La Novia Sustituta

En la mañana siguiente...

Petra se despierta, pero no abre los ojos, todavía era demasiado perezosa. Así que se acuesta tanto como puede. Sin embargo, esta paz solo dura unos minutos, luego recuerda que necesita levantarse, porque su maestra llegará pronto.

Refunfuñando, Petra se levanta y se dirige al baño donde comienza a ducharse. En la habitación de al lado, Bryan ya estaba despierto y ordenado, siempre fue puntual y aunque está en silla de ruedas, lo sigue siendo.

Bryan sale de la habitación y se dirige al ascensor, pero antes de eso, se detuvo frente a la habitación de Petra y se quedó allí unos minutos, decidiendo si tocar a la puerta o no, al final simplemente se dio por vencido y bajó a desayunar. Cuando Bryan ya estaba sentado a la mesa sirviendo un poco de jugo en un vaso, escuchó pasos en las escaleras, era Petra. Su mirada recorre a la chica de arriba abajo.

Petra vestía una minifalda a cuadros texturizada con una camisa de vestir corta blanca, usaba botas negras de tacón que le llegaban hasta la rodilla, tenía el cabello suelto y no usaba maquillaje.

Bryan miró las hermosas piernas que tenía su esposa, esa minifalda con esas botas la ponía aún más caliente.

— Buen día. — dice Petra, sentándose al lado derecho de su marido.

— Buen día. — dice Bryan. — ¿Qué traje es este?

— ¿Te gustó? Es mi uniforme. — dice ella con una risita. — no es exactamente un uniforme, pero como no voy a la escuela regular y no puedo tener uno, hice el mío yo mismo.

— ¿Y siempre estudias así? — ¿Todas las veces? — dice Bryan, mirando las piernas de Petra.

— No, tengo otras faldas y unas blusas que siempre uso, tengo unos cárdigan de punto, son tan lindos. — dice sonriendo mientras corta el pastel.

— Hmm… — murmura Bryan. — ¿Y tu profesor? ¿Cuántos años tiene él?

— ¿Otí? Él tiene 28 años. — dice Petra inocentemente. — es genial.

— ¿Otí? — preguntó Bryan, levantando una ceja.

— Me pidió que lo llamara así, su verdadero nombre es Otávio. dice ella, pero fueron interrumpidos por el timbre.

Una de las sirvientas camina hacia la puerta y la abre, luego un hombre de aspecto joven entra por la puerta, su gran cabello rojo estaba recogido hacia atrás y su barba estaba prolija, vestía atuendo social y lentes que lo hacían parecer un profesor.

...

Bryan, quien aún estaba en la mesa tomando su café, observa a Petra levantarse y caminar hacia la maestra, quien la mira de arriba abajo, Petra no vio la evaluación que la maestra hizo de su cuerpo, sin embargo, este acto no pasó desapercibido para Bryan, quien rápidamente frunció el ceño….

— Déjame presentarte a alguien. — dice Petra caminando hacia donde estaba Bryan, con Otávio justo detrás. — Este es mi esposo, Bryan.

— Encantado de conocerte. — dice Otávio, extendiendo su mano hacia Bryan, quien la toma y le da un rápido apretón de manos.

— Yo digo lo mismo. — Bryan dice, soltando su mano y volviendo a comer.

— ¿Comencemos la clase? — dice Otávio.

— Vamos, voy a buscar mis cosas que están en la habitación. — después de decir eso, Petra corrió hacia su habitación, pero al subir las escaleras, su falda terminó subiéndose un poco, dejando aún más a la vista sus piernas.

Otávio mira la escena con atención.

— ¿Estás disfrutando mirando las piernas de mi esposa? — preguntó Bryan, apoyando los brazos sobre la mesa, donde apoyó la cabeza sobre las manos y enfrentó a Otávio.

— Lo siento, no estaba mirando... — dice Otávio, disimulando.

— ¿No estaba? Casi devoras a mi esposa con tus ojos, y creo que desde que comenzaste a enseñarle, te has aprovechado de su inocencia. — dice Bryan.

— Lo siento. — dice alejándose, se veía asustado con la mirada de Bryan. — No sabía que estaba casada hasta hoy, cuando te conocí.

— Esté o no casada, te aprovechaste de su inocencia, Otí. — Bryan dice la última palabra con burla. — hoy será tu último día de clases con mi esposa, inventa alguna excusa y vete de aquí, ya no te quiero en mi casa.

— Todo bien. — dice Otávio, cerrando el asunto cuando escucha los pasos de Petra bajando las escaleras con sus cuadernos en las manos.

— Otí, podemos empezar. — dice Petra, haciendo que Otávio abra mucho los ojos y mire a Bryan, cuando Petra usó el apodo le pidió que lo llamara.

— V—vamos. — dice, tragando saliva y luego caminando hacia el sofá, donde se sientan y pronto empiezan a estudiar, Otávio se alejaba lo más posible de Petra, y a veces miraba a Bryan, que los miraba a los dos de lejos.

Vuelve a sonar el timbre y la criada se dirige de nuevo a la puerta para abrir. Era Adam, quien al entrar a la sala se enfrenta a Petra, que estaba estudiando, mientras la profesora se alejaba de ella cada vez que se acercaba. Adam frunce el ceño y se acerca a Bryan.

— ¿Quién es ese chico? ¿Y por qué tiene la sensación de que en cualquier momento va a salir corriendo por miedo a Petra? — dice Adán.

— Ese es Otí. — dice Bryan mirando fijamente al profesor, quien en el mismo momento hizo contacto visual con él, pero rápidamente volvió a apartar la mirada.

— Ahora entiendo, no le tiene miedo a Petra, te tiene miedo a ti. — dice Adán. —¿Qué le hiciste? O, ¿qué hizo él para despertar tu ira? Siempre has sido una persona controlada.

— Estaba mirando las piernas de mi esposa y le hizo llamarlo Otí. — dice haciendo una mueca mientras habla con desenfreno.

— ¿Entonces asustaste al tipo con celos? — pregunta Adán.

— No estoy celoso. — dice Bryan enojado.

— Está bien, hermano. — dice Adán, levantando las manos en señal de rendición. — No hay celos por aquí.

— Vamos arriba a hacer nuestro trabajo, luego llegará mi silla eléctrica y en la tarde tengo fisioterapia. — dice Bryan siendo empujado por Adam.

— Tu día está bastante ocupado, amigo mío. — dice Adán, riendo.

— No me digas eso.

Así que se dirigieron a la oficina donde tenían mucho trabajo por hacer.