Mia está en un gran problema.
Luego de la muerte de su madre, un extraño hombre que dice ser su padre aparece en la vida de Mia, poniendo de cabeza su mundo entero. El mundo que pensó que era un mito se convierte en su realidad. No solo existen los hombres lobos, sino que ella también lo era, precisamente un beta. Confundida con los acontecimientos, Mia hace lo que mejor sabe hacer: adaptarse.
Sin embargo, ella no esperaba que su burbujeante personalidad la metiera en más de un aprieto cuando descubre que es la compañera destinada de uno de los príncipes alfas de sangre pura.
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El Gran Enrique Logus Velarium
El maestro a cargo de la clase era un hombre algo mayor con una barriga prominente y unos anteojos anticuados. Cuando sus ojos se fijaron en mí. Supe que iba a suceder algo que odiaba: Hablar de mí.
— Muy buenos días, jóvenes. Cómo pueden ver tenemos a una nueva estudiante en nuestra clase. Espero que sean amables con ella y la ayuden a adaptarse rápidamente, Mia nunca ha estado en nuestro reino, ella fue criada en el mundo humano por lo que muchas de nuestras costumbres son nuevas para ella. Así que espero que la disculpen si ella actúa de manera inapropiada. Ven Mia, preséntate con todos.
Odiaba esto, me hacía ver como una niña pequeña y tonta. Con pasos pesados y llenos de desgana me levanté del asiento y me dirigí hasta donde el maestro. Esther sonreía de manera amigable mientras me instaba a que hablará. La chica a su lado solo me dio una mirada en blanco al parecer no le agradaba. El resto de la clase me miraba con curiosidad, a excepción de esas cuatro personas.
— Hola, mi nombre es Mia Friedman. Seamos amigos.
No dije nada más. No sabía qué más decir por lo que solo sonreí. Dicen que cuando no sabes qué hacer, solamente sonríe, de la manera más inofensiva posible.
— Puedes ir a sentarte.
El maestro dijo con decepción al notar que no iba a decir nada más. Hice caso a las palabras del profesor antes de que empiece a hacerme preguntas que no quería contestar. No es que no fuese una persona social, me gustaba charlar con los demás, pero nunca me ha gustado hablar de mí misma.
Pronto la clase inició, sin embargo, sentí la necesidad de lavarme los oídos en cuanto escuché el contenido de la clase. Por primera vez asimilé que este en realidad era un mundo nuevo aunque algo fantasioso, pero, era mi realidad, la realidad que me había empeñado en satirizar.
Ahora me encontraba en la boca del lobo, literalmente. Y yo debía unirme a la manada si no quería convertirme en su presa.
— La última vez hablamos sobre la división de nuestra especie. ¿En cuántos grupos está dividida?
— En tres: Alfa, Beta y Omega. En donde los Alfas son los líderes y en su mayoría son hombres, los cuales están dotados de habilidades que los betas y omegas no poseen. Luego siguen los betas que son la clase obrera en su mayoría representan el papel de ejecutores. Y por último están los omegas que carecen de habilidades y fuerza. Son los más débiles del grupo.
— Muy bien, Andrew. Pero te faltó hablar sobre los Alfas de los Alfas. Los Alfas Sangre Puras que son los Alfas más poderosos y puros de sangre. Son los gobernantes supremos de los licántropos y poseen habilidades y poderes únicos. Son escasos y altamente respetados, y su autoridad es incuestionable. Justo en nuestro reino solo tenemos a 5 de ellos, de los cuales una es mujer, la única en todo el reino.
Tras sus palabras todos miraron hacia atrás con fascinación y temor. Los murmullos no se hicieron esperar.
— ¿Quién se convertirá en nuestro próximo rey?
— Dos de los príncipes son Alfas de sangre pura.
— Pero según nuestra ley, también el joven Ciel y Leila pueden disputar el trono.
— No digas eso, quien no sabe que el próximo rey será Bastian.
El maestro hizo un ademán para detener los murmullos y continuar con su explicación.
— Ahora en esta clase vamos a hablar sobre el principio de nuestra monarquía. Hablaremos sobre el Gran Enrique Logus Velarium. En el año 1489, después de la devastadora Batalla Dorada contra los vampiros, nuestra especie se encontraba al borde de la extinción. La mayoría de los licántropos habían perecido en la lucha, y los pocos que sobrevivieron se encontraban dispersos y sin liderazgo. Fue en este momento crítico cuando el Gran Enrique Logus Velarium, un Alfa Sangre Pura de gran sabiduría y visión, decidió tomar las riendas y establecer un nuevo orden.
» Con la ayuda de los λυκάνθρωπος, seres con conocimientos y poderes antiguos, Enrique Logus Velarium fundó el Reino de Norden, un estado que abarcaría territorios estratégicos y permitiría a nuestra especie reorganizarse y fortalecerse. El reino se convirtió en un refugio seguro para los licántropos, donde podrían vivir en armonía y protegerse mutuamente.
» El Gran Enrique Logus Velarium se convirtió en el primer rey de Norden, y su liderazgo visionario permitió que nuestra especie comenzara a reconstruirse y prosperar de nuevo. Bajo su mando, se establecieron las bases de la monarquía y se definieron las reglas y tradiciones que seguirían nuestros sucesores.
» Desde entonces, el Reino de Norden ha sido gobernado por una sucesión de Alfas Sangre Pura, cada uno de los cuales ha contribuido a la estabilidad y el crecimiento de nuestra sociedad. La monarquía ha sido un pilar fundamental en la historia de los licántropos, y su legado continúa siendo relevante en la actualidad.
¡Wow! ¿Qué clase de historia era esta? ¿A dónde fue mi querido Cristóbal Colón y su descubrimiento de América? ¿Charles Darwin y su estudio sobre el origen de las especies? ¡Ay, Dios! Esto es porque siempre me queje de que estaba aburrida, esto no es divertido, señor. ¿Qué es eso de la batalla dorada? ¿Qué es eso de vampiros? ¡No me digas que también existen!
No sabía que más me sorprendía, todo me estaba mareando.
Aunque mi mente se había preparado para este tipo de escenario en cuanto desperté luego de que me desmayara después de ver la transformación de mi padre. Eso no quita el hecho de que todo esto me parecía ridículo. Me pellizqué el brazo por enésima vez mientras me preguntaba si esto no era un sueño.
Ni siquiera pude entender las siguientes palabras del profesor, todo se sentía como alguna historia de fantasía sacada de algún libro. Todo era tan fantástico que era inverosímil. Por lo que ni siquiera me di cuenta cuando las cuatro horas de clase terminaron hasta que Asther se levantó y salió del salón de clases. Solo ahí me di cuenta de que era la única persona que quedaba.
Al ver que nadie se me había acercado a hablar, ya sea por curiosidad o alguna otra cosa, supe que iba a ser algo difícil hacer amigos aquí. Lo que sea.
Suspiré resignada mientras me dirigía a la cafetería de la academia.