Por salvar a un desconocido, mi vida se jodio. Ese desconocido se convirtió en el verdugo de mi vida, pero también en mi amor, pero no lo bueno no dura para siempre y lo malo tampoco.
NovelToon tiene autorización de Guadalupe Kristal para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Conociendo...
Al entrar Eduardo, Carmen se fue directo a el, llorando y sobando su mejilla.
Carmen : ¿viste?, que bueno que llegaras, si no está salvaje me hubiera matado, no se como puedes estar todo el tiempo junto de ella, puede lastimarte, así como me a lastimado, debes correrla.
Yo: Eduardo, se lo que viste y lo que escuchaste pero tengo mis motivos, ella.....
Eduardo camino hacia a mi, tomo mi mano y la reviso.
Eduardo : ¿te lastimaste al golpearla?
Yo: ¿eh? .....
Carmen : ¿como le puedes preguntar eso? , ella fue quien me golpeó, yo soy la que está lastimada, preocupate por mi.....
Eduardo : (molesto) se lo que paso, o ¿a caso también piensas que soy estúpido?, si ví que te golpeó, pero también se porque... No me sedujo, no es una zorra, por si no lo sabes Carmen, ella me salvo mi vida y estoy eternamente agradecido y en deuda. Aparte (camino hacia ella y la vio frente a frente) si es o no mi mujer, eso no te incumbe a ti ni a nadie más, no necesito el permiso de nadie... Entendido
Carmen : pero ella..
Eduardo : (apretando la cara de Carmen con su mano) solo por que ella ya te a golpeado, para la próxima que intentes lastimarla, te echaré al abono de las vacas y te sacaré de la hacienda, si sigues comportándote de esta manera, (mirándola directo a los ojos) entiendes.
Carmen solo asintió con miedo, Eduardo la soltó y volvío a revisar mi mano, pido una pomada para mi, la puso en palma y me dio un suave masaje.
Yo: sigues molesto?, no era mi intención comenzar un pleito pero...
Me interrumpio con un shhh
Eduardo : olvidalo, como dije escuche todo, no es necesario que me lo expliques, por esto no quería que estuvieras en la cocina.
Yo: si lo se ahora, pero de todos modos gracias.
Eduardo : no, disculpame por haberme tardado tanto en ponerla en su lugar.
Eduardo se fue, me pidió ir a mi habitación, y lo esperara para la cena. Así lo hice, me subí a mi habitación.
Tiempo después llegó y cenamos, platicamos un rato, y después nos despedimos para irnos a dormir.
Así pasaron muchos días y unas cuantas semanas , seguía con mi entrenamiento, ayudaba a Teresa con la comida y a lavar la ropa en el río (de mis lugares favoritos), también aprendía cosas básicas del rancho, como obtener la leche directo de la vaca, ir a buscar los huevos que ponían las gallinas, cortarle la lana a los borregos, cepillar a los caballos y dar el alimento a cada animalito, como se ve, tenía días muy ocupados, pero si hubiera sabido que serían los días más felices de mi vida, los hubiera aprovechado al máximo, hubiera despertado a las 5 am y dormirme a las 12 pm, si hubiera podido. Pues todo cambió cuando empecé a salir al centro.
Poco tiempo después, con un salario que me daba Teresa a la semana por ayudarla, (que obligadamente lo tome), pues al principio no quería cobrarlo, ya que era mi paga por la deuda a Eduardo, ella me dijo que era una orden, y que de todas formas el ya había cobrado una parte, así que lo que me daban era con el descuento, aún así, era suficiente, ahorraba la mayoría, ya que la comida y el hospedaje me lo otorgaban ahí mismo, así que decidí ir a conocer, le pedí a Teresa que me llevara a misa, ya tenía tiempo de no ir, ella me aceptó tan gustosa pero me dijo que debería de llevar vestido, pues en el rancho ya se habían acostumbrado a verme con pantalón, pero los de afuera me verían extraño, aparte iré a una iglesia y no esta bien maldecir a la gente (eso pensé), entonces le pedi acompañarme al centro y que me ayudara a comprar un lindo vestido.
Al explorar el lugar, se veía parecido a un centro comercial como la ciudad, vendían celulares, había cine, comida rápida, pero también había fonditas con comida casera, vendían flores que cosechaban ellos mismos, vendían verdura y fruta todas frescas, se veía como un centro comercial y un mercadito juntos, la calidez de gente era muy especial, pero Tere me pidió caminar rápido y no quedarme a hacer platica.
Yo: ¿ qué pasa Tere? , no hay prisa, todo quedo echo en casa, la gente es muy amable, es la primera vez que salgo.
Tere: lo se señorita, pero la gente aquí es muy curiosa, y usted resalta mucho aquí, no está bien que sepan de donde viene o que vive usted con el joven patrón, pues son quisquillosos y pensaran mal de usted, al creer que no esta casada para vivir con un hombre.
Yo: ay Teresita, son cosas triviales y sin importancia para mi, solo quiero disfrutar el paseo, no me importa que piensen los demás.
Tere: al fin entiendo por que le gusta al joven, él piensa lo mismo que usted señorita, pero aquí hay mucha gente y es mejor no jalarle la cola al toro, vamos compremos unos hermosos vestidos, se donde están unos que se le verían preciosos.
Caminamos, ya sin contratiempos, llegamos a una pequeña tienda de vestidos, donde no eran nada lujosos, ni extravagantes, pero así eran como me gustaban, sencillos pero cómodos, para nada cargados, eran simples, pero tenían un toque de ternura y delicadeza, estaban realmente hermosos, eso me atrajo enseguida. Entramos y antes de llegar al tocador Tere me dijo.
Tere: señorita, perdón por traerla aquí, si quiere vamos a un lugar mejor, aquí hay vestidos muy simples, y a lo mejor usted quiere unos vestidos modernos o de esos bonitos con brillitos y así, estos son un poco pasados de moda. Discúlpeme
Yo: no me pida disculpas Teresita, estos vestidos están hermosos, y son de mi gusto totalmente, venga vamos a preguntar y a mirar unos.
Entramos, le pedimos a las personas encargadas que nos dieran diferentes diseños, pero en colores claros, amaba esos colores, para mi la luz es libertad, y siento que esos tonos la representan.
Después de un tiempo y viendo ya muchos vestidos, compre 10, estaban demasiado accesibles, muy económicos para ser tan hermosos, los vendedores quedaron muy agradecidos, pero se les hacia raro que una persona de mi edad, le gustaran esos vestidos anticuados para mi época, pero a mi no me importo, sabía lo que quería y no me importaba lo que los demás pensaran, total, ya iba a usar lo que todos querían que usará.
Llego el día domingo, por la mañana, me metía a bañar, me arregle, me puse uno de los vestidos que compre, era color azul turquesa, con flores rojas y rosas,con tirantes, pegadito en la espalda y de frente, pero de la cintura para abajo era suelto, me llegaba abajo de la rodilla, literalmente perfecto, como si lo hubieran echo a mis medidas exactas, tome un pequeño tocado para mi cabello, me amarre media coleta y el resto del cabello suelto, me puse unos zapatos negros, de tacon pequeño, pero hermosos, qué me ragalo Tere, para finalizar, me maquille un poco, nada exagerado, jugué con los tonos claros del vestido para colorear mis párpados, con un pequeño toque de color vino pinte mis labios, puse colorette en mis mejillas, y un chorrito de perfume de flores lilas qué me regalo Eduardo una semana después de que llegue.
Al bajar las escaleras, le hable a Teresa para preguntarle si ya estaba lista, después de un ratito, salió estaba igual que yo, cambiada notablemente, perfumada, ya no usaba el delantal que le veía a diario, se hizo sus dos hermosas trenzas y las adorno con un listón rojo, al verme me dijo algo con apena.
Teresa : disculpe señorita la demora, pero alguien quiere ir con nosotras.......