La atractiva conductora del CEO

Brayan: Pronto llegará con un minivestido negro que resalta cada curva de su cuerpo.

Andreza, buenas noches.

Entiendo que necesitas una reescritura en español del texto proporcionado. A continuación, te ofrezco la versión traducida y adaptada mientras mantengo la estructura original de párrafos:

Andreza: Brayan querido, ¡cuánto tiempo ha pasado!

No pierdo un segundo y me lanzo sobre Brayan, conozco bien lo que desea cuando me llama. Tiro mi bolso al suelo, lo beso apasionadamente, él recorre mi cuerpo con sus manos, me subo sobre él y enrosco mis piernas alrededor de su cadera. Él me lleva directamente a su habitación mientras me besa deliciosamente por el camino. Entramos en la habitación, con una mano él barre todo lo que está sobre una mesilla al suelo y me sienta encima de ella. Me libero de él, levanto mi vestido y abro bien las piernas dejándolo posicionado entre ellas. Él suelta la tira de mi vestido que está atada a mi cuello dejando al descubierto mis senos.

Brayan: Bajo la parte superior de su vestido y comienzo a acariciar los senos de Andreza, ella empieza a suspirar, bajo mis besos hasta llegar a sus senos y los chupo con deseo, ahora ella está gimiendo cada vez más fuerte. Bajo mi mano hacia el centro de sus piernas y veo que su intimidad ya está húmeda y lista para recibirme, abro el cajón y saco un preservativo. Bajo mis pantalones, coloco el preservativo y solo aparto su ropa interior, me posiciono en la entrada y avanzo rápido y fuerte llevando a Andreza a la locura.

Andreza: Brayan me vuelve loca, no puedo contener mis gemidos hasta que alcanzo mi límite y luego él alcanza el suyo poco después.

¡No desaparezcas tanto tiempo Brayan, solo tú me vuelves así de loca!

Brayan: Sabes que estaba con Katherine.

Andreza: Lo sé, y menos mal que ya no estás con esa loca. No te pongas a salir con alguien tan pronto Brayan, lo nuestro es casual y yo tampoco quiero saber nada de relaciones serias, pero tampoco quiero perder lo que tenemos.

Termino de hablar y me despojo de toda mi ropa, y empezamos de nuevo, en la cama, en la ducha y de vuelta en la cama. No hay hombre que me satisfaga más que Brayan, jamás me involucraría con él, ¡lo nuestro es solo en la cama! Acabo durmiendo con Brayan, me despierto temprano, antes que él, me visto con su camisa, una más para la colección, y salgo de puntillas. No me gustan las despedidas ni desayuno con nadie. Dejo una nota a su lado, le echo un último vistazo a esa delicia y me marcho.

"¡Gracias por otra maravillosa noche de placer, mi guapo! ;)"

Nicole: Me levanto, hago mi higiene, me visto, tomo desayuno y voy a esperar a Brayan. Estoy apoyada en el coche en la puerta, cuando veo salir a una rubia sigilosamente con la camisa de Brayan, no sé por qué, ¡pero me molesta!

Buenos días señora.

Andreza: Solo Andreza, por favor. Buenos días. ¿Quién eres tú?

Nicole: Soy la conductora del señor Brayan, me llamo Nicole.

Andreza: Qué bueno conocer a una mujer conductora, si no funciona con el testarudo de Brayan, aquí tienes mi tarjeta, ¡llámame!

Nicole: ¡Gracias señor... Andreza!

Andreza parece simpática, no bromeó ni se rió cuando le dije que soy la conductora de Brayan, al contrario.

Andreza: ¿Has visto a Ángel?

Miro a ambos lados y no veo a mi conductor por ninguna parte.

Nicole: Voy a llamarlo, solo un momento.

Salgo y voy a llamar a Ángel, él sale rápidamente y Andreza se va. Me río con la cara que puso al verla con la camisa de Brayan, estoy segura de que le gusta. Pasan media hora más y nada, escucho un ruido y un grito en la mansión, corro sin pensar. Entro y veo a Concepción en el suelo, me acerco y la ayudo a levantarse.

¿Está bien, señora?

Brayan: Me levanto, hago mi higiene y voy a vestirme. Terminando de arreglarme, escucho un ruido y un grito que parece ser de Cece. Corro y veo a Nicole ayudándola a levantarse.

Concepción: Estoy bien, hija, gracias.

Brayan: ¿Qué pasó, Cece?

Concepción: Todo bien, hijo, no te preocupes. ¡Resbalé en el agua, no la vi!

Nicole: Ven, siéntate aquí. ¿Te duele algo?

Concepción: No, niña, gracias. Estoy bien, deja que limpie este desastre.

Nicole: ¡No! Por favor, quédate tranquila aquí, yo limpio todo.

Voy a la despensa y saco lo que necesito, rápidamente limpio todo.

Brayan: Nicole ayuda a Ceica y me impresiona el cuidado y cariño con que la trata.

¿Quieres ir al hospital, Ceica?

Conceição: No mi hijo, estoy bien. Fue solo un susto de verdad.

Brayan: Tómate el día libre hoy, no es una sugerencia. Descansa y si sientes cualquier cosa llámame que vengo enseguida. Me acerco a Ceica, deposito un beso en su frente y voy a terminar de alistarme.

Conceição: Está bien mi hijo.

¡Gracias mi niña!

Nicole: No hay de qué, ven, vamos a tu habitación. Más tarde paso a verte.

Dejo a Conceição en su habitación y vuelvo al coche pensando, ¿cómo es posible ser un ogro y a la vez bueno? ¡Debe ser solo con Conceição! Brayan se queda en la empresa y yo voy a buscar la limusina. Regresamos a casa temprano, me cambio y escojo algo muy discreto. ¡Deseo ser invisible al dejarlo, habrá muchos reporteros y no debo llamar la atención! Tengo tiempo, así que aprovecho y preparo una sopa para Conceição.

Brayan: Voy a vestirme para el evento, me preparo. Paso por la habitación de Ceiça y ella está tomando una sopa.

¿Cómo estás Ceiça?

Conceição: Estoy bien hijo mío, ¡tú estás guapo! La niña Nicole me hizo esta sopa, ¡ella es una chica estupenda!

Brayan: Mario tenía razón sobre ella, qué bueno que esté bien. Cualquier cosa llámame, no me esperes.

Le doy un beso en la frente a Ceiça y huelo la sopa, parece deliciosa. Salgo y Nicole ya está de pie apoyada en la limusina, como siempre discreta y puntual.

Nicole: Buenas noches señor Brayan.

Brayan solo me mira y entra en la limusina. Él está guapo, permanece en el celular durante todo el trayecto, llegamos y él baja. Gracias a Dios el vidrio es oscuro, vienen varios reporteros golpeando el vidrio intentando una entrevista con Brayan, sus guardias apartan a los paparazzi, continúo hacia el estacionamiento. Decido no bajar, no quiero que nadie me vea. Los otros conductores bajan y se ponen a conversar, yo regreso a leer mi libro.

.

.

.

.