NovelToon NovelToon
El Loto Negro —el Renacer De Un Jade—

El Loto Negro —el Renacer De Un Jade—

Status: En proceso
Genre:La Vida Después del Adiós / Reencuentro / Apoyo mutuo / Amor eterno / Demonios / Reencarnación
Popularitas:813
Nilai: 5
nombre de autor: Xueniao

Tras haber ganado la guerra entre los tres reinos y revivido al loto blanco, Liú Huó, rey del inframundo , se verá envuelto en una nueva travesía lleno de obstáculos en sus camino.

Nuevos enanemigos amenazara la paz de la corona en busca de venganza y poder. Pero esta ves será la prueba del Loto Blanco, quien tendrá que tomar el poder que por sangre siempre le correspondió y, poner fin a las calamidades de atormentan la tranquilidad y el equilibrio entre los imperios.

NovelToon tiene autorización de Xueniao para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Caída del imperio celestial II

Miró a Tae Min seriamente sin procesar aquellas palabras, no era una broma, su mirada calaba hasta en lo más profundo. —Estás muriendo y lo estás haciendo demasiado rápido, a este paso...

Quitó su mano de mí y me senté aun con sus quejas y su expresión severa. —¿A qué te refieres? Esto es solo una herida superficial...

—¡Rey Liu!... sabes muy bien a lo que me refiero.

Metió su mano a la manga de su túnica y dejó en su palma descubierta tres pequeñas píldoras azules. —Vamos, no puede ser tan malo, siento mi energía resentida correr correctamente dentro de mí y mi núcleo esta...

Mi cuerpo completo se congeló cuando intenté sentir mi núcleo y no había signos de él, como si jamás hubiese existido dentro de mí. —Has consumido por completo tu núcleo, no sé cómo sigues con vida aún, por la gravedad de tus heridas y el hecho de que tu cuerpo ya no se regenera, quiere decir que aún antes de que la emperatriz Fu te apuñalara, ya habías perdido por completo tu núcleo de cultivo.

Quería refutar o simplemente callarlo, pero me mantuve demasiado ocupado intentando convencerme a mí mismo que esto no era real y que mi núcleo seguía en alguna parte dentro de mí. Tenía que estar, sentía mi fuerza correr por mis venas y mi energía resentida aún está intacta. No había forma de que conservara mi energía si mi núcleo se había esfumado. —¿Cómo es posible que mi energía siga intacta?

Fue lo único que mi mente me permitió preguntar, pero la negación de Tae Min me dejó mudo nuevamente. —No lo sé, tampoco sé cómo es que estás vivo, tu organismo está muy lastimado, no atravesó órganos vitales, pero aun así has perdido demasiada sangre y sin un núcleo que equilibre tu energía...

Apoyé mi mano en mi pecho, sintiendo como la bruma de energía se arremolinaba dentro de mí, como un monstruo sediento de sangre. —Me consumirá mi propia energía... ¿Cuánto me queda?

Tae Min negó y me tendió las pastillas nuevamente. —No lo sé con certeza, pero si no encuentro la forma de parar o estabilizar tu núcleo... a lo mucho serán tres años.

—Tres años...

Dije levemente en un susurro, miré la pastilla en mi mano y le miré fijamente luego de unos segundos. —¿Cuánto puedo retrasar los avances, tomando esto?, ¿y en cuánto tiempo empezaré a notar los cambios?

Él volvió a negar con suavidad mientras bajó sus brazos en resignación. —Rey Liu, lo siento, pero no creo que esto lo retrase por mucho, a lo sumo le dará un año más de aquellos tres; pero realmente no es nada seguro.

Suspiré e intenté acomodarme lo mejor que pude en la cama, el dolor en mi cuerpo empezaba a ser cada vez más notorio e insoportable. —Entiendo... eso significa que los cambios serán prematuros...

—Sí y por desgracia que ya no te regreses, es señal de que ya empezaron a dar presencia, de ahora en más, tu cuerpo volverá a ser el de un mortal, la energía resentida de su cuerpo le irá comiendo poco a poco, causando un dolor insoportable hasta que ya no quede nada... ni siquiera su alma.

Una fuerte punzada cruzó desde mi espalda a mi pecho y sentí como si todo dentro de mí se cortara. La sangre subió por mi garganta y por más que intenté retenerla, salió esparcida por mi boca. —¡Rey Liu!

Lo aparté con mi mano y tomé el paño que reposaba en el cuenco de agua para limpiar los restos de sangre en mí. —Estoy bien.

Lo miré fijamente y agarré el borde de su manga apretándolo con todas las fuerzas que me quedaban. —Busca una cura, o algo que me dé tiempo suficiente para estabilizar los tres imperios, nada puede pasarme hasta que no pueda darle el poder total a su Alteza, ¿entendiste?

—Sí majestad, haré todo lo posible para encontrar una cura o algo que logre retrasar los efectos de las esporas en su cuerpo; pero necesito que hasta que tenga algo, usted no se exponga a ningún tipo de peligro.

Se inclinó levemente mirando hacia el suelo, entendía la situación, entendía lo que decía, pero no podía prometer algo que sabía que no cumpliría. —Sabes que no puedo prometerlo, mi existencia solo depende del bienestar de su Alteza, no importa mi estado, si su Alteza corre peligro, nada evitará que lo proteja, incluso si pierdo mi vida... mi ser, le pertenece a él.

Tae Min no dijo nada, solo bajó la cabeza y suspiró. Sabía que en el fondo lo entendía, él también tiene una esposa a la cual ama con su vida y una hija que protege como su más preciado tesoro. Caminó en silencio vaciando el cuenco llenándolo nuevamente y siguió tratando mis heridas con calma. —Entiendo...

Susurró luego de un largo tiempo en silencio, fue un leve susurro, más para él que para mí, y ni siquiera se molestó en levantar la mirada de mi pecho. —Terminaré lo más rápido que pueda. Lo más seguro, es que su Alteza Xue Tian, desee verle una vez que esté totalmente consciente.

—Chou Tai fue con él, está realmente molesto, espero que no habrá la boca demás...

—Chou laozu solo está preocupado, él y el general Lu, aprecian mucho a su majestad, yo solo soy un conocido externo, pero respeto y admiro a su majestad, ha sido el soberano más grande de DiYu, y ante la situación me siento agraviado, incluso molesto, entonces no puedo siquiera pensar en cómo se sienten ellos, quienes lo consideran como un preciado amigo.

No dije nada, guardé silencio ante aquellas palabras, no tenía cómo contestar a ello, no cuando actuaría de la misma forma si estuviese en su lugar. —Lo sé...

Tae Min sonrió levemente y me tendió una pequeña taza con un líquido verdoso. —Son calmantes, le mantendrán estable y le permitirán moverse un poco; por favor, no se exceda con ello, esto es solo para que su Alteza no se preocupe demasiado cuando venga a verle, luego, tiene que guardar reposo o los dolores realmente le harán perder la cordura.

—Está bien, entiendo, no actuaré precipitadamente, ahora puedes irte, intentaré dormir un poco... su Alteza debe estar re conmemorando viejos tiempos con sus preciados amigos, en este momento.

Me recosté lentamente mientras Tae Min cerraba las cortinas con rapidez y recogía los utensilios utilizados. —Asegúrate de que nadie venga a molestarme en un rato, realmente necesito dormir.

—Bien, me retiro.

Sentí sus suaves pasos hasta la puerta y cómo está se abrió suavemente. Luego de que se fue todo quedó en silencio, un silencio perturbador. Cerré mis ojos e intenté pensar en todo lo que estaba pasando y cómo llevaría a cabo proteger a su Alteza en tan poco tiempo. Las dudas en mi mente se aglomeraban y a pesar de que solo habían pasado algunos minutos, la cabeza ya había empezado a dolerme con fuerza. Sentí la puerta abrir con suavidad y la ira empezó a dominar mi lengua. —¡Acaso no acabo de decir que no quiero ver a nadie!

«Suspiro hondo» me senté lentamente intentando no abrir la herida y estaba a punto de correr la cortina cuando escuché la voz de Lu Xiao. —Lo sé, Tae Min me lo informó, pero quería ver con mis ojos cómo estaba su majestad, además...

Me quedé totalmente quieto, sabía que, si me levantaba en ese momento, Lu Xiao no escatimaría en dejarme totalmente inmóvil. —Lu Xiao...

—Creo que la visita de cierta persona realmente es gratificante para su majestad.

Aquellas palabras atentaron totalmente contra mi curiosidad y mis ansias. Abrí lentamente la cortina y lo vi, estaba parado rectamente al lado de Lu Xiao, sus mejillas estaban sonrosadas y tenía una pequeña sonrisa que intentaba ocultar con todas sus fuerzas; pero lo que más me deslumbró, fue el brillo feroz en sus ojos.

Estaba vivo, vivo y despierto frente a mí. Mi corazón latió con tanta fuerza que creí que saldría de mi pecho y no supe cuándo mi cuerpo reaccionó, cuando me di cuenta, ya me encontraba rodeando con mis brazos aquel frágil cuerpo. Estaba cálido, y su respiración golpeaba entre mi cuello mientras intentaba corresponder a mis con sus con sus pequeños brazos rodeando mi cuello. Sentí las leves pisadas y la puerta cerrarse dándome a entender que estábamos a solas y ante la pérdida de mi mente entre el calor del cuerpo ajeno y la felicidad, una suave voz que jamás creí volver a escuchar se hizo presente endulzando mis oídos. — Liu Xin... volví a casa.

Las lágrimas salieron de mis ojos, pero no dije nada, le cargué lentamente hasta mi cama, le acosté y me recosté sobre él apoyando mi cabeza en su pecho, él no negó ni objetó a ninguno de mis actos. No había nada impuro en ellos, solo quería escuchar aquel fuerte latido dentro de él y asegurarme de que no fuese un vil sueño otra vez y luego de unos minutos, me senté mirándole fijamente. —Sí, su Alteza volvió... volvió a mí.

Su Alteza sonrió, aquella sonrisa que jamás creí que me dedicaría a mí, aquella donde sus ojos se pierden en una fina línea en forma de media luna y asintió suavemente aun cuando el calor de mis palabras coloreaba la blanca piel de sus mejillas. —¡Liu Xin!

Y ante mi ensimismamiento, un pequeño sobre salto de su parte me hizo despertar. —¿Pasa algo su Alteza?, ¿Le duele algo?

Lo agarré firmemente moviéndole para todos lados con delicadeza, en busca de algún problema, pero él golpeó mis manos con suavidad y me jaló a la cama haciéndome caer sobre él. Se salió de bajo mío rápidamente, pero objetó a cada intento que hice por levantarme; realmente no entendía nada hasta que sus ojos cristalinos estallaron en lágrimas y sus pequeñas y finas manos reposaron en mi pecho. —¡Mira cómo estás! Cómo pudiste pararte así e incluso cargarme...

Se levantó rápidamente de la cama y corrió a buscar un vendaje que había sobre el mueble, lo trajo a mí y lentamente limpió los restos de sangre que salían de mi pecho por el ajetreo de hace unos segundos. Puse una de mis manos entre las suyas para detener el acto y con la otra limpié suavemente las lágrimas que corrían delicadamente por su mejilla. —Estoy bien su Alteza, esto no es nada... ya no soy tan débil como antes...

Él me miró y negó suavemente mientras acunaba su cara entre mi mano y cerraba los ojos con lentitud. —Nunca has sido débil, y no importa lo que seas ahora, aún te puedes lastimar y por más fuerte que seas, aún duele y aún sangras... Así que, por favor, no me dejes verte en este estado, mi corazón duele, igual que en aquellos años...

Sonreí ante la ternura de sus palabras y le abracé suavemente atrayéndole a mí, su cabeza quedó recostada en mi pecho mientras acariciaba sus cabellos. —Estoy bien su Alteza, estamos bien ahora, nada hará que nos separemos... lo prometo.

Sentí cómo sus manos apretaron mi ropa y cómo lentamente su respiración se hacía cada vez más pesada hasta que cayó en un apacible sueño aferrándose a mí. No tardé mucho más en seguir su paso, aquella noche nos dejamos caer ante la calidez del reencuentro, ni él ni yo nos dispusimos a soltarnos en toda la noche, tal como aquel día cuando solo era un guardia codiciando el corazón de su Alteza. Pero esta vez no tenía planes de dejarle, no más. Y aunque sabía que de alguna forma le estaba mintiendo, aquella noche deseé con todas mis fuerzas que el destino me dejase estar a su lado por siempre.

Y esta vez, aun si mi tiempo es limitado, me dedicaría a retribuir todo lo que en el pasado nos había privado. Porque durante mil largos años, había conservado intacto aquel amor que no pude entregar. Porque durante mil largos años, le había amado en la lejanía, en las sombras y en soledad, pero ahora, ahora lo tenía de vuelta y, me encargaría de hacer su vida feliz, llena de recuerdos brillantes y, de él, el ser más poderoso y digno de los tres reinos, de aquella forma, aun si ya no estoy en su vida, podré asegurarme de que nada le pase y que solo haya luz a su alrededor.

1
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play