Segunda parte de casualidad o destino, en donde se relata lo que paso con Carlos y Liz después de que supimos de ellos, relatando como el pasado puede volver afectándonos, no solo a nosotros, sino a nuestros seres más queridos, además de mostrar, como es obligación de los padres apoyar a sus hijos, para que no paguen los errores cometidos por estos.
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PROLOGÓ
La última vez que vimos a Carlos, había formado una hermosa familia, con Liz y habían, cumplido la última voluntad de Julián, una vez hecho esto, ambos estaban platicando preguntándose si las cosas son producto de la casualidad o son obra del destino, no pudieron llegar a una conclusión exacta, más que la resolución de que todo pasa por alguna razón, aunque esta pregunta siempre siguió en sus mentes.
Las manecillas del tiempo no se detienen, y ahora los vemos con una familia, no todo ha sido miel sobre hojuelas, ya que como en todo relación hay altibajos, pero lo arreglan siempre platicando entre ellos, cosa que se ha extendido a su familia, que ahora es un poco más grande; Carlos Jr. ahora tiene 18 años, su novia es su mejor amiga, a la cual conoce desde que iba a la guardería, con la que hizo amistad de inmediato, teniendo con quien jugar en la escuela y en la casa con su hermano menor Aldebaran quien ahora tiene 17 años, además de que ambos tenían el deber de proteger y cuidar de Carolina, su hermana menor de 14 años.
El pequeño negocio de Carlos ha rendido frutos, y se ha ampliado gracias a la ayuda y consejos de Liz, lo que ha resultado mayores ingresos, y, por lo tanto, un nivel de vida socioeconómico un poco más alto, lo que llevo a la pareja a poder disfrutar de algunos lujos, priorizando la educación académica de sus hijos, resultando ser como lo esperábamos Liz una madre muy amorosa pero estricta y Carlos un padre juguetón, pero justo.
Como hemos visto a veces el destino, tiene algunas sorpresas, las cuales, no son siempre agradables, pero depende de nosotros afrontarlo con todo nuestro coraje y valor para no dejarnos caer, siempre con el pensamiento de que las cosas pasan por algo, nadie más que los muertos están exentos de problemas, así que mientras estemos vivos estos nos llegaran, no solo para hacernos la vida difícil, sino para resolverlos, ya que siempre que se presentan, si los evitamos y dejamos para después, estos regresarán de una u otra forma o simplemente con otro rostro.
Lo dicho anteriormente, pasa muy a menudo y en esta Ocasión, los problemas que Liz y Carlos dejaron en su pasado sin solucionar, han vuelto, con una nueva forma, no solo poniendo en peligro su matrimonio, felicidad, sino también su estilo de vida, a través de su negocio y de esta forma, la estabilidad y felicidad de sus hijos.
Hace años Julián y Mónica intentaron de varias formas separarlos, lo cual no llevo más que al sufrimiento de ellos mismos, culminando, con la resignación y muerte de uno y la desaparición de la otra, estos viejos problemas a los que la pareja se enfrenta no son los mismos de aquella época; pero de alguna u otra forma tiene que ver, ya que algunos rostros del pasado de ambos vuelven a aparecer ante ellos.
Antes de que Julián y Mónica, existieron dos personas en las vidas de Liz y Carlos que desaparecieron sin más de sus vidas y ahora, aparecen sin que ninguno lo esperara, ya que, las novias de sus hijos son hija y sobrina de antiguos noviazgos de estos, siendo una desagradable sorpresa, para los chicos, ya que como muchos hijos sienten en momentos de su vida, que los errores de sus padres los persiguen.
En esta ocasión, no solo tendrá que hacer frente a un pasado olvidado, sino apoyar a la felicidad de sus hijos, para que su pasado no afecté, su presente y el futuro de sus hijos, las decisiones que tomarán no serán fáciles, pero esta ocasión la confrontación es inevitable, lo que para uno será más fácil para otro, será la oportunidad, de deshacerse de esa persona que pone en riesgo a su familia.
Las personas que ponen en riego, la familia que han formado con todo su amor, así como la felicidad de sus hijos son Martín, un exnovio de Liz que se fue prometiendo que regresaría y simplemente después de algunos meses a través de un mensaje, le dijo que hiciera su vida que él no regresaría y que hiciera su vida, ya que él ya había hecho la suya, bloqueándola definitivamente, sin aparecer nunca más enfrente de ella.
Por parte de Carlos se trata de Victoria, quien nunca pudo definir sus sentimientos y siempre estuvo bajo el yugo de su familia, sometiéndose a los chantajes emocionales, de su familia, quienes siempre estorbaban su relación con Carlos, poniendo su papá de esta, horarios ridículos para gente de su edad y por parte de su hermano siempre confrontado a Carlos, pero siempre a faldas de su mamá o por teléfono, jamás frente a frente, haciendo esto para aburrirlo y que Victoria no pudiera hacer su vida y siempre fuera la criada de su casa, ya que todas las labores hogareñas recaían en esta, todo esto termino por agotarlos y simplemente separarse no antes de una última ofensa de Luis hacia Carlos retándolo a pelear, justa que jamás llego a concluirse.
En este momento, surgirá la duda, de que tienen que ver estas personas en la vida actual de Carlos y Liz y más aún en los asuntos sentimentales de Carlos Jr. y Aldebaran, pues Kenia novia de Aldebaran es sobrina de Victoria hija de su hermano y Gienevive es hija de Martín el ex de Liz, como pasa en muchos noviazgos, las parejas habían conocido a sus respetivos padres, solo en eventos seleccionados y determinados momentos donde no podrían hablar más allá de una charla común, pero siempre llega el día en que una relación se quiere fortalecer y formalizar por lo que es necesario que los hombres conozcan formalmente a las familias de sus novias.
En esta ocasión no sale bien para los hijos de Carlos y Liz, ya que cuando las respectivas familias de Kenia y Gienevive les preguntan por sus padres, los muchachos contestan sin mayor preocupación, a lo que inicialmente los futuros suegros se les hace coincidencia, por lo que deciden pedir que muestren una foto de sus padres, en el momento que los muchachos muestran las fotos, los padres de las chicas reaccionan de mala manera, diciendo que de ningún modo dejaran que sus hijas sean parejas de los hijos de un cobarde y una cualquiera, causando la molestia de estos, regresando inmediatamente a su casa a confrontar a sus padres.
La forma en que Liz y Carlos arreglaran esto junto con sus hijos, no será tan sencilla, pero siempre mantendrán que todo pasa por alguna razón.
