EL PODER DE LOS OJOS DIVINOS

La historia continúa.

En la biblioteca del Gran Árbol, Gabriel, Lisa y Datch se encontraban reunidos. Después de semanas de ardua investigación, finalmente habían obtenido información crucial sobre la Espada de Ira, como habían decidido llamarla.

Descubrieron que la Espada de Ira tenía la habilidad de absorber el maná de su portador, incrementando su poder y velocidad. También era capaz de lanzar la energía acumulada, pero únicamente podía absorber el maná oscuro, que identificaron como la energía proveniente del ojo izquierdo de Gabriel. Curiosamente, la espada no logró absorber ni el maná de Datch ni de lisa, y aún continuaba siendo un misterio la identidad del ángel del que procedía el resto de la energía.

Gabriel dedica cada día a practicar el idioma antiguo, pero hasta ahora no han descubierto nada acerca de la habitación secreta o del contenido de los libros.

En medio del frondoso bosque, Gabriel y Datch se preparaban para un entrenamiento intenso. Cara a cara, se retaban el uno al otro, mientras Lisa observaba emocionada desde un tronco cercano, ansiosa por presenciar la destreza de ambo.

Gabriel levantó su mano y, con un gesto grácil, invocó una ráfaga de viento que hizo danzar las hojas de los árboles a su alrededor. En respuesta, Datch desenvainó su espada de ira y la sostuvo con firmeza, listo para contraatacar.

Aunque no poseía la habilidad mágica de Gabriel, Datch contaba con la espada de ira, un arma única que le permitía lanzar el maná almacenado en ella. Con un giro elegante de su espada, Datch liberó una onda de maná cortante que impactó de lleno contra Gabriel, quien retrocedió sorprendido por la potencia del ataque.

La batalla se intensificó, con Gabriel utilizando su magia para crear un látigo de agua y una ráfaga de fuego, mientras Datch se defendía con maestría, aprovechando el poder de su espada de ira para contrarrestar los ataques de su oponente. Los golpes resonaban en el bosque, creando una melodía de metal chocando contra el maná.

Luego de varios minutos de intensa lucha, Gabriel logró desarmar a Datch con un golpe bien calculado. Datch sonrió y extendió la mano en señal de reconocimiento. Se sentía feliz al poder canalizar la magia a través de la espada de ira.

Lisa se incorporó de un salto, aplaudiendo emocionada el desempeño de ambos. Estaba orgullosa de sus amigos y expresó su deseo de unirse a ellos en el entrenamiento. Datch, entusiasmado por la idea, se ofreció a entrenar con Lisa, deseoso de enseñarle a manejar la espada de ira.

Preparándose para enfrentarse a Lisa, Datch estaba consciente de que no podría utilizar la magia en esa pelea. Agarró con determinación su espada de ira, sintiendo la fuerza mágica que emanaba de ella, lista para ser desencadenada en el momento adecuado.

Lisa se transformó en un enorme lobo, mostrando sus afiladas garras y su mirada determinada mientras se lanzaba hacia Datch con una ferocidad imparable. Con rapidez, la niña loba atacó con sus garras afiladas, buscando herir a su oponente.

Datch demostró su agilidad esquivando los ataques de Lisa y aprovechando su destreza con la espada para contraatacar con precisión. Cada movimiento de la espada de ira liberaba destellos mágicos que aumentaban la potencia de sus golpes, permitiéndole igualar la ferocidad de la loba.

En un instante de pausa, Lisa soltó un grito devastador que creó una onda de aire amenazante, lista para derribar a Datch. Ágilmente, Datch levantó su espada y la partió en dos, neutralizando la amenaza lanzada por Lisa.

La batalla continuó con ferocidad, con Datch y Lisa intercambiando golpes y esquivando ataques en un mortal y frenético duelo. La espada de ira resplandecía con una luz sobrenatural mientras se abría paso en el aire, desafiando la fuerza de la loba en cada movimiento.

Finalmente, con un golpe certero, Datch logró desarmar a Lisa y vencerla. Aceptando su derrota, Lisa retornó a su forma humana. Gabriel observaba impresionado la fuerza de ambos. Datch, exhausto por el intenso combate, le pidió a Gabriel que recargara un poco de maná en su espada, la cual había consumido casi por completo. Gabriel sostuvo la espada, canalizando energía mágica en ella antes de devolvérsela.

Gabriel expresó su deseo de ascender a la cima del Gran Árbol para estudiar el antiguo idioma, mientras Datch y Lisa decidieron quedarse para continuar entrenando y perfeccionando sus habilidades.

Mientras Gabriel estudiaba el idioma, podía sentir y escuchar la feroz batalla que tenían Lisa y Datch. Después de una hora de concentración, Gabriel saltó emocionado, gritando de alegría por lo que había logrado. "¡Aprendí el idioma, estoy muy feliz!" exclamó, saltando de alegría. Lisa y Datch, al escuchar su grito, subieron rápidamente para unirse a la celebración. Gabriel les dio la buena noticia y los tres saltaron de alegría juntos.

Dos semanas le tomó a Gabriel leer todos los libros del estante, pero desafortunadamente, no contenían información importante. Gabriel, Lisa y Datch estaban decepcionados, hasta que Gabriel notó una orden en los libros que indicaba una entrada. Gabriel movió el estante y descubrió una puerta. Los tres se emocionaron de nuevo y la abrieron. Sin embargo, un olor putrefacto hizo vomitar a Datch, mientras Lisa y Gabriel se tapaban la nariz y aguantaban. Gabriel iluminó el lugar con un pequeño fuego, revelando un panorama impactante. En el centro, se encontraban cinco libros dispuestos sobre una mesa, junto a numerosos cadáveres y frascos con contenido extraño. Entre los cadáveres, había uno que parecía un duende en una camilla y otro de aspecto elfo en una silla. Gabriel tomó un libro que en su portada decía "leer primero".

Él abre el libro que contiene las siguientes palabras: "Si estás leyendo esto es porque has aprendido el idioma del antiguo alfo, ¡felicidades! La información de los libros de afuera es algo aburrida y poco informativa, pero los cuatro libros que están en la mesa te impresionarán. Me llamo Kira y el duende que debería estar aquí se llama Gir, mi mejor amigo. Mis libros te enseñarán muchos hechizos y conjuros que nunca hayas visto. Espero que seas alguien bondadoso, como te mencioné anteriormente. Deben haber cuatro libros en la mesa. El libro morado contiene mi historia, ese es el libro que debes leer primero; luego sigue con el libro azul, que te enseñará el hechizo curativo. Después, lee el libro verde, que te brindará hechizos y conjuros defensivos muy útiles en combate. Por último, el libro blanco, que te enseñará a realizar magia dimensional. Sin embargo, antes de que aprendas todo esto, solo te pido una cosa: por favor, entierra mi cadáver y el del duende junto al mío. Es lo único que solicito a cambio.

Gabriel se quedó inmóvil, su cerebro tenía que procesar una gran cantidad de información.

"Dime lo que contiene ese libro, Gabriel," dijo Lisa, con gran curiosidad y entusiasmo. "Si no me lo dices, te golpearé; mi curiosidad me está matando."

"Gabriel, ¿qué ocurre?" preguntó Datch, visiblemente preocupado. "¿Qué contiene ese libro? No puedo soportar la curiosidad."

Gabriel les contó todo a ambos y se quedaron atónitos por la emoción.

"¡Hemos encontrado los tres libros prohibidos!" exclamó Datch. "El hechizo curativo, el hechizo de defensa y el hechizo dimensional. ¿Cómo serán?"

"Gabriel, debes aprender esos hechizos rápidamente," dijo Lisa emocionada. "Estoy ansiosa por ver cómo funcionan."

"Entonces, estos son los tres libros prohibidos," pensó Gabriel para sí mismo. "Beatriz me habló de ellos en una ocasión; aprenderé todos estos hechizos, me volveré más fuerte y me defenderé de las 7 Pieza de Dios y de los Oradores de Orbes."

En otro lugar, en la plaza del castillo, el rey de Trini se erguía frente a una multitud reunida. David permanecía en pie con la cabeza en alto y una sonrisa en el rostro. Los vítores y aplausos resonaban en el aire, agradeciendo al hombre por su valentía y destreza en la batalla del bosque.

"En nombre de todo el reino de Trini, hoy quiero expresar mi profundo agradecimiento a David por su valentía y astucia demostradas en la batalla del bosque de Afba", exclamó el rey con voz firme.

La multitud estalló en una ovación de aplausos y vítores, mientras David se inclinaba respetuosamente ante el rey. Este prosiguió con orgullo en su voz: "Gracias a la trampa que tendimos a Beatriz, la asesina de la sombra, y Fill, el arquero dorado, hemos alcanzado una victoria crucial en esta guerra. Nuestra valentía ha sido vital para salvar a nuestro reino y ha demostrado que la astucia y la inteligencia son armas poderosas en el campo de batalla".

David asintió con humildad, agradecido por las palabras del rey y el respaldo del pueblo. Se sentía orgulloso de haber cumplido con su deber y protegido a su reino.

"Que esta victoria nos recuerde siempre que juntos somos más fuertes y que la unidad y la determinación pueden vencer cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino", concluyó el rey, levantando su espada en alto.

La multitud estalló en aplausos una vez más y David se sintió abrumado por la emoción y el reconocimiento. Había cumplido con su deber al derrotar a Beatriz y a Filo, ganándose el respeto y la gratitud de su rey y de su pueblo.

David dejó la plaza del castillo y se encaminó hacia su habitación. Mientras caminaba por los pasillos iluminados por antorchas, reflexionaba sobre la batalla que acababa de librar cerca de la ciudad de Áfba. En ese momento, se sentó en su silla, sumido en el aburrimiento, cuando de repente, seis misteriosas figuras encapuchadas y con capa blanca aparecieron frente a él en un abrir y cerrar de ojo.

Deja de jugar al héroe David" dijo un hombre con el logro de un caballo en la espalda. "Tenemos mucha misión por delante"

"Debemos encontrar a los oradores de orbe y también la llave para liberar a Dios" dijo un hombre con el logro de un alfil en la espada. "El sacerdote ordenó a David ayudar al Reino de Trini, no podemos contar con él"

"Ser muy fuerte es aburrido" dijo David mientras se inclina con la silla. "Las batallas no dura mucho"

"David debe estar preparado. la bruja predice que en 4 años nos encontraremos con la llave" dijo el hombre con el logro del rey en la espalda. "dice la bruja que no será fácil"

"Eso suena emocionante", exclamó David mientras esbozaba una sonrisa traviesa.

En el gran árbol,

"Gabriel, primero debes aprender los hechizos de dimensiones, su nombre da escalofríos", expresó emocionado Datch.

"Antes necesito conocer la historia", respondió Gabriel. "Debo entender la historia antes de aprender los hechizos".

Gabriel abrió el libro morado y comenzó a leer.

"Mi nombre es Kira Kagaku y soy un científico loco. Desde que nací mi vida ha sido una tragedia, pero algo sucedió que abrió mis ojos y despertó mi sed de curiosidad por aprender todo sobre... la magia".

Fin del capítulo