su hombro
Suspiro.
Espero que Eros no se enteré, le diré que no sabia. Aunque eso lo hará enojar más, bueno pero no se enterará.
-Se miran unos segundos y luego miras a través de su hombro, sonríes un poco hacia la cámara y listo. Luego seguiremos con las fotos –asiento
Creó que llegaré más cansada de lo que imaginé.

Abro la puerta.
Definitivamente, tardé más de lo que imaginé, hubo demasiadas tomas y la sesión de fotos duró demasiado. Ya casi es de noche. Dejo mi bolso a un lado y camino hacia el living, clavo mi mirada en Eros, recostado mientras mira su teléfono.
-Volví sonrío, mientras miro sus piernas estiradas –Me encanta demasiado su altura, me encanta todo de él. Y más cuando se coloca en esas posturas.
-¿Cómo estuvo? –me mira, aún sosteniendo su teléfono
-Bien. Un poco agotador –me acerco a él, mientras me quitó los zapatos.
-¿Qué tenías que hacer?
-Pues –me quito la chaqueta, quedando en mi vestido de verano –bailar. Fue divertido, era ballet –asiente, aun mirándome.
-¿Sola? –deja el teléfono en la mesa y estira sus brazos en la cabecera del sofá, me mantengo parada.
¿Por qué preguntas eso?, ¿acaso lo sabe?, imposible. Ni siquiera Pablo me acompañó, solo me está probando. No puedo decirle con otros chicos, se enojará. Pero también si le miento. Bueno, ya que.
-Si, junto a otras chicas –me encojo de hombros y vuelve a asentir. Me mira unos segundos más, baja una mano y palmea su pierna, en una invitación. Sonrío y me acerco. Hago todo lo posible de sentarme en ellas, pero jala mi brazo, jadeo cuando pega mi pecho al sofá. con mi abdomen en su regazo.
Me remuevo mientras sube mi vestido, gruño Cuando da la primera palmada.
-¿Por qué mientes? –da otra, detiene mis manos en mi espalda maldición, ¿cómo es que sabe todo?
-Exactamente por esto –gruño, aún moviéndome. Jadeo cuando da otra y siento su cabeza inclinarse.
-Estoy haciendo esto únicamente porque mentiste –sisea en mi oído.
-No soy una maldita niña, Eros. Ni tampoco una de tus mujeres que te obedecerá solo porque hagas esto –da una última, fuerte. Siento su mano deslizarse más abajo, cierro los ojos cuando sus dedos tocan a través de mis bragas. Su respiración aún sigue en mi cuello, mantengo mi respiración agitada, pero aguantando de no soltar ningún gemido.
-Tú, Bayolett. Mereces placer –susurra. Mi espalda se arquea, cuando estira más su mano –.Pero actitudes como esta hacen que lo posponga –quita su mano, abro los ojos y aprieto mi mandíbula. Apenas suelta mis manos, me alejo, arreglo mi vestido mientras me levanto. Estira su mano y vuelve a tomar su teléfono, lo miro enojada mientras que el corre su mirada seria.
-Como si fueras el único hombre en la tierra que me puede dar placer –ataco, me mira enseguida –Me giro y camino rápidamente hacia las escaleras, antes de que tenga la
Oportunidad de volver a jalarme.
Sujeto bien mi bolso, veo el auto de Pablo y me acerco. Saludo a algunas chicas mientras lo hago. Iba a subirme adelante, pero la ventana trasera se abre, dejando ver a Eros. Suspiro y me acerco, abro la puerta trasera y me adentro. No lo miró y enfoco mi mirada en la ventana, mientras el auto empieza a conducir.
-¡Ahora vas a ignorarme! –miro hacia mi bolso, abro el pequeño bolsillo y tomo una paleta. Empiezo a abrirla.
-Tú te enojas. Cuando tú fuiste la que mentiste? –frunzo el ceño y lo miró.
-Estoy enojada porque golpeas mi trasero, me dejaste una marca! -se mantiene serio, coloco la paleta en mi boca y vuelvo a mirar por la ventana –Maldito cínico –susurro para mí. Hay unos segundos de silencio, hasta que escucho la pequeña ventanita del medio cerrarse, separándonos de Pablo. Suspiro pesadamente y vuelvo a mirarlo. Quita el bolso de mi regazo y lo deja en el suelo, apoya una mano a mi costado, para poder inclinarse. Mantengo mi mirada en la suya, mientras acerca su rostro.
-Exacto, pequeña. Dejo una marca, mi marca –coloca su mano en mi paleta y lentamente me la quita –Porque temo que cada vez que me mientes, sea para que otro vea el prodigioso cuerpo tuyo. Entonces, me encargo de dejar la marca, para
que me recuerdes –entrecierro los ojos –Y además, porque me encanta ver como finges que no te gusta. Aprieto mi mandíbula mientras se aleja, colocando la paleta en su boca.
Se aleja y gira su mirada hacia la ventana, ruedo los ojos.
Porqué no ha huido de las garras de sus padres?🤔
Porqué no le dice a Eros las verdaderas condiciones en las que ella ha vivido?🤔
Porqué no busca una salida a todo si es inteligente?🤔
Qué emoción 🤓
Pero no sé hasta dónde Eros comprenda a Bayolet 🤔
Sigo con mis conjeturas hay algo más en ese matrimonio arreglado que no termina de convencerme 🤔
Cómo es posible ésto pero no nos engañemos aún en pleno siglo XXI muchas chicas están expuestas a éste trato por parte de quien debería cuidarlas y protegerlas de todo y de todos 😥😥😥