Tú, Mi Bello Tesoro 2

Karen estaba alimentando a Eva cuando Santiago entró al cuarto y encontró a su pequeña en la cama matrimonial.

 ⎯  ¿Qué hace esa intrusa en mi cama? ⎯ preguntó fingiendo enfado.

 ⎯  Hoy fue un día agotador, necesitaba acostarme pero esta glotona no para de comer.⎯ explicó mirando con ternura a su hija.

 ⎯  Bueno iré a tomar un baño.⎯ beso a su mujer en los labios y luego la cabeza de su hija.⎯  Regreso en unos minutos.

 ⎯  De acuerdo.

Karen continuó unos minutos más dándole de mamar a su hija y cuando al fin  la bebé estuvo dormida la llevó a su habitación. Al regresar comenzó a desvestirse, sigilosamente entró al baño y abrazó a su esposo por la espalda.

 ⎯  ¿ Ya se durmió? ⎯ preguntó Santiago al sentir como ella acariciaba su cuerpo.

 ⎯  Sí, tenemos tres horas antes que se despierte nuevamente.

Él se giró y la besó con mucha pasión, no se cansaba de hacerle el amor a su mujer a cualquier hora y en cualquier lado, ella era su complemento perfecto y cuando se fundían en un solo ser, era simplemente estar en el paraíso.

Sus manos recorrían todo el cuerpo de la joven deleitándose con el suave murmullo de sus gemidos, hasta que sus dedos encontraron ese punto especial que la volvía loca. Sin poder contener el deseo, Karen le exigió mucho más, Santiago la levantó en brazos y la apoyó contra la fría pared de mármol dejando un sendero de besos por su cuello hasta llegar a sus pechos. Ella enrolló sus piernas en la cintura de su futuro esposo y se dejó embestir con fuerzas. Ambos habían estado durante todo el día separados y se extrañaban con desesperación. Cuando al fin sus cuerpos estuvieron satisfechos por completo, él con delicadeza la depositó en el suelo

 ⎯  Te amo.⎯ murmuró casi sin aire.

 ⎯  Yo también te amo.

Santiago tomó el jabón y lo pasó por el cuerpo de su bella novia, y con  agradables movimientos se dedicó a limpiar cada rincón de su piel con una suave esponja. Una vez que ambos estuvieron lo suficientemente limpios salieron del baño y se recostaron en la cama, ella jugaba con el pecho de Santiago cuando de repente le preguntó.

 ⎯   ¿Sabes qué pasó entre Trevor y Carolina en el jardín?

 ⎯  Al parecer discutieron por el niño, ella admitió que es el padre; pero no quiere que Trevor se acerque a él.

 ⎯  ¡Eso está mal!

 ⎯   Karen, seamos realista, tú estuviste a punto de repetir su historia no podemos juzgarlos.⎯ reflexiono.

 ⎯  Tienes razón, pero pude recapacitar a tiempo.

 ⎯  Lo sé, pero me da pena mi amigo Carolina lo sigue rechazando y él está sufriendo.⎯ comentó afligido y besó la frente de su mujer.

 ⎯  Debemos hacer algo para juntarlos.

 ⎯  Él solo quiere hablar con ella y disculparse,; Trevor es un gran hombre merece una oportunidad para aclarar las cosas.

Karen se quedó un minuto en silencio; entonces una gran sonrisa se le dibujó en el rostro y dijo animadamente.

 ⎯  ¡Tengo una idea!¿ Por qué no les damos un empujón?

 ⎯   ¿Cómo? ⎯ Santiago se incorporó en la cama y la miró sorprendido.

 ⎯  No sé, podrían ser nuestros padrinos de bodas, ellos sí o sí van a tener que interactuar y van a pasar mucho tiempo juntos.

 ⎯   Esa no es tan mala idea.

 ⎯  Entonces encárgate de que ese día Trevor luzca radiante y yo me encargo de Carolina.

 ⎯   Ok.⎯ Santiago beso a su mujer y luego la abrazó para poder descansar en paz.

El día de la boda llegó  mucho más rápido de lo previsto y Karen estaba muy nerviosa mirando su imagen en el reflejo.

 ⎯  Te ves hermosa, solo te falta el tocado.⎯ dijo Carolina y la ayudó a sujetar el velo en su cabello.⎯ ¡Listo!

 ⎯  Gracias.

 ⎯   De nada luces radiante.

 ⎯   Caro, quiero agradecerte una vez que seas mi testigo y dama de honor.⎯  tomó su mano y la miró a los ojos. ⎯ Sé que para ti no fue fácil aceptar, pero no podía arriesgarme con Eve.  Mira sí justo tenía una emergencia en el hospital.⎯ fue la excusa perfecta que encontró para que la morena acepte.

 ⎯  De nada.⎯  besó su mejilla.⎯ Bueno creo que ahora si debo ir a tomar mi lugar entre los invitados  y sorprender a ese idiota.

 ⎯  Tienes razón.

La ceremonia fue muy hermosa y emotiva, todo marchaba muy bien hasta que a la hora del brindis Trevor se puso de pie y le dedicó unas bellas palabras a los novios, luego se dirigió a  Carolina para que ella hiciera lo mismo.

 ⎯   Mi hermosa Caro, es momentos de escuchar tus buenos deseos.⎯ dijo y los invitados comenzaron a murmurar.

Carolina, pasó por alto su declaración y se dedicó a realizar un brindis de buenos augurios para los flamantes esposos. Una hora después, ella estaba tomando una copa de champagne cuando escuchó que anunciaban el primer baile de los esposos y como era la tradición, después que los novios abrían la pista del baile, los testigos debían sacar a los recién casados a bailar y luego bailar entre sí.

Trevor se acercó a su morena feliz de poder estrecharla entre sus brazos, con una mano la tomó de la cintura y con otra sujetó su mano libre, ella le esquivaba la mirada en todo momento, hasta que él susurro cerca de su oído y la hizo estremecer como aquella noche.

 ⎯  Te ves hermosa.

Haciendo que ella lo mirara por primera vez a los ojos y temblaba bajo su dominio, pero en todo momento intentó parecer indiferente, entonces le respondió con un simple.

 ⎯   Gracias.

Trevor se sentía el hombre más afortunado del planeta por tener a su morena perfecta aunque sea por un instante entre sus brazos y no podía dejar de sonreír; cuando de repente se acercó Dylan a la pista y le dijo .

 ⎯   Mami quiero bailar con ustedes.

 ⎯   Claro, ven aquí campeón.⎯  respondió el moreno y lo tomó en sus brazos.

 ⎯  No es necesario, yo puedo bailar con él.⎯ dijo Carolina, algo incómoda al notar como los invitados los miraban.

 ⎯  Solo dale el gusto al niño.⎯ le habló en un tono muy bajo para que Dylan no escuchara.⎯  No tiene nada de malo que se divierta con sus padres.

 ⎯  De acuerdo, pero cierra tu boca.⎯ respondió al mismo tiempo que la música cambió a algo más moderno y ellos se apartaron un poco y Trevor bajó al niño y ambos simplemente le tomaron la mano al pequeño para que él se moviera al compás de la música.

Lo que parecía que iba a hacer una sola pieza terminó siendo cuatro y Dylan se divirtió un montón con sus padres sin sospechar nada.

Al finalizar la fiesta Carolina llevaba a su hijo en brazos y Eve le abrió la puerta del auto para que lo acomode en su lugar, todo había pasado muy rápido y las hermanas casi no tuvieron tiempo de hablar; Eve rompió el silencio.

 ⎯  Todo estuvo muy hermoso.

 ⎯  Sí.

 ⎯  Y Dylan parecía estar divirtiéndose con Trevor.

 ⎯   Sí.

 ⎯  Parece que a Dylan, le cae bien ese hombre.

 ⎯  Eso parece.

Carolina miró por la ventana, sabía perfectamente lo que su hermana intentaba decir y no tenía ganas de escuchar nada más. Así que simplemente asintió mientras recordaba lo bien que se sentía estar a lado de ese maldito.