La historia sigue a dos mujeres, Alexandra y Samantha, quienes se conocen en un bar de la ciudad. Alexandra es una artista que lucha por encontrar su lugar en el mundo, mientras que Samantha es una empresaria exitosa que parece tenerlo todo bajo control. A pesar de sus diferencias, se sienten atraídas entre sí y comienzan una relación apasionada.Sin embargo, su amor se ve amenazado cuando Alexandra descubre que Samantha está escondiendo un secreto: es transgénero y ha estado viviendo en stealth (sin revelar su identidad trans) durante años. Alexandra lucha por entender y aceptar la identidad de Samantha, mientras que Samantha teme perder a la mujer que ama.A medida que navegan por sus sentimientos y la complejidad de su relación, Alexandra y Samantha deben enfrentar los desafíos de la sociedad y sus propios prejuicios. ¿Podrán encontrar un camino hacia la aceptación y el amor verdadero?
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continuación capitulo 1
**Escena 5: En el apartamento de Alexandra**
Alexandra llegó a su apartamento, un pequeño estudio en un edificio antiguo. A pesar de su tamaño, lo había decorado con cariño, llenándolo de sus obras y objetos que la inspiraban. La noche había sido larga, pero se sentía demasiado emocionada como para dormir.
Se dirigió a su rincón de trabajo, donde un lienzo en blanco la esperaba. Con un suspiro de alivio, recogió sus pinceles y comenzó a pintar, dejando que las emociones de la noche guiaran su mano. Cada trazo de color reflejaba la chispa que había sentido al conocer a Samantha, la mezcla de nerviosismo y esperanza.
Mientras pintaba, sus pensamientos volvían una y otra vez a Samantha. Había algo en ella que la intrigaba profundamente. No era solo su belleza o su confianza, sino algo más profundo, una vulnerabilidad que había vislumbrado brevemente. Alexandra se preguntó cuál sería la historia detrás de esa mirada, qué secretos guardaría.
Finalmente, el cansancio comenzó a ganarle y se obligó a dejar el pincel. Miró su obra, todavía en proceso, y sonrió. Era un buen comienzo, tanto para su pintura como para esta nueva etapa de su vida. Con ese pensamiento, se fue a la cama, soñando con lo que el mañana podría traer.
**Escena 6: La primera cita**
La mañana siguiente llegó rápidamente. Alexandra se despertó con el sonido del tráfico y los rayos de sol filtrándose por las cortinas. Se estiró y se levantó, sintiéndose más ligera de lo que había sentido en semanas. Después de una ducha rápida y un desayuno sencillo, se preparó para su cita con Samantha.
Eligió un vestido sencillo pero elegante, algo que le hiciera sentir cómoda y segura. Mientras se arreglaba, su teléfono vibró con un mensaje.
“Nos vemos a las 2 en la galería. Estoy deseando verte. -S”
Alexandra sonrió ante el mensaje y respondió rápidamente: “Igualmente. ¡Hasta pronto!”
A las dos en punto, Alexandra llegó a la nueva galería en el centro. Era un edificio moderno con grandes ventanales que dejaban ver parte de las exhibiciones. Al entrar, sus ojos buscaron automáticamente a Samantha. No tuvo que esperar mucho; Samantha la estaba esperando cerca de la entrada, luciendo igual de deslumbrante que la noche anterior.
“Hola, Alexandra,” dijo Samantha con una sonrisa cálida. “Te ves increíble.”
“Gracias,” respondió Alexandra, sintiendo que sus mejillas se sonrojaban. “Tú también.”
Comenzaron a recorrer la galería, disfrutando de las diversas obras expuestas. Había una mezcla de estilos y medios, desde esculturas abstractas hasta pinturas hiperrealistas. A medida que avanzaban, hablaban de todo y de nada, descubriendo intereses comunes y compartiendo anécdotas.
“Siempre me ha fascinado cómo el arte puede comunicar cosas que a veces las palabras no pueden,” dijo Samantha mientras observaban una escultura de vidrio. “Es como si cada pieza tuviera su propia voz, su propia historia.”
Alexandra asintió, sintiendo una conexión profunda con las palabras de Samantha. “Exactamente. Es por eso que me enamoré del arte. Me da una forma de expresar lo que siento, lo que pienso, incluso cuando no puedo encontrar las palabras adecuadas.”
“Debes ser muy talentosa,” comentó Samantha. “Me gustaría ver tu trabajo algún día.”
Alexandra sonrió, sintiéndose halagada. “Me encantaría mostrártelo. Tal vez la próxima vez puedas venir a mi estudio.”
“Me encantaría,” dijo Samantha, mirándola con una intensidad que hizo que el corazón de Alexandra latiera más rápido.
**Escena 7: Un paseo por el parque**
Después de recorrer la galería, decidieron dar un paseo por el parque cercano. Era un día perfecto, con el sol brillando y una ligera brisa. El parque estaba lleno de vida, con familias, parejas y amigos disfrutando del día.
“Es hermoso aquí,” dijo Alexandra, inhalando profundamente el aire fresco. “Gracias por sugerir esto.”
“Me alegra que te guste,” respondió Samantha. “A veces, simplemente caminar y hablar es la mejor manera de conocer a alguien.”
Caminaron lado a lado, hablando de sus vidas, sus sueños y sus miedos. Alexandra descubrió que Samantha tenía una historia fascinante, llena de desafíos y triunfos. Samantha le habló de su carrera como empresaria, de cómo había trabajado duro para llegar a donde estaba, y de los obstáculos que había tenido que superar.
“Siempre he sentido que tenía que demostrar algo,” confesó Samantha mientras se sentaban en un banco. “Que tenía que ser perfecta para ser aceptada.”
“Eso debe ser agotador,” dijo Alexandra con empatía. “Nadie debería tener que sentirse así.”
Samantha asintió, mirando al horizonte. “Lo es. Pero estoy aprendiendo a ser más amable conmigo misma. A aceptar que está bien no ser perfecta.”
Alexandra le tomó la mano, sintiendo la conexión entre ellas fortalecerse. “Todos merecemos ser aceptados por quienes somos, no por quienes creemos que deberíamos ser.”
Samantha la miró y sonrió, apretando suavemente su mano. “Gracias, Alexandra. Realmente necesitaba escuchar eso.”
**Escena 8: Despedida en el parque**
La tarde pasó rápidamente, y antes de que se dieran cuenta, el sol comenzaba a ponerse. Caminaban de regreso al punto de encuentro, disfrutando de los últimos momentos del día.
“Hoy ha sido maravilloso,” dijo Alexandra, sintiendo una mezcla de alegría y tristeza al pensar en la despedida. “Gracias por invitarme.”
“Gracias a ti por venir,” respondió Samantha. “He disfrutado cada minuto.”
Se detuvieron cerca de la salida del parque, mirándose a los ojos. Había una tensión suave y dulce en el aire, una promesa de algo más.
“¿Nos vemos de nuevo?” preguntó Alexandra, sintiendo su corazón latir con anticipación.
“Definitivamente,” respondió Samantha, acercándose un poco más. “Me encantaría.”
Se despidieron con un abrazo cálido, uno que duró un poco más de lo normal, como si ninguna quisiera dejar ir a la otra. Cuando finalmente se separaron, Alexandra se dirigió a casa con una sonrisa en el rostro y una sensación de esperanza en el corazón.
Esa noche, mientras se preparaba para dormir, pensó en Samantha y en el día que habían pasado juntas. Sabía que todavía había mucho que descubrir, tanto sobre Samantha como sobre ella misma. Pero por primera vez en mucho tiempo, se sentía emocionada por el futuro, lista para ver a dónde la llevaría esta nueva conexión.
**Escena 9: Reflexiones nocturnas**
De vuelta en su apartamento, Alexandra no podía dejar de pensar en Samantha. Había algo en ella que la intrigaba profundamente, una combinación de fuerza y vulnerabilidad que la hacía única. Se preguntaba qué más había detrás de esa fachada segura, qué historias y secretos todavía no había compartido.
Mientras se preparaba para dormir, Alexandra decidió hacer un pequeño dibujo de Samantha. Sacó su libreta de bocetos y comenzó a trazar líneas suaves, capturando la esencia de la mujer que había conocido. A medida que el dibujo tomaba forma, se sintió más conectada con ella, como si el acto de dibujarla la acercara un poco más.
Finalmente, cerró la libreta y se metió en la cama, mirando el techo mientras sus pensamientos vagaban. Se preguntaba qué les depararía el futuro, pero por ahora, se sentía agradecida por el presente. Había conocido a alguien especial, y eso ya era un buen comienzo.
Con una sonrisa en los labios y el corazón lleno de esperanza, Alexandra cerró los ojos y se dejó llevar por el sueño, soñando con Samantha y con las posibilidades que el mañana podría traer.