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LA MUJER EN EL ESPEJO

LA MUJER EN EL ESPEJO

Status: Terminada
Genre:Romance / CEO / Completas / Contratadas
Popularitas:2.3M
Nilai: 4.7
nombre de autor: Mariana Durán T.

Isabell Janssen es una hermosa mujer de 24 años, hija de una importante familia en Nashville y esposa del director de Multinational Bank DN, ha preparado todo para celebrar su aniversario de bodas y darle a su esposo el mejor regalo. Pero su esposo tenía otros planes, dos cuerpos semidesnudos en el sofá, es lo que Isabell encontró cuando se apresuró a buscarlo en su oficina. ‘A veces el amor dura y otras veces en cambio, duele mucho’, ella creyó tenerlo todo, pero esa misma noche lo perdió; se enfrentó a los recuerdos que la aprisionaban en la tristeza y frustración para poder levantarse y darse una nueva oportunidad.

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Capítulo 10. ¿Qué haré ahora?

Capítulo 10. ¿Qué haré ahora?

Ha pasado más de un mes desde la última vez que Isabell y Joseph se vieron, el proceso de divorcio se alargó más de lo esperado debido a las fechas decembrinas. Las cuales también afectaron el estado de ánimo de Isabell, era el primer año desde que se habían casado, que no lo pasarían juntos. Fue extraño encontrarse sentada con toda su familia alrededor, saludando a amigos y compañeros de trabajo, sin tener a Joseph a su lado sosteniendo su mano o dándole calor entre sus brazos debido al clima en la ciudad.

Después de que se retomaran las actividades en la empresa familiar, Isabell se incorporó nuevamente al trabajo, quería concentrar su atención en ello, al menos eso esperaba, hasta que recibió la llamada de John.

- Isabel curvó extrañada la ceja mientras observaba el nombre de John en la pantalla de su teléfono móvil. - ¡Hola\, John! ¿Qué pasa? – Preguntó inquieta.

- Todo está listo\, debería pasar a que firmes los documentos\, ¿está bien si paso ahora? – Isabell permaneció en silencio\, John solo escuchaba su respiración al otro lado de la línea. - Isabell\, ¿estás bien? – Preguntó volviéndola a la realidad.

- Sí\, sí\, estoy bien. De acuerdo\, puedes pasar\, estoy libre ahora.

Tras colgar la llamada con John permaneció sentada en su silla, observando hacia el gran ventanal de su oficina, Eric la vio desde su escritorio, se vio tentado a entrar a su oficina y preguntarle si todo estaba bien, pero prefirió no interrumpirla, sabía que no siempre estaba tan bien como intentaba aparentar a los demás. Pronto descubriría la razón de su estado de ánimo cuando vio a John Hertford llegar a la oficina.

Eric observaba con curiosidad, Isabell se puso de pie y saludó un poco distraída a John, los dos se sentaron en la pequeña sala que Isabell tenía en su oficina, vio a John sacar una carpeta de su portafolio y entregársela a su amiga.

Isabell observó fijamente por varios segundo el contenido de la carpeta no prestaba atención a ninguna de las palabras escritas en el documento, simplemente parecía estar perdida en sus propios pensamientos, pero John podía ver a través de ella, había una batalla en su interior, algo que le decía que debía firmar y continuar con su vida, quizás era la voz de su consciencia, pero a la vez, tenía sentimientos encontrados.

- Isabell – Intervino John al verla dudar. – No tienes que firmarlo ahora.

- Sé que es lo que debo de hacer\, pero\, no es fácil\, una vez que firmemos este documento\, estaremos divorciados legalmente y después… ¿qué se supone que debo de hacer? – Dijo poniéndose de pie y moviendo sus brazos de un lado a otro mientras continuaba hablando sin parar. - Le dije a papá que me tomaría las cosas con calma\, que poco a poco resolvería mi vida\, pero… ¿cuánto tiempo me llevará poder olvidarme de él? Ahora tengo 24 años y quizás para entonces no sea lo suficientemente joven para convertirme en… - Isabell se detuvo\, para convertirse en madre es lo que intentó decir\, pero las palabras se le quedaron atascadas en la garganta.

John se puso de pie, la hizo detenerse frente a él sosteniendo con delicadeza sus brazos, la observó brevemente a los ojos, la chica estaba echa un manojo de nervios, incapaz de poder controlar sus emociones. John la abrazó cálidamente haciéndole saber que todo estaría bien, acarició su cabello mientras la escuchaba sollozar entre sus brazos.

- Aun es demasiado pronto\, poder olvidarlo tomará más tiempo del que crees. No solo tienes que asimilar su ausencia\, también tienes que aprender a estar sola. Y… - Isabell lo observaba con atención – Este documento muestra cuánto te valoras\, porque\, a pesar de amarlo como aún lo haces\, antepusiste tu dignidad y tu estabilidad  emocional por encima de él. - John limpió con delicadeza algunas lágrimas que se derramaron por sus mejillas.

- Sus palabras la conmovieron que permaneció abrazada a él por un largo rato. - ¡Gracias! – Le dijo cuando se separó de él.

John asintió con la cabeza y la vio sentarse de nuevo, tomó la pluma que estaba sobre su escritorio y firmó el acta de divorcio. Tenía razón en todo, aún era demasiado pronto para pensar en olvidar, porque, no solo debía asimilar su divorcio, aún no lograba superar la pérdida de su segundo bebé. Las noches continuaban siendo tan largas, el maquillaje funcionaba a su favor cuando requería cubrir las ojeras bajo sus ojos.

Debía pensar en ella, fortalecer su amor propio, pero en ese momento solo quería desahogar sus penas, sabía que aún tenía mucho que llorar, que el sufrimiento lo llevaría sobre su espalda por un largo tiempo. Se sentía sin vida, hecha pedazos, pero estaba segura de que algún día pasaría.

Después de despedirse de John y de verlo salir de la oficina con la carpeta en la mano, se paró frente al gran ventanal, perdida en sus propios pensamientos.

- En algún lugar de este mundo\, alguien está sufriendo igual que yo\, alguien ha llorado tanto como lo he hecho yo. – Murmuró frente a la ventana mientras observaba su reflejo.

John condujo directo hacia Multinational Bank DN para encontrarse con Joseph, quien lo esperaba en su oficina, desde que había recibido su llamada, su estado de ánimo cambió. Conocía la razón de su visita y le desagradaba aún más que Isabell hubiera recurrido a John para tramitar el divorcio sabiendo de sus sentimientos por ella.

- ¡Buenas\, tardes! – Saludó John a Rachel al llegar al acercarse a su escritorio.

- Buenas\, tardes licenciado Hertford\, mi jefe lo espera. – Respondió Rachel sonriendo con los labios apretados.

John asintió con la cabeza y avanzó tras ella hacia la oficina de Joseph, después de que Rachel abriera la puerta, agradeció en voz baja y entró a la oficina. Joseph lo esperaba sentado en su escritorio, su mirada sombría era suficiente para hacerle saber a John que no estaba de buen humor.

- ¿Ella firmó? – Preguntó ignorando las etiquetas de cortesía.

- Sí – respondió John tomando asiento y poniendo el portafolio sobre sus piernas. – De hecho\, vengo de JS Enterprises – dijo casualmente mientras sacaba los documentos de su portafolio y los ponía sobre el escritorio. – Puedes tomarte tu tiempo para leerlo y firmar.

- Joseph se acomodó en su silla apoyando los hombros sobre el escritorio y cubriendo su boca con sus manos. – Sabes que no quiero hacer esto\, ¿cierto? – Dijo en tono ansioso mientras observaba los papeles frente a él.

- Sabes que mi carrera está enfocada al área mercantil\, pero por el breve lapso que me desempeñé como abogado de familia\, esta actitud\, este sentimiento es más típico de lo que podrías imaginarte. Si te hace sentir mejor\, ella se tomó unos minutos para poder firmar.

- ¿Aún la quieres? – Preguntó Joseph ignorando su respuesta anterior.

- La razón por la cual solicitó el divorcio no es porque no te ame\, lo sabes\, ¿cierto? – John dejó escapar un fuerte suspiro. - Ha pasado mucho tiempo desde que confesé mis sentimientos por Isabell\, aún la quiero\, pero no soy imbécil Joseph\, ella no me haría caso ahora.

Joseph aflojó el nudo de su corbata, tomó un poco de agua, deslizaba constantemente la mano sobre su cabello, comenzaba a sudar a causa de los nervios, John se compadeció internamente de él, si estuviera en su lugar, estaría en las mismas condiciones, se repudiaría por perder a una mujer excepcional. Joseph recordaba las palabras que su padre le dijo días antes, ‘una mujer como ella no la encontrarás dos veces’, sabía que en cuanto firmara ese documento la perdería por completo y era cobarde, pero aún se resistía a perderla, le había prometido que cooperaría, pero ahora se arrepentía de haberle dicho que cooperaría con ella.

Con la pluma en la mano temblorosa, observó brevemente a John, cerró los ojos resignado a su situación actual. Debía firmar, no quería perderla, pero, lo había hecho esa misma noche en que ella lo encontró en los brazos de otra mujer.

- Listo. – Dijo soltando la pluma y poniéndose de pie mientras caminaba hacia la ventana de su oficina\, con la mirada perdida en la hermosa vista de la ciudad\, sus manos apretadas en un puño dentro de los bolsillos de su pantalón\, dejó escapar un fuerte suspiro.

- Bien\, entonces\, nos vemos luego\, supongo. – Dijo John poniéndose de pie.

En JS Enterprises, Isabell está en la oficina de su padre, sus hermanos también la acompañan, ella les ha contado sobre su divorcio y aunque el señor Bruce quisiera celebrar por ello, sabe que es un tema difícil para su hija.

- Isabell se puso de pie. – Bien\, iré a tomar un poco de aire. – Su padre se extrañó por su sorpresiva inquietud por irse.

- ¿Estás segura de que es buena idea estar sola justo en este momento? – Preguntó preocupado.

- Estaré bien papá. Los veo más tarde.

Isabell se puso de pie, tomó su bolso y salió de la oficina, caminó hasta el estacionamiento intentando controlar sus emociones, había hecho lo correcto, pero la voz de su conciencia estaba en conflicto con su corazón. Había un fuerte dolor que le presionaba el pecho, desactivó la alarma y subió a su camioneta.

Conducía sin rumbo con los cristales abajo permitiendo que el aire se colara en el interior, revoloteando su cabello, solo necesitaba alejarse, todos repetían que había hecho lo correcto y ella lo sabía, pero ahora no se sentía bien, no era fácil soltar a la persona que amaba, condujo hasta detenerse frente a la casa de Elaine, ni siquiera se había percatado que desde que salió de la empresa, había tomado esa dirección. Se echó a llorar sobre el volante, con sus brazos rodeando su cabeza.

Elaine acababa de salir de tomar una ducha cuando se asomó a la ventana tras escuchar el sonido de un auto estacionándose, vio a Isabell temblar dentro de su camioneta y salió de prisa.

- Isabell… ¿qué pasa linda? – Dijo abriendo la puerta de la camioneta.

Isabell levantó la cabeza del volante, estaba hecha un desastre, algunos mechones cubrían su rostro, húmedos a causa de las lágrimas. Sostuvo la mano de Elaine para poder bajar y se dejó guiar por su amiga hasta el interior de la casa. Elaine la llevó hasta la habitación de invitados, la ayudó a sentarse y sirvió un vaso de agua para ella.

- Ya firmaste\, ¿cierto? – Preguntó.

Isabell asintió con la cabeza, las palabras se le quedaron atascadas, sentía que algo quemaba en su garganta, deslizaba ansiosamente sus manos sobre la tela del pantalón.

- Te juro que… es lo correcto\, ¿cierto? – Isabell bajó la cabeza mientras las lágrimas corrían a través de sus mejillas. – Es lo que me dicen todos\, y sé que es cierto. Pero me duele Elaine.

Isabell se acostó en la cama, luciendo como una niña abandonada mientras Elaine se sentó, acariciando su cabello mientras la escuchaba sollozar, con el cabello revuelto y la mirada perdida en un punto invisible entre el respaldo de la cama y la pared.

- Te entiendo\, es completamente normal que te sientas así\, después de todo\, aún lo amas. Llora sin contener ni una sola de tus lágrimas\, grita si eso te hace sentir mejor\, saca todo lo que te está lastimando ahora\, pero… necesitas reponerte Isabell. Sé que tomará tiempo\, pero\, si todos te decimos que es lo correcto\, es porque nos preocupas.

Mientras Elaine la consolaba, Joseph estaba estacionando su auto justo en frente de la camioneta de Isabell, se tomó un par de segundos para poder acercarse y tocar el timbre, ¿qué podría decir ahora que ya todo había terminado entre ellos? Después de que John saliera de su oficina se puso en marcha hacia JN Enterprises, esperó pacientemente en el auto tomando valor, pero la vio salir en su camioneta y decidió seguirla.

1
Pola
😭😭😭😭😭😭🥺
Juana Elia Verdin
Excelente
Olenka C. Gp
si la verdad yaaaa cansa que sigan igual wue al principio nada interesante
Olenka C. Gp
perdón por lo que voy a decir. perooo que estúpida que llore porque perdió a su Bebe pero por el noooo El Hombre que traiciona un amor limpio y puro no merece una sola lagrima y Ella llora más por el y eso no lo hace una verdadera mujer
Lauelian
Excelente
Gladys Gómez
está buena muy entretenida!
Eufemia Perez
quede otra ves encantada con esta historia gracias en este tiempo no he querido ni escribir menos opinar mucha triteza en mi corazon pero felicidades abrazos.
Gladys Gómez
me encanta esta novela entretiene demasiado transmite cada una de las emociones de la trama.
Geni Arana Díaz
Muy buena novela, me mantiene pegada leyendo cada capítulo, pero lo que no me gusta es que cada vez es más corto el capítulo y entre uno y otro aparecen las mismas palabras de la autora, la verdad las paso sin leer porque son más largas las palabras del autor que el capítulo.
Eufemia Perez
te cuento que sin querer ya con esta son dos veces que me la he leido. quice no hacerlo pero es que me gusta tu novela y no te preocupes el que la lea tiene que ser de mente abierta no con tantos remilgos como dicen siglo 21 abrazos sigue asi
Naibelys Perez: de verdad que somos dos es muy buena y es la segunda vez que la leo y creo que me gusta más que cuando la leí la primera vez 🤣 😃 🤣 😃
total 1 replies
Roxana Gardilcic
linda y emotiva historia, felicidades!!!!
July Mireles
Excelente
geissell camejo
Me encanta tu novela. Trasmites con tu narrativa todo lo que sienten los personajes. Felicitaciones
Juany Moreno
Excelente
Anonymous
Exelente es divina esta novela
Roxana Gardilcic
autora, tus capítulos son espectaculares, de la manera wue escribes, siento en cada uno de ellos los sentimientos de los protagonistas.
te agradezco no poner fotos de referencia, cada le da forma a los protagonistas y eso es valorable
Guillermina Ortiz perez
Excelente
Guillermina Ortiz perez
tanta drama ni que fuera el último hombre del mundo, si se hubiera muerto no estaría haciendo tanto pancho , no tiene ni tantita dignidad y no es la única mujer a la que le ponen los cuernos 👿👿
Eva Barlett
Excelente
Patricia Moreira
Ahora q se aguante
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