¿Cómo inició? como para terminar de este modo. Frente al Archiduque Maximilian yacía la mujer que creyó muerta.
Aquella dama que todo el mundo creyó muerta. Pero ante la conmoción de todos en aquel banquete Imperial, la voz del principe heredero que no ocultaba su molestia frente a la situación resonó en todo el salón.
«¡¿Cómo te atreves?!»
Él era un hombre que estuvo en la guerra desde hace 15 años, pero lo que los sorprendía no era la cara del principe heredero lleno de un aura asesina, sino el niño pequeño que traía en sus brazos, uno que tenía su mismo cabello blanco.
Y para Maximilian la cara de la dama no era lo que él conocía.
Ella no podía ser Jadella, ella no podría ser su difunta esposa, ella no podía serlo, por qué la Jadella que él conocía... jamás lo miraría con tanto desprecio.
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AISHA
[...Esto debe ser una broma]
En la sala de invitados Maximilian estaba frente a su esposa y la mujer extraña estaba sentada a su lado.
Jadella no podía creer del todo lo que estaba pasando justo en este momento y solo pudo pensar controlando la tristeza e ira en su corazón...
[Esto "tiene" que ser una broma]
Maximilian habló señalando con elegancia a la dama a su lado.
«Jadella, quiero presentarte a Aisha. Sucedieron algunas cosas y se quedará con nosotros por el momento»
La mujer sonrió a Jadella de forma brillante y se inclinó por cortesía.
«es un placer conocer a la Archiduquesa Reiban, mi nombre es Aisha Malpiaras»
Aisha volvió a levantar su cabeza para la esposa de Maximilian.
«disculpe por presentarme sin un aviso previo, espero que no le moleste mi estadía»
Jadella ni siquiera pudo dar su opinión, su esposo se paró del sofá y dando medía vuelta ordenó:
«Jadella por favor encargaté que la señorita Aisha este cómoda mientras se queda aquí»
«¿Yo?»
«si, por favor-»
«Archiduque»
La voz de Yair interrumpió el momento, no tenía una buena expresión y sin perder tiempo susurro al oído de Maximilian que al terminar de escuchar su cara tampoco era buena.
«Jadella prepara todas las cosas necesarias para la estadía de la señorita Aisha»
«espe-¡¿?!»
«Aisha ven conmigo»
Jadella se sintió otra vez golpeada por las palabras de su esposo, ¿No se supone que debía llamarla a ella?, sea lo que sea que estuviera ocurriendo...
[¿No soy acaso yo tu esposa?]
Aisha se fue al lado de Maximilian y caminó a su lado con un...
«la veo luego Archiduquesa»
Esto era ridículo.
[¿No se supone que yo soy la Archiduquesa Reiban?]
El semblante de Jadella no se movió mucho a decir verdad y el único que apareció percatarse de ello fue Yair, porque volvió corriendo con Jadella.
«¿No te habías ido Sir Yair?»
Yair apretó su puño y se arrodilló ante Jadella.
«mi señora, sé... que esto es muy duro y confuso, pero la señorita Aisha no se quedará por mucho tiempo, así que por favor, sólo cumpla el pedido del señor»
Jadella mordió sus labios impotente, casi queriendo llorar otra vez, pero con mucho esfuerzo mantuvo su compostura ante su caballero que fue el único en regresar a decirle aunque sea esto, a diferencia de su propio esposo que se fue sin mirar atrás.
«de acuerdo, lo prepárare»
«...gracias mi señora, también... no le dije al señor sobre que estuvo viviendo en la mansión del Conde Turín»
«...»
«si se entera, podría ser malo»
«¡!»
Se acercó al oído de Jadella.
«mi señora, el señor sabe que la Condesa interrumpió en la mansión, pero piensa que luego se fue y nunca volvió»
Se alejó y acarició con gentileza la cabeza de Jadella.
«hice lo mejor para que nadie sepa que usted se fue, además de la Condesa y sus amigas nadie sabe»
«...Sir Yair ¿Por qué?»
Antes de que Yair pudiera contestar uno de sus hombres entró gritando:
«¡Líder, el señor está llamándolo!»
Yair no tuvo más opción que pararse y dar medía vuelta.
«nos veremos, mi señora»
Jadella no pudo hacer nada más y sólo lo vió irse quedándose sola.
Ella no tenía mucha experiencia enfrentando este tipo de situaciones, debido a lo vivido con su propia familia. Aprendió a defenderse de los rumores entre las señoritas por que era la esposa perfecta de Maximilian, pero esta situación era su primera vez y no sabía cómo actuar con exactitud.
El amor que todavía tenía hacía Maximilian era lo que no le dejaba sacar los papeles de divorcio escondido que tenía.
En su cabeza y corazón todavía estaba "la esperanza" de que Maximilian tuviera una buena razón por el que hacía todo esto, por que ella conocía a Maximilian desde que tuvieron uso de razón.
Tantos años juntos, era tan difícil dejar de pensar en una esperanza de que todo sólo fuera un malentendido.
Tal vez tenía razón.
Tal vez no.
Era difícil saber si no tenía ningún tipo de información clara.
Qué no tuviera personas que sean fieles exclusivamente a ella era una desventaja, ya que incluso Sir Yair hacia más caso a Maximilian que a ella que era la Archiduquesa.
Si así era Yair, los demás sirvientes seguro la delatarían con Maximilian, porque era el señor de la familia Reiban.
Pensar en todas aquellas cosas la deprimian más y se paró del sofá en dónde estaba sentada, respiró hondo y expulsó el aire para calmarse.
[Está noche... hablaré con Maximilian]
Con muy poco agrado preparó la habitación para Aisha y espero pacientemente a su esposo en la habitación.
Algunas sirvientas entraron con tazas de té y bocadillos hasta que llegó la noche y la cena fue servida en el comedor en dónde Jadella estaba sola.
A la sirvienta a su lado preguntó:
«¿Mi esposo?»
La sirvienta se inclinó.
«mi señora, el Archiduque dijo que no podrá asistir»
«...» [de alguna manera siento que ya no me sorprende esta respuesta]
Estuvo por dejar todo hasta que la puerta del comedor fue abierta con Aisha haciendo acto de presencia.
«oh querida, ¿Estás sola?»
Jadella se enojó, pero lo mantuvo en silencio mientras Aisha se sentaba a su lado.
«lo lamento, Maxi no podrá venir esta noche, está bastante ocupado»
«¿Maxi?»
«bueno, es un nombre abreviado ya que me costaba pronunciar su largo nombre»
«...» [Ni siquiera yo me atrevo a llamarlo así y está mujer]
Mientras las sirvientas servían la cena a Aisha ella continuó hablando como si se hubieran conocido desde hace mucho tiempo, con una confianza que Jadella jamás le dio permiso de tener.
«escuche que el matrimonio de los Archiduques Reiban era bendita por la sociedad, ¿Cómo puedo lograr eso?, me encantaría que toda la sociedad me apoye en mi matrimonio»
«señorita Aisha, disculpeme, pero no puede hablarme de ese modo, aunque sea amiga de mi esposo, hay cierto decoro que debe mostrar»
Aisha oscureció la mirada ante la voz de Jadella, como no la había visto objetar las órdenes de Maximilian...
[Pensé que ni siquiera podía defenderse, antes a penas si podía articular una palabra frente a Maximilian]
Aún sorprendida de la actitud de Jadella, prefirió corregirse por el momento.
«lo lamento Archiduquesa, sólo pensé que podríamos llegar a ser amigas. Supe que no ha salido de su habitación, así que pensé que se sentía muy sola»
«¿Como podría saber eso la señorita?» [acaso Maximilian también le cuenta todo ¿O qué?]
Aisha comió un bocado de su plato y como ignorado la pregunta habló de otra cosa.
«disculpe si la incómodo, pero quisiera saber dónde está mi habitación y me la muest-»
«la sirvienta la llevará»
Jadella ya se estaba levantando, no tenía nada de apetito luego de encontrarse con aquella mujer.
Sólo le dio la espalda a Aisha y se fue dejando a la mujer completamente sola.
Aisha comió otro pedazo de carne y sonrió de forma macabra.
«es algo ruda...» [pero nada con lo que no haya lidiado antes. Será muy sencillo tomar su lugar]
Chasqueó los dedos y un hombre sombrío de cabellos verdes se inclinó ante Aisha.
«¿Qué hizo hoy la Archiduquesa?»
«salió de su habitación y se preparó para recibir al Archiduque, luego de que se fuera con el Archiduque Sir Yair la convenció de atenderla ya que al parecer no quería hacerlo. Preparó la habitación y espero al señor Maximilian hasta la cena»
«¿No hizo nada más?»
«no»
«¿No escuchaste algo extraño?»
«no princesa»
Aisha comió otro pedazo de carne y dijo:
«pues parece que no sospecha de nada de lo que hace Maximilian o es que sólo se hace la tonta, no lo sé, tiene tan poca expresión facial que es difícil de leer»
Yair entró en ese momento y el hombre de cabellos verdes desapareció.
«oh~, Sir Yair»
«el señor la manda a llamar»
«ya pasé todo el día y la tarde con él, ¿También me extraña en la noche?»
Quería decir más, pero se calló al ver la cara oscura del caballero y su voz también sonaba peligrosa.
«señorita le suplico tenga cuidado con su lengua, el Archiduque está casado y ya conoció a su perfecta esposa. La razón por la que está aquí es sólo por ayudar al señor»
«lo sé, pero el doctor ya les dijo que perdí la memoria cuando me caí, ¿De verdad vas a tratarme a si de mal?»
Aisha trataba de burlarse y crear lástima, pero Yair le respondió de tal manera que hizo que perdiera el apetito y su entorno se volviera sombrío.
«fui bastante claro la primera vez que nos vimos señorita, usted y su antigua posición de princesa me importa una mierda»
