AMARTE, DUELE

Narra Bastián

Entro de inmediato y me doy una ducha urgente, luego me visto como rayo, tomo mi maletín y salgo, marco sigue en la puerta esperándome, le indico que podemos irnos y salimos apresurados, el valet parking me entrega las llaves del auto que solicite me consiguieran en el hotel, enciendo el GPS y escucho las indicaciones para dirigirnos hasta el lugar de encuentro.

Al llegar, estaciono y camino rápido hasta la mesa, saludamos a las personas presentes y nos disponemos a ordenar, para luego tomar algunas copas, luego de estar satisfechos damos inicio con nuestros puntos principales a tratar para la reunión que dará lugar el día de mañana, les dejo las carpetas con algunos puntos a favor para que podamos tener ventaja en este contrato, soy muy bueno en lo que hago y si ganamos este contrato con esta empresa podríamos tener la viabilidad de que nuestra línea de automóviles de seguridad sean dispuestos para todos los funcionarios públicos de este país, ganar este contrato nos abrirá nuevas puertas, por ende seremos reconocidos en más países, mi propósito es ser la primera empresa que cubra todo el sistema vehicular dispuesto para los más grandes países, hasta el momento la empresa Rizzy se ha dedicado a diseñar vehículos de lujos, los cuales son excelente en todo su portafolio, variedad y diseño. Pero quiero que la asociación de las empresas Rizz-Roux, marquen la tendencia de ser el mayor abastecedor de vehículos blindados, seguros e inteligente para los funcionarios de los diferentes países y estados.

Entre copas, risas y charlas les doy unos pequeños adelantos para dejarlos expectantes sobre nuestra propuesta. Terminamos la cena con gran entusiasmo y nos despedimos, para luego ir directo al auto.

− Vamos a tomar otra copa para festejar – le propongo a Marco

− Lo lamento amigo, pero quiero darle la sorpresa a la mujer más bella del mundo – me rechaza

− ¿puedo saber quién es? – pregunto con interés

− Claro, al final seremos familia todos – responde con burla

− Bien ¿y quién es la afortunada? – le demando

− Pues tu hermosa cuñada – responde y freno en seco

− ¿Qué? ¿Kate está aquí? ¿desde cuándo? – interrogo

− Pues desde que se fue a estudiar al extranjero, la universidad que eligió fue la mejor universidad – menciona

− ¿y quedaste de verte con ella hoy? – sigo preguntando

− La verdad es que ella no sabe que estoy tan cerca, quiero darle una sorpresa, hoy es su graduación y solo su madre pudo venir acompañarla, así que quise que todo coincidiera para estar en este día tan especial para ella – comenta y me quedo sin palabras

− Ya veo – respondo

Conduzco hasta la universidad y luego bajamos, el me invita a seguir, pero decido quedarme en el auto y le digo que me iré a descansar a la universidad, el asiente y se aleja.

Me quedo en el auto sin encenderlo, mi cabeza divaga entre mil pensamientos, quiero verla, aunque sea de lejos, decido bajarme he ir hasta el lugar del evento. Todo está oscuro, me hago al final en una de las puertas, mis ojos la buscan entre todos los estudiantes que portan su toga de grado, pero no la veo, me quedo inmóvil en el mismo lugar, hasta que comienzan a llamar a los estudiantes que sobresalieron por su desempeño y compromiso, hasta que escucho los elogios hacia ella, mencionan su nombre y destacan su excelencia, disciplina y lo emprendedora que fue en toda su carrera. Veo que se levanta una hermosa mujer, desde uno de los primeros asientos, sube a la tarima y toma el control de toda la muchedumbre para decir su discurso.

“Respetado rector de la Universidad, prof. Sergio Black.

Respetables autoridades académicas y profesores.

Compañeros graduandos y futuros colegas.

Estimados padres, familiares y amigos que en esta noche de orgullo nos acompañan.

Quiero comenzar estas palabras haciéndoles una confesión: cuando se me dijo que tendría que hablar esta tarde frente a todos ustedes, y dar unas palabras en nombre de todos, me sentí tan nervioso que pasé días enteros sin dormir.

No es fácil dar con las palabras que transmitan la emoción que compartimos en este momento de nuestras vidas, en el que damos un salto definitivo hacia el futuro, contentos de saber algo más sobre quiénes somos, sobre qué vamos a hacer y qué tenemos que ofrecerle al mundo en que crecimos. Es una inmensa responsabilidad, pero también un honor para quienes nos hemos preparado durante años.

Pero en esas noches sin dormir, recuerdo que nuestros directos nos dijo que nos miráramos los unos a los otros, porque siempre es importante saber a quiénes tenemos al lado. Eso fue lo que hicimos, un poco extrañados, en ese momento, en que nos estábamos conociendo y no sabíamos cuán cercanos llegaríamos a ser, cuánto nos conoceríamos los unos a los otros.

Es por eso que les propongo, compañeros graduandos, que lo hagamos una vez más: miremos a quienes tenemos al lado en este momento tan especial, porque todos somos hoy parte de lo mismo. Hoy todos somos colegas, somos arquitectos. Y cada uno llevará consigo esa lección de humildad, de pertenencia y de respeto con que nuestros profesores nos guiaron hacia este preciso momento.

Por eso quiero darles las gracias a ellos, pero también a nuestros padres, a nuestras familias, a todos esos que hoy están a nuestro lado, aplaudiéndonos, y también a aquellos que hoy no pueden estar, pero que sí estuvieron cuando hizo falta. A todos los que nos allanaron el camino, nos dieron la fuerza necesaria, nos ayudaron a descubrir cuál es nuestro lugar en el mundo: éste en el que estamos ahora. ¡Gracias, profesores! ¡Gracias, padres y madres! ¡Gracias, compañeros”

Termina sus palabras y me quedo admirado no solo por su belleza, sino por su fluidez y la pasión con la que se expresó en un público tan extenso, la verdad me la imagine como Kenia me la describía, como una mujer más temerosa o tímida, creo que el tiempo le ha sentado en gran manera.

Me quedo hasta el final de la ceremonia y luego espero que todos salgan para salir tras ellos y subir a mi auto, voy directo al hotel y me quedo sumido en mis pensamientos