Reyhan Giovano, un apuesto mafioso de 29 años, guarda un profundo rencor contra alguien que lo acusó injustamente de asesinato.
El día que debería ser el más feliz de su vida, cuando planeaba pedir la mano de su amada, encuentra a su futuro suegro brutalmente asesinado, convirtiendo su vida en una pesadilla. Termina en prisión durante 7 años y su prometida lo desprecia profundamente. Además, pierde al hermano que tanto amaba.
Sin embargo, Reyhan no se quedará de brazos cruzados. Tras salir de prisión, se venga de las personas implicadas en el asesinato de quien iba a ser su suegro, aprovechándose de la hija de uno de sus enemigos.
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Capítulo 11
En la dimensión de Leonardo...
"Shhh.... aarrrghh... "
Leonardo trataba sus propias heridas mientras hacía muecas de dolor, no había forma de contarle la verdad a Andreas, después de todo, él era el padre de Jenny.
Leonardo revisó todo lo que había en el bolso de Jenny, un celular, maquillaje, cartera y otras pertenencias.
"¡No vas a poder escapar, Jenny!" Leonardo sabía que Jenny no tenía amigos en Indonesia, pues había hecho la secundaria y la universidad en Singapur.
¡Toc Toc Toc!
Se oyó el sonido de alguien llamando a la puerta. Era Andreas quien llamaba, decidió ir a la dimensión de Leonardo porque oyó decir que Jenny había huido.
"¡Entra!", ordenó Leonardo en cuanto terminó de curar sus heridas.
"¿He oído que Jenny huyó? ¿Tuvo algún problema con Jenny, señor?", preguntó Andreas, pareciendo entrometido.
Leonardo respondió con desdén, "Vaya, ¿me estás interrogando?"
Andreas suspiró, dándose cuenta de que había sido grosero con su maestro, "No fue mi intención, señor. Solo estoy preocupado por Jenny ahora, perdóneme."
"Hmm, está bien, necesitas encontrar a tu hija rápidamente. Mucha gente ya sabe que ella será mi esposa. Nos casaremos pronto, ¿cómo pudo hacerme esto?", Leonardo parecía furioso. "Incluso tuvo la audacia de huir con otro hombre."
"¿Otro hombre?", Andreas se impactó al oír eso.
"Sí, qué audacia la de ellos al hacerme esto. Sabes cómo me pongo cuando estoy enfadado, ¿no?"
Andreas se vio obligado a disculparse con su maestro, "Perdóneme, señor, por mi hija. Seguramente buscaré a Jenny lo más rápido posible."
"Hmm, muy bien. Sabes que quiero mucho a tu hija, Andreas." Leonardo dijo esto con sinceridad.
Andreas solo asintió con la cabeza.
"¿Y qué hay de Roni? ¿Sus hombres aún no lo han encontrado?", preguntó Leonardo. Roni era uno de sus hombres, y actualmente un fugitivo. Había sido señalado como sospechoso de un secuestro.
"Aún no, señor. Estamos buscándolo."
"Mátenlo en cuanto lo encuentren. La policía ya tiene su rostro y su identidad, no podemos dejar que mencione mi nombre."
"Sí, señor." Andreas era un lacayo obediente de Leonardo.
Dentro del coche, el silencio era absoluto, nadie decía una palabra.
Jenny seguía pensando adónde debía ir y cómo le diría a Reyhan que aún no podía compensarle por el daño que había hecho a su coche.
Mientras tanto, Reyhan no quería ni mirar a Jenny, verla le traía el dolor que sentía por lo que había sucedido hacía 9 años. Un acontecimiento que había destruido su vida por culpa del padre de Jenny. Aunque Jenny no supiera nada.
Drrrrt.... Drrrtt...
El celular de Reyhan vibró.
[Jefe, finalmente logramos atrapar a Roni, estaba con tres niños en el coche.]
Reyhan leyó el mensaje de Sandi, uno de sus hombres.
Reyhan sonrió al leer el mensaje.
[Átenlo en la segunda base. Y en cuanto a los niños que estaban con él, cuida de ellos y dales lo que quieran, los llevaremos de regreso mañana.]
Roni era un fugitivo buscado por la policía, era uno de los hombres de Andreas y también el falso testigo de hacía 9 años. Desafortunadamente, la policía aún no sabía quién era el autor intelectual detrás de todo.
Jenny se armó de valor para hablarle con sinceridad a Reyhan, "Emm... lo siento, en realidad no tengo ni un centavo..."
Ckiiitt..
Jenny fue interrumpida cuando un coche los interceptó de repente. Cuatro hombres salieron del coche, llevando tubos de hierro y uno de ellos, un cuchillo.
Jenny reconoció aquellos rostros, eran los cuatro matones de su padre. "¡No salgas, demos la vuelta!", sugirió Jenny. Ella no sabía que Reyhan era bueno peleando.
Pero Reyhan no hizo caso a su consejo y salió del coche, "¿Cuál es el problema?", preguntó tranquilamente.
Jenny resopló, molesta con la actitud pretenciosa de Reyhan, "¡Qué imprudente! ¿Y si muere?"
"No tenemos nada que ver contigo. Entrega a Jenny si no quieres salir herido", amenazó uno de ellos.
Reyhan ignoró la amenaza, pareciendo tranquilo. "Esta chica es mía, así que no voy a entregársela a ustedes."
Jenny se sorprendió al oírlo. ¿Suya? ¿Está interesado en mí? ¿O lo dice porque me ayudó?
Jenny no podía negar que Reyhan era realmente un hombre guapo y encantador, a pesar de su apariencia fría.
...***...
