El Omega Y El Demonio.

Riley estuvo pensando un poco sobre el asunto en la falta de derechos a los omegas y en como los culpan por algo que no pueden evitar, porque supuesto que si los omegas pudieran controlar, el celo de un omega es una desventaja muy grande para ellos y los alfas abusivos se aprovechan de esto, culpadolos sin son atacados. Era realmente injusto, lo peor es que incluso en su vida pasada, también era así, pese a que tenían más derechos, los alfas siempre lograban salirse con la suya y culpaban al omega de ser quien provoco que lo atacarán.

— el general me contó lo que sucedió anoche, se veía preocupado por haberlo hecho pasar un mal rato.— menciona Susan, mientras le peina.

— no fue su culpa, solo quería llevarme a pasear y yo me enoje.— no quisiera admitirlo, pero en parte era verdad.

— creo que llevárselo a la fuerza tampoco fue buena idea.— Susan ríe.

Susan le acomoda el cabello y le agrega un hermoso broche de flor blanca a un lado. Sin duda el joven príncipe era hermoso.

— le queda perfecto. Venga, iremos a un picnic.— Susan se ve emocionada.

Riley solo recuerda que el último picnic no salió nada bien y termino mordiendo el cuello del general. Ambos caminan hacía el jardín, Susan le guía hasta una zona donde se ven grandes muros de arbustos y flores de todos los colores, en medio de la plantación, hay un enorme árbol que da sombra y abajo de este es el sitió ideal para el picnic, incluso las otras doncellas ya han colocado una manta y almohadas, así como una variedad de postres y té, Susan si que se esforzó para que se viera bien, pero Riley frunce un poco los labios al ver llegar a Hayden.

— Susan, ¿esta idea es del general? No puedo creer que te pre...—

— es mi idea, le dije que usted estaba de acuerdo, perdone por todo, pero yo solo quiero que ambos estén bien y sean felices.— se inclina ante Riley.

El rubio deja salir un largo suspiro, no puede creer que su doncella haya hecho algo así, pero admite que sabe bien lo que hace, todo lo servido se ve delicioso.

— asumo que esto fue idea tuya Susan, porque su alteza no se ve nada feliz de verme.— Hayden fácilmente deja ver una expresión de tristeza.

— lo siento general, solo quería ayudar.— se disculpa Susan.

— su alteza no se ve feliz y tu deber como doncella es ver que tu amo este bien. No hagas cosas que lo enojen y lo perjudiquen.— lamenta ser duro con Susan, pero puede ver la inconformidad en Riley.

— oye, no hace falta que regañes, ella solo trata de ayudarte.— habla molesto Riley.

—¿ayudar a que sigas enojado conmigo? Porque creo que eso si lo logro, no oculta su desagrado, alteza.—

Riley se sorprende al notar que Hayden se ve molesto, parece que no se despertó de buen humor.

— s-si, pero no necesitas regañarla.—

Hayden deja salir un suspiro y mira Susan.

— te lo agradezco Susan, pero no era necesario, además tu amo me mira como si le arruinará su día, con permiso.— hace una reverencia ante Riley.

— pero...— Susan se veía decepcionada.

Riley puede ver que Susan se veía triste por lo que acaba de pasar, así que corre para alcanzar a Hayden sujetándolo de la mano.

— Susan tuvo buenas intenciones, quédate.— desvía la mirada.

— agradezco que se haya esforzado, pero no puedo quedarme, no creo que usted quiera mi compañía.— le aparta la mano.

Hayden sigue su camino, lamenta actuar de esa forma, pero parece ser que sin importar lo que haga, Riley seguirá rechazandolo y ayer le hizo pasar un momento horrible debido a su insistencia.

Trata de seguir su camino, pero algo impacta contra su cabeza, cuando voltea, pasando por su mano por su cabello, ve que era un panecillo y al dirigir su vista hacía Riley este tenía otro en su mano.

— no se para que insistes si luego actuaras así...¿crees que es fácil para mi? ¿No eres tu quien lo abandonó primero? ¿donde estabas cuando te necesito? Debiste buscarlo, pero solo lo abandonaste...no tienes ni la menor idea de lo que paso...— lanza nuevamente otro pastelillo.

Hayden se cubre con los brazos para evitar que le de en la cara y al ver nuevamente al rubio, este se veía molesto, con los ojos llorosos y lo sabe, sabe que es verdad lo que dice, ¿donde estaba cuando Riley lo necesito? Es verdad que no sabe por lo que ha pasado y si lo piensa bien, solo ha estado intentando recuperar su cariño, pero no ha pensando en escucharlo y consolarlo.

Riley se da la vuelta y regresa hacía Susan, ahí, ella le da agua para lavarse las manos.

— es mi culpa, soy quien ha ocasionado esto.— menciona Susan.

— no, no es así, tú solo querías ayudar y te lo agradezco. Aunque él se vaya yo me quedo a comer.—

Riley va a sentarse y prueba. Hayden estaba por marcharse, pero se queda observando al rubio, quien se ha secado las lágrimas y trata de comer un pastelillo de chocolate. Hayden le pide a una de las doncellas agua para limpiarse y después se acerca donde está Riley.

— hablemos más tarde, quiero saber que paso, quiero entender todo y yo te diré todo de mi, entonces decidirás si quieres que siga aquí o que me marché...—

Riley se queda en silencio pero levanta la vista.

— esta bien, te mandaré llamar...—

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Más tarde, Hayden estaba revisando todo sobre la guardia de esa noche, cuando Susan llega y le dice que Riley lo espera en la sala de descanso del segundo piso.

— su alteza ha sufrido mucho, por favor, no lo haga sufrir más...si él le cuenta todo, por favor no lo abandone...— suplica Susan.

— no lo haría.—

Hayden le deja el resto al mayordomo mientras que sigue a Susan para subir al segundo piso. Al entrar a la sala, Riley estaba parado cerca de la ventana, se apoyaba en el alféizar, tan pronto escucha que Susan se retira y se cierra la puerta, deja salir un largo suspiro, no sabe como comenzar a hablar con el demonio y no sabe como se lo tomará cuando sepa la verdad.

— ¿estas seguro de que quieres saber la verdad?— pregunta mientras se da la vuelta.

— por supuesto, quiero saber todo, pero se que podría ser doloroso para ti contarlo...—

Riley puede notar que hay preocupación en la expresión de Hayden.

...