Luna Talisa

"¿Entonces el rey organizo una fiesta? Pero que hay con la guerra" Me sorprendió saber que mi padre nos pidiera asistir a una celebración en el castillo, no se supone que estamos en guerra. No me quejo, pero debido a esta guerra nunca hubo tiempo de hacerlas en mi manada, así que jamás asistí a una en mis dieciocho años.

"La guerra terminó, esta fiesta es para celebrarlo. ¡Escúchame Astrid, de ahora en adelante podrás disfrutar de una buena vida, es tiempo de encontrar a tu pareja! Después le pediré a Blanca que te enseñe las festividades de la manada, sería bueno que el rey fuera tu pareja. ¿No lo crees?" El alfa de manada el dorado incitaba a su hija para que se acercara a Saac.

"Qué podía decir, es obvio que el alfa Saac está a otro nivel, quien en su sano juicio no quisiera ser la próxima luna de su manada, esa sería yo."

"Su presencia me da miedo, tiene ojos hermosos, pero cuando te mira pareciera que está molesto, y todavía mucho peor cuando saluda, su voz te hace doblegar sin razón alguna. ¡Y yo no quiero una pareja que me cause temor cada vez que me mire o hable."

"Si tú lo dices papá, pero sería bueno que la diosa me otorgará un compañero, eso si me gustaría"

"Anda arréglate, la fiesta será en unas horas y mi hija debe verse digna de la manada El dorado"

Ya eran casi las ocho, y estábamos atrasados por mi culpa, esta era la segunda vez que visitaba la manada Full Moon, la primera vez era una niña y mi madre tomaba mi mano en aquel entonces, pero por culpa de esta guerra ella ya no está entre nosotros.

Al entrar al castillo no pude pasar desapercibido algo, había tres hombres moribundos atados a un poste, aquella vista me decía mucho del alfa de esta manada, me preguntó que habrán echo para estar en esa situación, por algo era el rey, pero que alfa no da algo de temor.

Como era de esperar, había muchos jóvenes lobo, hijos de otros alfas y personas importantes de esta ciudad, platicaban y brindaban por la victoria y fin de esta guerra.

Un aroma muy peculiar llega de golpe a nariz, no sabía de donde provenía, había tantas personas que era difícil descifrar de donde, pronto, alguien bajaba las escaleras.

No sé cómo describirla, era realmente hermosa, de hecho, la mujer más hermosa que había conocido asta al momento, y eso que en mi manada hay muchas mujeres bellas, entre ellas yo por así decirlo, por primera vez conocí la envidia.

Ese aroma no desaparecía. ¿Será que encontré a mi compañero? No lo sé, pero me estaba matando saber quien de todos ellos era.

"Todo bien, a quién buscas" Pregunta el padre de Astrid.

"A nadie papá, solo quiero saber quien vino a esta fiesta. Eso es todo" Creo que mi risa nerviosa no lo convenció del todo, mantuvo el gesto serió, así era mi padre.

"Bueno, iré hablar con el alfa Logan, si me buscas estaré con él" Solo espero que mi hija se haya interesado en Saac, eso me haría muy feliz.

"Frisia y Kari hicieron un buen trabajo, te ves más hermosa" Dice Saac.

"Gracias. ¡Oye, sabes donde encuentro comida! La verdad, siempre que despierto me da mucha hambre." Y cómo no, me dijeron que dormí por dos días enteros y mi estómago me dolía.

"Haya hay comida, yo me voy a ocupar, tú puedes comer todo lo que quieras"

Era raro, esta vez me miraba diferente, hace un momento estaba molesto conmigo, pero su mirada cambió y voz era más amable.

Había tantos bocadillos, no se si era propio de una dama, pero la verdad no me importa si juzgan mi manera de comer.

Llenaba mi boca uno tras otro, había tantos sabores, era algo salado, después probaba algo dulce. Había tanta variedad que solo podía pensar que me miraban comer porque ellos también tenían hambre.

"Comes mucho para estar tan delgada" Tenía sus mejillas llenas de comida, sentí una conexión con ella, había un no se que, que no podía explicar, se parecía demasiado a mi madre, pero era imprudente preguntar por su descendencia. Tal vez su parecido me había confundido.

"Puedes comer si gustas. Talisa por cierto" Le extiendo mi mano, pero al juntarse fue ahí que los dos lo entendimos.

Un gran choque de afecto me hizo sentir tanta nostalgia, era como si nos conociéramos desde siempre.

Actúe sin pensar, sin querer ya lo estaba abrazando.

Frisia y Kari miran con asombro, no se esperaba que algo así sucediera.

Saac estaba furioso, al verlos se sintió herido.

Camina a pasos largos para separarlos, quería matar con sus propias manos a Manu.

"Qué coños hacen ustedes dos" Estaba tan enojado que no medí mi fuerza cuando tomo la muñeca de Talisa, pero me sentía traicionado en ese momento, así que no me importó lastimarla.

"Tranquilo, no es lo que parece" Manu intenta explicar.

"Te dejo pasear por mi castillo y como me pagas, ella es mía" Deja salir un rugido tratando de marcar territorio.

"No creo verla jamás como mujer, ella es.."

"Me lastimas, suéltame ya" Interrumpe Talisa, solo así Saac la libera. "No intentes lastimarlo, o mi madre podría castigarte"

"Esa madre ficticia de nuevo, que tiene que ver ella"

"Alfa, todos los ven" Interrumpe Kari con timidez

"Largo de mi castillo, no te quiero ver aquí"

Manu se ríe y está acción irrita a Saac aún más.

"Está bien, me voy, pero antes te advierto qué si lastimas a mi hermana yo mismo te mató" "Y para ti, madre esta esperando a que le hables, no tardes, tal vez enlaces tu conexión conmigo, así sabré si estas bien"

Los ojos de Saac se sobresaltan, parecía que había escuchado mal. ¿A caso dijo su hermano? Porque todo esto no tiene lógica. Pensó Saac.

Verlo irse me entristeció, apenas siquiera lo pude abrazar, ese apretón de manos hizo que pudiera recordar parte de mí pasado, hablo de mí otra vida anterior.

Eran pequeños segmentos, pero me alegra saber que mi madre no era una ilusión de mi cabeza.

Ahora se que tengo un hermano, y que somos totalmente diferentes.

"Lucas"

"Si alfa"

"Llévala a mi cuarto, que no salga, ya después iré a verla"