Alessa una chica de mundo, hermosa, soñador y letal líder del cártel colombiano y sucesora de la Bratva Russa
Aaron un empresario de día, pero el diablo siciliano de noche, el líder de la mafia italiana.
Obligados a casarse para evitar una guerra entre mafias. ¿Podrá surgir el amor entre ellos?
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Amor en el aire
Ambos se dejaron llevar por el momento, un beso tierno que se fue intensificando de a poco, hasta ser un beso salvaje y con muchas emociones encontradas.
Alessa: Debemos parar, esto no está bien- Decía entre jadeos
Aaron: Nada está bien, desde que te vi en ese antro nada está bien, desde que apareciste en mí vida la pusiste de cabeza, Alessa ya no se qué es bueno y que malo. Pero joder despiertas mis más bajos instintos pequeña.
Alessa se alejo, salió corriendo y se fue, tiene tantos traumas que no sabe cómo continuar, Aaron la siguió la alcanzó y pudo notar que ella lloraba, con miedo.
Aaron: ¿Que paso nena? ¿A qué le tenés miedo?¿Que te hicieron pequeña?- solo la abrazo, un abrazo tierno y reconfortante- Nunca te voy a obligar a nada
Ella sintió su calor, y se aferró a la cintura de este hombre que según dice tanto detesta, pero nada más alejado de la realidad
Alessa: Solo abrázame y no preguntes
Aaron la llevo a su departamento, un lujoso pen-house en un edificio muy elegante.
Le mostró la habitación, para que descansará.
Aaron: Ven pequeña, pueden darte una ducha y descansar. Cuando quieras hablar acá estoy, sino quieres contarme igual te voy a acompañar
Alessa: Gracias 😔
Alessa no podía creer que un departamento tenga tanta personalidad como su dueño. La habitación, el baño, la sala todo tenía gravado el nombre de Aaron.
Se dio una larga ducha de agua fría, cuando ya no sintió sus músculos, salió para darse cuenta que no tenía ropa. Se puso una bata y salió en busca de una remera o camisa de Aaron.
Después de mirar todo, y sentir ese perfume amaderado tan varonil se decidió de una camisa, que al ser ella tan pequeña, solo media 1,60, le quedaba de vestido.
Cuando salió a la cocina no que vio la dejo sorprendida, ese Dios griego estaba cocinando para ella y era una imagen súper tierna.
Alessa: ¿También cocinas? Wow esa si es una sorpresa. Jajaja
Aaron: Oye! Soy un muy buen cocinero. Por cierto ¿Te gustan las pastas??
Cuando el se dio vuelta la mandíbula casi se le sale, ver a Alessa con su camisa fue la imagen más hermosa que nunca imagino ver.
Aaron: Amaba esa camisa, pero ahora creo que es una de mis favoritas
Alessa solo se sonrojo y soltó una risita nerviosa
Alessa: Amo las pastas, ¿Que cocinas?
Aaron: Una lasagna con salsa bolognesa
No sé dijeron más, Aaron sirvió los platos y cenaron en silencio, solo se dedicaban alguna que otra mirada tímida, pero cargada de deseo. Al terminal Alessa lavo lo ensuciado, no sin antes tener una pequeña pelea con Aaron que no quería que hiciera nada.
Ambos se fueron a la habitación y se quedaron profundamente dormidos como si fueran una pareja de enamorados.
A la mañana siguiente Alessa fue la primera en despertar sobresaltada, pues había tenido una pesadilla. Pero al ver el hermoso rostro que tenía al lado solo sonrió, se levantó y se dispuso a observar por la ventana la ciudad mientras recordaba todo su infierno vivido.
