Si una vez dije que te amaba, hoy me arrepiento. Ese error es cosa de ayer.
NovelToon tiene autorización de Amira Álvarez para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 11
Daniel cada día se acercaba más a Luna. A pesar de su inicial recelo, Luna se encontraba disfrutando de la compañía de Daniel, sintiéndose cada vez más atraída.
Ese lunes, Luna estaba muy concentrada en el diseño de un nuevo vestido que quería que fuera el cierre para el próximo desfile. Daniel, entra con 2 tazas de café, y con una gran sonrisa que erizaba la espalda de Luna.
- Has estado trabajando mucho en ese vestido. Pensé que necesitarías un descanso - dijo, ofreciéndole una taza.
Luna, la tomo sorprendida y agradecida.
- Gracias, Daniel. Realmente la necesitaba.
Se sentaron juntos en el pequeño sofá de la oficina, que estaba llena de muestras de telas, bocetos, maniquíes. La tensión y el estrés del trabajo parecían desvanecerse en esos momentos tranquilos que compartían.
- Has estado trabajando muy duro, Luna - comentó Daniel - Estoy impresionado por tu dedicación y como manejas todo esto.
Luna sonrió, sintiendo un calor en su pecho por sus palabras.
- Gracias, Daniel. Ha sido difícil, Pero con tu ayuda se ha vuelto más manejable. Además, quiero que tu mamá dónde esté descanse en paz y este feliz por mi trabajo, tampoco he olvidado que todo esto en verdad te pertenece a ti. Y aunque he hablado con Márquez, me dijo que hay una cláusula que no se puede romper.
Daniel la miro a los ojos, su mirada intensa y sincera. Escucharla le movió la conciencia. Cerró los ojos para acallarla.
- No te preocupes por eso, mamá sabía lo que hacía, estás haciendo un gran trabajo, y yo sé que no me vas a perjudicar. Además, estoy aquí para apoyarte en lo que necesites. Realmente creo en lo que estamos haciendo juntos.
Luna sintió una conexión profunda en ese momento, una mezcla de gratitud y algo más. Algo empezaba a crecer dentro de ella.
Unos días después, Daniel entro en la oficina de Luna. Está vez, llevaba un tulipán. En una de las muchas conversaciones que habían tenido. Ella en algún momento mencionó que esa era su flor favorita.
- Hola, ¿Puedo pasar? - pregunto Daniel antes de cruzar la puerta.
- ¡Claro! ¿A qué debo el honor de la visita? - le dice Luna mientras se ríe.
- Quería preguntarte si ¿Quieres cenar conmigo está noche? - le pregunto mientras le extendía el tulipán a Luna.
- Claro, me encantaría - le respondió, tomando la flor y sintiendo emoción y perspectiva de pasar tiempo con él en un ambiente más relajado.
Daniel la paso a buscar a su casa, cuando Luna abrió la puerta, Daniel quedó sorprendido de lo hermosa que se veía.
Se había quedado mudo, ese vestido le quedaba muy bien, con la vista recorrió las piernas de Luna, y ella sintió como se sonrojaba.
- ¿Tan mal me veo que no puedes hablar? - pregunto con una sonrisa burlona Luna.
- Perdón, para nada, al contrario, te ves tan bella, que me dejaste sin palabras.
Ella se sonrojó. Para disimular, entro tomo su cartera y salió.
La cena transcurrió entre risas y conversaciones profundas. Luna se dió cuenta de que Daniel era mucho más que el hijo de Eloísa, era alguien con sus propios sueños y aspiraciones.
Después de la cena, caminaron por un parque cercano, disfrutando de la noche fresca y llena de estrellas.
- Luna, hay algo que quiero decirte - dijo Daniel, deteniendose bajo un árbol.
Luna lo miró, su corazón latiendo rápido.
- Dime, Daniel.
- Desde que empezamos a trabajar juntos, he llegado a admirarte y respetarte mucho. Pero últimamente, he sentido algo más, una atracción, una conexión que no puedo ignorar.
Luna sintió un torrente de emociones. Ella también había sentido lo mismo, Pero escuchar a Daniel expresarlo lo hacía real.
- Yo también he sentido lo mismo, Daniel - admitió, sonriendo tímidamente.
Daniel se acercó más, tomo sus manos.
- No quiero apresúrarte ni hacerte sentir incómoda, Pero quería que lo supieras. Quiero que pensemos en la posibilidad de algo más entre nosotros.
Luna asintió, sintiendo una mezcla de emociones y nerviosismo.
- Lo pensaré, Daniel. Pero por ahora, estoy feliz de que estemos juntos, sea lo que sea que signifique.
Mientras tanto, Michel observaba desde las sombras, satisfecha con como se desarrollaba su plan. Sabía que con el tiempo, Daniel lograría ganarse el corazón de Luna y entonces podrían dar el siguiente paso. Sin embargo, lo que no había anticipado era que Daniel también empezaría a sentir algo verdadero por Luna.
Esa hembra no quiere, esa hembra te miente...