Camino Hacia Ti

Las personas aquí están vestidas elegantemente, trae joyas y vestidos de telas caras, bueno mi ropa está dentro de los estándares es casual, pero no se ve vulgar ni fuera de lugar.

(Gabriel) ¿Te duele tu pierna?

(Varela) No, yo me siento nerviosa.

... Estamos buscando a la señora Sofía y a Gastón, pero no los vemos por ningún lugar.

Gabriel busca a un joven y nos indica una mesa, ya casi al llegar una jovencita muy guapa me aleja de Gabriel y se le trepa en el cuello, yo me quedo inmovilizada.

(Jirel) ¿No me digas que no me reconoces?

(Gabriel) La verdad no y... Varela.

(Varela) Aquí estoy yo puedo...

(Gabriel) Varela vámonos a nuestra mesa luego buscamos a mamá y a Gastón, la reunión se va a dar. Y lo siento, pero no logro poder recordarte. Permiso.

(Jirel) Estudiamos en la ciudad y además soy hija de una amiga de tu mamá.

Sigo las páginas de tu familia por años, debes saberlo, hace unas horas llegué aquí a la ciudad, ya sabes tiempo de cosecha. No sabía que habías llegado.

(Gabriel) Lo siento, pero salí hace muchos años de aquí y no puedo recordar.

(Jirel) No te preocupes tenemos mucho tiempo para recordar, te di um beso porqué me gustabas mucho, mi hermano se enfureció.

Pero ya ese asunto está olvidado me fui siendo una niña, ahora ya no lo soy.

< Varela>

... Vaya no puedo creer la tremenda insinuación de parte de esta mujer. No tiene el más mínimo ápice de vergüenza, es más supongo que no la conoce. Pongo mis ojos en blanco y ella me queda mirando con desagrado.

Yo ni me inmutó a darle importancia.

Gabriel si no te molesta voy a sentarme, me incómoda un poco mi pierna.

(Gabriel) No. Vamos.

... Camino detrás de Varela y nos sentamos, que raro que mi madre no esté por ningún lugar, será que sucedió algo.

El representante de los granjeros junto a su esposa, hacen la presentación, se da el balance y mi madre nada que la veo, ya me estoy preocupando. Varela está mirando a todos lados y ella habla primero.

(Varela) Sabes que, quizá a la señora Sofía no alcanzó a llegar porque algo le ha sucedido, tienes el teléfono de tu mamá ¿verdad?

(Gabriel) Eso no se va a poder, deje mi teléfono en la camioneta justo ahora me vengo a dar cuenta.

(Varela) Yo no tengo teléfono, deje mi vida entera en la ciudad, así que no puedo hacer nada.

... Un hombre ya de edad viene y nos habla.

(Señor Bartolomé) Tanto tiempo Gabriel, veo que te has convertido en la viva imagen de tu padre. Y tu mamá como está.

(Gabriel) Pensé que estaba aquí, pero ya me confirmó que no ha llegado y salió antes que nosotros, espero y nada malo haya pasado.

(Señor Bartolomé) Ya veo, no creo que nada le pase, Gastón la sabe cuidar muy bien. Después de tiempo tu madre al fin pudo estar acompañada y Gastón es el indicado, es un hombre muy trabajador.

(Gabriel) Mi madre...

Varela vámonos ya.

(Varela) Pero... No vamos a esperar a la señora Sofía.

(Gabriel) Sí quieres la esperas tú, yo me voy.

... Me da susto las palabras que me dice, su tono cambió drásticamente, veo que su cara ha cambiado está muy serio parece enojado.

Tengo que ir con él, ya que no sé cómo irme de aquí, es bastante para un día, no quiero discutir más.

Atrás quedo el Gabriel amable, pensé que su carácter había cambiado un poco.

Salgo detrás de él, enciende la camioneta y a las justas logro subirme, no digo nada, aunque quiero decir muchas cosas. Este tipo es tan bipolar, primero fue amable y ahora hasta casi me deja en la ciudad.

El camino fue bastante incómodo, no veo las horas en llegar, ya tengo frío y estos pantalones no me ayudan. De pronto un sonido raro se escuchó en el motor, la camioneta se detuvo y quedamos a más de la mitad de camino, la noche está tan fría.

(Gabriel) Por un carajo, olvide ver si el tanque estaba lleno.

(Varela) Por eso se apagó.

(Gabriel) Es más que obvio si un vehículo no tiene combustible como mierda va a funcionar.

(Varela) Solo pregunté, no es para que me hables así.

(Gabriel) Por tonto que quise ayudarte a venir a estas ridículas reuniones. Y para colmo la señora no se apareció en lo que va la noche.

... Golpeó la camioneta una y otra vez, mi coraje va en aumento, pateo las piedras que hay a un lado de la pista. Busco si hay una linterna o algo para poder guiarme si hay una galón con combustible y nada de nada.

Varela permanece en silencio, vaya noche que pude tener.

Para completar la perfecta noche de frío, la lluvia empieza a caer, típico clima del campo. Lluvia, frío, sol. Tan inestable este clima como mi cabeza en este momento.

(Varela) Me quedo en silencio y permanezco en la camioneta, solo espero que cuando la reunión termine, algunos vecinos aledaños pueden ayudarnos. El frío se está apoderando de mi cuerpo y los escalofríos va recorriendo mi piel, debemos de estar a seis o siete grados, el frío es tremendo.

Gabriel trae la misma cara que cuando lo conocí, me quedo en silencio y permanezco abrazando mis piernas, voy a calentarme lo más posible.

(Gabriel) Toma bebé esto, hace te entrará calor al cuerpo.

(Varela) No gracias... Yo... Estoy bien...

(Gabriel) Tú te lo pierdes. Segura que no quieres un poco, es para que puedas entrar en calor.

... Esta mujer es terca o tonta, el frío es tremendo. No hay ni mantas ni nada aquí.

No sé cuántos minutos ha pasado y no hay luces de que nadie quiere regresar de la patética e hipócrita reunión. Tengo tanta rabia al saber que mi madre no asistió y desde cuando estará ocultando es relación a sus hijos.

Golpeó el volante con furia y la botella de brandy se hace añicos y una punzada se siente en mi mano, el líquido caliente se va deslizándo por mi mano.