Por Amor... O Por Dinero

Capítulo 11

Comenzó el viaje

Estoy en casa de Steven, el me pide excusas para retirarse un momento y así poder terminar de arreglarse, mientras tanto yo me quedo en la sala a esperarlo y justo en ese momento recibo una llamada de mi madre.

Por lo que veo ha quedado muy ansiosa respecto a todo esto de la hipoteca, pero tengo que darle la plena seguridad de que en menos de una semana esa cuota va a ser saldada y tendremos más tiempo para reunir lo que queda del pago, y por supuesto tratar de convencerla que estamos bien ahora

Así que tomo el celular seguido de una gran bocanada de aire y me preparo para contestar

📲—¿Sí mami? ¿Qué sucede?

—Quedé intranquila Mari, con todo esto ni siquiera pude preguntarte a donde ibas. Estuve leyendo esos mensajes nuevamente y me quedé con la intriga de saber a donde irás estos días,mi pequeña. ¿Vas con Diana?

—No mami —respondo un poco nerviosa— Ella no va, es la asistente de nuestro jefe y debe quedarse en Hambada a cubrir su trabajo estos días, ya que hay asuntos que no se pueden dejar en pausa mientras todos viajamos. Vamos a un crucero, mami. Estaremos ahí por diez días. Solo nosotros los abogados no más.

—Pero si tú apenas eres auxiliar jurídico mi niña. ¿Cómo es qué...?

—Aquí me tratan como una igual mami, sabes que siempre he sido dedicada a mis estudios y mis responsabilidades, estoy a la altura de un abogado graduado así me falte un año para poder tomar mi cargo. Sabes que trabajo mucho. Debido a eso es que ya me están dejando trabajar en algunos casos importantes, estoy esforzándome para dar la talla

—Lo sé, mi pequeña. Sabes que estoy muy orgullosa de ti, tanto yo como tus hermanas te vamos a extrañar cada día, espero estos días pasen muy pronto para que puedas venir a visitarnos

—Así será. Igual si deseas puedes escribirme, yo estaré feliz de hablar contigo. Sabes una cosa. He hablado con mi jefe. Parece que si va a ayudarnos así que tan pronto se haya hecho tu pago te lo estaré comunicando para que estés despreocupada ¿Vale?

—Gracias por todo lo que haces por mí, mi pequeña. No me alcanzará la vida para agradecerle a Dios por estas tres maravillosas hijas que me ha dado... Tu hermana Lucy consiguió un trabajo de medio tiempo. También quiere aportar ayuda a la casa y reunir para su universidad. Ha leído nuestras conversaciones y ya está enterada de todo. Va a trabajar en la cafetería donde siempre nos encontramos, a pesar de que le rogué para que lo dejara insiste en que no va a hacerlo. Prometió seguir teniendo buenas notas. ¡No se qué hacer! Quise castigarla, pero su buen gesto no me lo permite

—Déjala mami. Mientras más manos estén en servicio mejor. Lucy es responsable y muy juiciosa, créeme que no se te saldrá de control y si lo hace te prometo que yo misma iré a halarla de las orejas, pero por ahora debes confiar en ella, así como lo hiciste conmigo, ella también merece una oportunidad y que confies en ella

—Bien. Tienes toda la razón, le daré su voto de confianza, espero no equivocarme, esto me hace sentir que no estoy dando lo suficiente de mi para mis hijas. Ahora contigo de viaje y con ella en el trabajo, voy a sentirme muy sola. Creo que voy a enloquecer

—Estarás bien. Y estás dando todo lo que tienes, eso importa más que cualquier cosa mami. Debes aprovechar este tiempo libre que te queda para ponerte al día con tus cosas y prepararte para tu nuevo empleo

Le digo y en ese momento veo a Steven bajar las escaleras. Miro la hora y me doy cuenta de que es muy tarde ya, así que me despido de mi madre

—Gracias por escucharme siempre mi niña. Que tengas buen viaje

Me dice mi madre y termina esa llamada, la verdad siento que sus palabras me dan fuerza para soportar esto. Sé que Steven no es una mala persona. Pero estar rodeada de desconocidos es algo que me preocupa demasiado

En este momento Stev se acerca a hablarme

—Mari... Dejaré que uno de mis choferes te lleve al puerto y nos conseguiremos allá. Haremos ver que no estábamos juntos antes, sabes. Tenemos que ser profesionales en esto. Recuerda mantener la calma, estaremos bien.

—Como usted ordene jefe —digo en un tono juguqetón y el sonríe, coloca su mano en mi espalda y me dirige hacia el estacionamiento de su casa, donde ambos subimos en vehículos distintos

Mientras iba de camino, suspiré pesado al recordar que le he mentido a mi madre con respecto al viaje, ella y yo siempre hemos mantenido una relación totalmente transparente y sin mentiras, pero ahora me estoy sintiendo terrible por ocultarle estas cosas

Al llegar al puerto me reúno con Steven, el me toma por sorpresa, me abraza y deja un beso en mis labios

Todos a nuestro alrededor nos estaban mirando pero aun así siento algo de vergüenza por todas estas muestras de afecto en público, aun así ya siento que ya comienzo a familiarizarme con sus besos.

—Woow, Mari... Me dejas impresionado, mi princesa. Estas muy hermosa, estoy orgulloso de tenerte como mi novia —se acerca a mi y me abraza—

—Me parece que estas siendo un poquito exagerado, relájate o se van a dar cuenta de que estas sobreactuando

Le digo cerca de su oreja y el tan solo asintió. Nos tamos de la mano y caminamos hacia el barco

—Que bueno verlos aquí —nos dice aquella misma señora que nos había hablado en la iglesia y comprendí el motivo por el cual Stev había actuado de esa manera

Saludamos y seguimos nuestro camino juntos, tomados de la mano, luego subimos al barco y una camarera toma nuestras pertenencias para dejarlas en nuestro respectivo camarote. Mientras tanto me quedo por un buen rato en estribor hablando con Steven, a esperar que al barco le llegue su hora de zarpar. La verdad es que este asunto de estar en alta mar por tanto tiempo me pone muy nerviosa. Ya que suelo marearme con facilidad, pero Stev lo hace ver seguro, me dice que él estará siempre ahí para ayudarme y acompañarme en todo. Lo que me hace estar mucho más tranquila

En un momento Brenda y Richard se nos acercan a saludar y la verdad es que mi humor cambió justo en el momento en que ellos se acercaron a nosotros

—Pero si de verdad viniste, Steven... Que gusto me da verte —Saluda Brenda y le da par de besos en las mejillas a Stev— La verdad casi estaba apostando a que no vendrías, ya que siempre estas ocupado en tu trabajo. Mírate, te ves espectacular

—Tú también estás muy linda Brenda. Gracias por la invitación —responde Steven un poco sorprendido y nervioso a su vez—.

—Es que mi esposa es así. Elegante y muy hermosa —interrumpe Richard con una mirada un poco amenazante—

Lo que me hizo preocupar más de la cuenta, debido a lo que me comentó Steven sobre este tipo debería ser muy normal que no le tenga nada de confianza

—Así es, tienes mucha razón. Y debo asumir que recuerdan a mi hermosa novia, la conociste en la boda, Richard, No recuerdo si los presenté

—La verdad no —contesta Richard con indiferencia— No tuve tiempo para esas cosas, estuve pendiente de atender a los invitados más importantes, sabes que mi madre invitó a los socios, inversores y a todas las personas que le suman valor a la compañía.

—Pero que linda estas... Discúlpame. ¿Cómo es que te llamas? No conozco tu nombre, creo

Me dice Brenda con mucho despotismo en su mirada

—Mariela —responde Steven— Mi novia se llama Mariela.

—Que lindo nombre. La verdad me sorprendió mucho que tengas buen gusto por el glamour, tu vestido es estupendo. ¿Colección de verano de que diseñador?

Interroga Brenda tratando de hacer un circo de todo esto, pero una vez más Steven se mete en medio de las dos como mi salvavidas

—Vincenzo Capeletti... Diseñador italiano. Yo mismo la llevé a comprar ese vestido, se vendieron solo tres piezas de ese diseño en este país, pero estoy seguro de que ninguno se verá tan bien como este —me dice y se acerca a darme un pequeño beso en mis labios— Está bastante claro que esto fue hecho solo para ti.

—De ser así sería un diseño exclusivo y no edición limitada. Por cierto, no sabía que tenías una novia muda, Steven ¿o es que no sabe hablar español? ¿A caso eres su traductor?

Responde esa mujer arqueando una ceja y tratando de provocarme con su mirada.

—Como sea, da igual —responde Richard— Vamos a seguir recibiendo a los invitados, me gustaría que nos reunieramos más tarde. ¿Les parece?

—Claro que si. Cuando quieran.

Responde Steven. Y yo suspiro de alivio al ver como ellos se alejan, de pronto veo como Brenda en un descuido de Richard voltea a ver a Stev... Y en la manera en la que ella lo debora con la mirada me da a entender que esto no va a ser nada fácil para mi

Y lo peor es que apenas comienza