Vidas Cruzadas

INTERROGUEN A TODOS LOS QUE ESTUVIERAN CON ELLA DESDE QUE LLEGO HASTA EL MOMENTO EN QUE ELLA SUBIO.

- A VER. Vamos hacerlo. El detalle es que Lucrecia, tu prometida firmo su confesión donde ella la vio quitarle el arma homicida de su corazón. Que mas Bastian, si apelamos será un caso nulo. No estamos para perder un caso de los Ferretti.

- QUE COÑOS ME DICES. QUIERES QUE LA DEJE REFUNDIENDOSE EN LA CARCEL POR UN CRIMEN QUE NO COMETIÓ.

- Como sabes que no fue ella. Tenia motivos suficientes. La herencia de Samuel por ejemplo.

- DEJAME SOLO.

Me di la media vuelta con la silla mirando a todas las chicas que estaban en su hora de entrenamiento, cada una oacusada por un crimen que comprobamos a ultima instancia, cada una de aquí tenia una sentencia por sus crímenes, pero algo me dice muy en el profundo de mi corazón que Renata es inocente y tengo que demostrarlo.

Renata:

La doctora en ningún momento me habia dejado sola, siempre estaba ahí haciéndome chequeos constantes, era muy linda conmigo.

- Doctora, cuando podre ver a mi madre.

- Bueno, no sé Renata, por lo general las visitas con las chicas son los domingos pero… Por alguna razón tú no podras recibir visitas.

- Por que?

La doctora se sentó al lado de mi cama tomándome de la mano con fuerza.

- Renata, hay muchas personas malas, infelices que hacen cosas muy malas. Por no saber tu estabas entre personas muy malas.

- Los Ferretti?

- Solo Samuel se libraba de ser como su familia.

- Lo conociste?

- Si, era un chico excepcional, siempre con esa hermosa sonrisa que lo caracterizaba, es mas en obras benéficas él siempre estaba presente. Siempre fue genial, creo que nadie tendría nada malo que decir.

- Lo sé. No creo que pueda volver a enamorarme de nadie como lo hice con él.

- Renata, aun eres joven y te falta mucho por vivir.

- VIVIR, EN ESTAS CUATRO PAREDES DONDE ESTOY SIN MI LIBERTAD. CON QUIEN ME VOY A ENAMORAR, DE UN MALDITO OFICIAL, QUE ME TENGA QUE SOMETER PARA HACER FAVORES SEXUALES PARA QUE NO ME GOLPEEN.

Me levanté de la cama para darme una ducha, tome el uniforme que llevaría puesto por el resto de mi vida.

1 semana después:

Miraba a las chicas entrenando al volei bol, siempre me apartaba de las demás, nunca me hablaban y tampoco lo hacia para no meterme en problemas, la vida aquí era como solo despertar a las 6:00 am, nos dan el desayuno no s hacen hacer labores de limpieza en todo el lugar, tomamos unos estudios con profesores certificados, al menos el director se preocupa por el bienestar de nosotras, dice que al menos después de cumplir el tiempo establecido podremos salir y considerarnos capaces de hacer las cosas por si mismas, a las 2:00 pm se sirve el almuerzo donde luego nos duchamos, al menos contamos con agua tibia pero los minutos son contados asi que tiene que ser un baño rápido pero bien. A las 4:00 pm podemos tomar el deporte que gustemos, aun no me inscribo en ninguno, no hay nada peor que saber que aunque una se pueda esforzar aquí es como si no lo hicieras. A las 7:00 pm se nos sirve la cena para luego proyectarnos películas o algo que deseemos hacer, no hay muchas opciones. Los oficiales con los que me he tocado son respetuosos, pasan de nosotras, cuando tomamos las duchas una oficial es la que entra para que no hayan problemas o que se quiera armar el revuelo. Los demás nos custodian siempre al pendiente de lo que nos pase. Hace poco una de las chicas se lastimo la rodilla, rápido el oficial se percató llevandola de urgencia al consultorio de Siena. Muchas de las veces me paso con ella ayudándola en su consultorio, siempre pensé que podía estudiar para ser Doctora o Enfermera en caso que no pueda lograr apuntarme para doctor. Siena me cuenta muchas cosas sobre Bastian pero aun no logro entender por que ella siendo una mujer hermosa no encuentra a otro hombre además Bastian esta comprometido y las veces que habla con ella lo hace de manera cortante solo refiriéndose al trabajo. En fin.

Salí de mis pensamientos cuando una chica me llamaba para que les pasara la pelota con las que estaban entrenando. Me baje de las gradas para ir en busca de la pelota, la tome, mirando de lejos que Lucrecia habia arribado al lugar. Sentí como mi corazón empezó a latir tan fuerte que quería arrojarle la pelota que tenia en mis manos.

- Hey chica!!! Pasar la pelota!

Negue con la cabeza dando la media vuelta, cuando aventé la pelota sin querer le di a la chica que estaba viniendo por ella.

- Lo siento! En verdad lo siento.

- Tranquila nena, solo fue un golpecito. Me llamo Elena.

- Renata.

Elena, aventó la pelota con gran fuerza para que las demás siguieran en lo que estaban, nos estrechamos las manos.

- Eres nueva aquí cierto? Te veo siempre con Siena después de los labores.

- Si, llevo unos dias.

- Bueno Reni, te puedo decir Reni.

Mis ojos senti arder cuando estaban llenándose de lagrimas, Reni, me decían mi Madre y Samuel de cariño, a ellos les encantaba hacerme sentir especial.

Asenti con la cabeza, dejando caer unas lagrimas por mis mejillas.

- Vamos, chica, si no quieres que te diga asi mejor dejémoslo en Renata.

- Gracias.

- Por que estas aquí?

La mire tristemente, no sabia si debia hablar o mejor pasar de sus preguntas pero llevaba dias que por mas que intentaba no pensar en lo sucedido solo llegaba a mi mente los recuerdos que tenia de Samuel.

- Bueno, bueno, Renata, todas hemos cometido cosas para estar aquí. Yo por ejemplo le robe unos panes al maldito panadero para poder alimentar a mis hermanitos, por que mi madre esta primero su macho y luego los hijos que va teniendo como coneja.

Sonreí al escuchar el calificativo que le daba a su madre, además que era Elena era como una caricatura andante.

- Vamos dime cual fue tu pecado.

- Me acusaron de matar a una persona.

Mire a Elena que se le borro la sonrisa de sus labios, se puso tan seria que solo me miraba fijamente, quizá saldría corriendo después de escuchar lo que le dije.

- Te acusaron injustamente?

Asentí con la cabeza, sentí como de nuevo mis lagrimas caian, se me vinieron rápido todas las imágenes de ese dia. Le hice gesto de una pequeña sonrisa.

- Samuel era mi novio y lo asesinaron.

- Que coños?

- Ni siquiera se por que te cuento esto.

Oficial: Renata Nunier!

Las dos miramos donde me habia llamado el oficial.

- Ve, luego seguimos!

Me levante para llegar al oficial, estaba muy serio, me hizo señal para que le siguiera, será que tenga que ver con la visita de Lucrecia a este lugar. Caminamos por el pasillo donde saludé a Siena al pasar.

- Donde me vamos?

- A la oficina del Director!

Tome un gran suspiro, llevaba una semana aquí y siempre se dirigía a Siena nunca a mi, solo que él quiera decirme algo. Abrio la puerta dándome paso. El oficial cerro la puerta. Mire a Lucrecia con una sonrisa de burla, sentia como mi corazón latia tan fuerte que podía escucharse.

- HOLA NIÑA! ESTAMOS TU Y YO SOLAS.

- Debo regresar donde estaba.

Lucrecia rápido corrio hacia la puerta impidiendo que pudiera salir de la oficina.

- NO ESTUPIDA! NO TE IRAS NINGUN PUTO LADO.

Retrocedi dando pasos hacia atrás, no quería estar cerca de ella, no se que se pensaba o que es lo que quería, solo la quería lejos de mi.

Metió la mano a su bolsa sacando un cuchillo. Mi mirada en ningún momento se apartó de ese cuchillo por que o me mataba ella con eso o no se para que me lo entregaría.

- TOMALO!

Negue con la cabeza, quería desesperadamente salir del lugar, sabia que no era nada bueno que haya venido aquí. Pero claro era la prometida de Bastian y la dejaban pasar como se le antojara.

- No, será mejor que se vaya.

- YO IRME, RECUERDA QUE TU SOLO ERES LA ASESINA DE UN INOCENTE EN CAMBIO YO SOY LA PROMETIDA DEL DIRECTOR AQUIEN CREES QUE LE CREAN.

- No se que es lo que pretenda señorita pero déjeme ir.

- NO, CLARO QUE NO TE IRAS.

Lucrecia se aventó hacia a mi tomándome de la mano con fuerza empezando hacer que tomara el cuchillo empezamos a forcejear, era imposible que estuviera tan insistente en que de nuevo este con sus cosas para ocasionarme problemas, no lo iba a permitir esta vez no.

- MALDITA ESTUPIDA!!

Lucrecia me empujo con fuerza cayendo al piso justo cuando ella iba a darme una patada, con un ligero movimiento le di una patada cayendo al piso, ahora era mi turno, la tome del cabello enredando mi pelo…

- VAMOS GOLPEAME, ESO HACEN LAS ASESINAS MIENTRAS TU ESTUPIDA MADRE ESTA MUERTA SIN LA OPERACIÓN.

Me dio tanto coraje en la forma que se burlaba de mi levante su cabeza jalándole su cabello golpeándola en el piso..

- ASESINA TU MATASTE A SAMUEL… ERES UNA MALDITA ASESINA… ASESINA, ASESINA, MATASTE A SAMUEL MALDITA HIJA DE PUTA!!! ASESINA!!

Sus palabras eran cuchillos en mi, no lo dude mas, ella estaba disfrutando el dolor que me causaba con esas palabras tome el cuchillo que estaba cerca de nosotros me fije en ella clavando el cuchillo…

- AAAHHHHGGGGGGGGG!!!!!!!!!!!!!!

Mis lagrimas empezaron a caer, la puerta se abrió.

Bastian: Lucrecia. RENATA!!!!!

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