Aquí comienza el amor entre Max y violeta, una historia que los llevará al borde de la locura a ambos para hacer que su amor sea indestructible.
Esta es la continuación de violeta y Max en Frío Millonario.
Que lo disfruten, queridos lectores. ❤️
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Capítulo #2
—doctor: recuéstese señorita. (Dijo mientras arreglaba todos sus utensilios)
—¿violeta: para que son todas esas agujas? (Pregunto algo nerviosa)
—doctor: no se preocupe señorita, todo estará bien, son cosas cotidianas, no le hará nada malo al bebé. (Dijo mientras continuaba arreglando el aparato de hacer sonografías)
Violeta se recostó y entonces comenzaron a realizarle el procedimiento el doctor notó que todo estaba bien, pues, ella siempre a estado pendiente a que su bebé esté bien y saludable, ya que su panza se notaba ya tenía 5 meses y al ser tan delgada solo se le veía una pequeña pancita.
—¿doctor: sabías que es una niña? (Pregunto mirando a la pantalla)
—Violeta: si ya he ido a chequeo antes. (Dijo normal)
—Max: es una niña. (Dijo ilusionado en voz baja)
—¿doctor: señorita también le dijeron que no es solo un bebé? (Pregunto mirando a la pantalla)
—¿Violeta: como que dos? (Dijo sorprendida y preocupada)
—doctor: estás esperando gemelos, es una niña y un niño, vamos a escuchar sus corazones. (Dijo haciéndolos sonar en la bocina)
Todos se quedaron en silencio y escucharon aquellos corazones latir fuertemente y sanos en ese momento Violeta comenzó a llorar y Max realmente no sabía qué hacer o decir por que no estaba seguro de que sentir.
—Max: ya terminó doctor. (Dijo con voz ronca y rostro inexpresivo)
—doctor: voy a tomar una pequeña muestra de sangre desde tu vientre, no te hará daño, ya que tu embarazo está avanzado. (Dijo seguro de sí mismo)
—Violeta: claro, ya entendí por qué me trajiste aquí a la fuerza, querías saber si eran en verdad tus bebés, crees que te voy a mentir. (Dijo mirándolo fijo)
—Max: claro cariño esto ya me ha pasado antes. (Dijo tomando un trago)
—Violeta: esa es la diferencia, no soy igual al resto y no querría tener un hijo con un mafioso imagínate dos. (Dijo levantándose enojada de la cama y saliendo de la habitación)
—Max: uf estás bien sentimental, las hormonas andan alborotadas. (Dijo hipócritamente dándose un segundo trago)
Después de tomar aquella muestra el doctor la entró en una máquina que era especial, ya que podía arrojar los resultados en unas 5 horas.
—doctor: señor Trejo le enviaré los resultados en unas horas a su celular. (Dijo extendiéndole la mano)
—Max: muchas gracias y recuerde que lo busco por su discreción, así que si alguien se entera de esto. (Dijo apretándole la mano y mirándolo fríamente)
—doctor: lo sé señor, no se preocupe, nadie lo sabrá. (Dijo tranquilo, ya que siempre le daban buena paga con la cual podía hasta dejar de trabajar, pero sería sospechoso)
Después de que se fue el doctor ellos quedaron solos en la casa Violeta encerrada en su habitación y Max alistándose porque la noche era joven y los negocios para él no se hacían esperar por ningún motivo.
Toc toc toc
—Violeta: pasa. (Dijo sentada en un sofá leyendo)
—Max: voy a salir, espero que seas una niña buena y te comportes. (Dijo recorriéndola nuevamente con la mirada, viendo lo bien que le queda la pijama corta de seda)
—¿Violeta: a dónde vas? (Pregunto dejando de leer)
—Max: tengo algunos pendientes que resolver y trabajo pendiente, así que ya me tengo que ir. (Dijo saliendo de la habitación siendo seguido por Violeta)
—Violeta: pues yo también iré, no me quiero quedar aquí sola, espérame. (Dijo mientras caminada a su habitación para alistarse)
—Max: claro que no voy a hacer negocios y no te quiero hay es peligroso y además estás embarazada, y sin son mío los enemigos sobran así que aquí estás mucho mejor, ve la TV o sigue leyendo. (Dijo saliendo del apartamento)
—Violeta: cretino. (Dijo en voz baja)
……………………………………
Max salió de casa y se subió a su auto de lujo siendo seguido por sus guardaespaldas en autos negros detrás, al llegar al club más prestigioso de la ciudad de España todos se hacían a un lado para dejarlo pasar era muy reconocido por allá.
—Carlos: Max amigo que te trae por aquí. (Dijo saludándolo de abrazo)
—Max: sabes por qué estoy aquí. (Dijo mirándolo directamente a los ojos con una mirada fría y penetrante)
—Carlos: espera amigo, no fui yo quien te delató. (Dijo nervioso)
—¿Max: entonces como sabes que alguien me delató? (Dijo enojado haciendo seña a sus guardaespaldas para que se lo llevaran)
—Max: me encargaré de él más tarde. (Dijo entrando en el club mientras se llevaban a Carlos)
Carlos Amarante era un viejo amigo al cual le confiaba algunas cosas y entre ella un lugar en donde tenía toneladas de mercancía, lugar que dos meses después fue robado, entonces mandó a seguirlo de cerca hasta que lo vieron con el enemigo.
Los guardaespaldas se lo llevaron a un depósito en la afuera de la ciudad, ya que Max se quedó, pues, quería divertirse comenzó a tomar whiskey mientras las chicas que estaban en el club le coqueteaban.
Rin Rin (notificación celular 📲)
📲-doctor: 99.99% compatibles.
📲-doctor: señor Trejo esos fueron los resultados felicidades va a hacer papá de gemelos.
Aquel mensaje dejó a Max atónito, pues se había imaginado de todas maneras, pero nunca siendo padre y más con los enemigos que lo rodeaban porque para él la familia y los hijos son el punto débil de un mafioso y hasta hoy él no tenía puntos débiles, habían asesinado a su familia y por eso se convirtió en quien es ahora y aunque caso a cada uno que estuvo involucrado en la muerte de su familia aún tenía enemigos peligrosos.
—Max: que irónico ayer no tenía nada que perder y ahora. (Dijo tomándose un trago un vaso de whiskey)
Después de varios tragos unas chicas se les acercan, pues ellas ya eran conocidas por él aunque él no sabía ni cómo se llamaban solo le daban placer cuando él estaba de paso en España, ellas comenzaron a tocar lo, pero aquel mensaje lo había dejado atónito no sabía que sentir entonces se puso de pie sin decir nada y salió del club subiendo a su vehículo y manejado a toda prisa a las afueras de la ciudad, pues, él debía sacar esa frustración y para él no hay nada más meditador que hacer sufrir a sus enemigos.