AMOR, TRAICIÓN Y CAPRICHO

Munic tenía ya 8 años y se había acercado demasiado a Andy que ahora la veía como una hermana menor, Andy visitaba constantemente la academia de baile del famoso Liam Amauri y comenzó a ser reconocido en el mundo del arte, desarrollando la sensibilidad de un Omega, la que su abuelo prefería, el viejo estaba embobado con su nieto y miraba cada presentación y cumplía cada capricho de Andy. Luisa y Osvaldo le ofrecían todo el amor que Andy necesitaba y el apoyo que quería. Todo lo tenía el, Munic para ella misma no tenía nada.

El odio crecía y con el la envidia con el paso de los años de instituto, la culminé fue aquella navidad cuando Andy recibió de regalo aquel cachorro que quería y que sus papás le habían negado a Munic, Andy tenía 13 años y Munic solo 12, eso no le impidió bajar en la noche a hurtadillas de su familia y ahogar al cachorro en la pileta del agua donde lavaban la ropa las criadas, y sentir aquella satisfacción tras cada patada en busca del oxígeno de aquel pequeño cachorrito, para después dejarlo ahí, flotando y haciéndolo parecer un accidente.

Al día siguiente al Andy levantarse y mirar a su cachorro el llanto y la tristeza que experimento logro en Munic aquel sentimiento desconocido qué comenzaba a gustarle. Ver a su primo sufrir era tan satisfactorio para ella que podría ser tan adictivo como la más destructiva de las drogas.

Que pasaría si desde ese momento Andy perdía todo lo que amaba? Cómo destruiría eso su mundo perfecto? Se sentiría como la satisfacción de ver caer una casa de naipes o una torre de dominó?? El éxtasis y la euforia que experimento tras ver las lágrimas de Andy le dieron la respuesta que necesitaba.

Andy si podría sufrir y ella podía provocarlo, se juro entonces que su primo sufriría cada día de cada semana y cada mes hasta que perdiera todo lo que el amaba y ella quería.

Cuando Andy perdió a ese cachorro abrazo a su prima mientras está le daba palmaditas en la espalda y le decía que todo estaría bien, lo consolaba mientras preparaba el siguiente golpe para ver caer de nuevo las lágrimas de su primo.

Mil detalles como ese llegaban y Andy comenzaba a sentirse inseguro y triste en el colegio, siempre se apoyaba en Munic y le contaba todos sus problemas mientras ella lo escuchaba con una cara de ternura y ofrecía el consuelo al que ya estaba acostumbrado, los amigos de Andy se alejaron poco a poco de el y los proyectos grupales eran un maldito tormento, nadie quería estar cerca del Omega pues habían miles de rumores circulando acerca de el Incluso se rumoraba que había ahogado a su propio perro por culpa de algún desequilibró mental. Que bailaba por recomendaciones médicas porque estaba enfermo de la cabeza, los adolescentes eran tan crueles que aquel año de escuela fue el peor par Andy.

En su tercer año de secundaria entro a su grupo un chico bastante tímido aunque muy guapo, un alfa dominante que era dos años más grande que Andy, había perdido dos años de escuela por falta de recursos de su madre, no tenía un papá, lo había abandonado a los 4 años, eso hacia que los demás alfas del salón sintieran rechazo asía el aunque los omegas y más de un beta suspiraban al ver lo guapo que era. Andy simplemente lo miraba de reojo mientras el alfa ignoraba a la mayor parte del grupo.

-Harán un trabajo en parejas, así que busquen a su compañero y elijan un tema, deben presentarlo en una semana. – dijo aquel maestro al grupo.

Andy miro a su alrededor nadie quería tratar con el, suspiro y agachó la mirada estaba a punto de la lágrimas cuando una mano se extendió en el y alzó la mirada para ver al alfa de pie frente a su pupitre.

-Te gustaría ser mi compañero?

Andy no supo que hacer .. tartamudeo un poco al responderle

-Q..que no se supone que ya tenías un compañero??

-Se veía bastante irritante, tu, en cambio, pareces normal, quieres?

Andy no podía darse el lujo de despreciarlo, sabía que no tenía un compañero de equipo y que sería difícil que alguien a demás de Munic lo invitara, pero Munic no estaba así que acepto

-Si.. si lo haré

-Bien, en ese caso, me llamo Frank Miller, un gusto

-Soy Andrew Rein… el gusto es mío.

Andy ese día conocía Frank y en el a un amigo, Frank escucho en más de una ocasión los rumores alrededor de Andy, pero el no creía en ellos en absoluto, conocía a el Andy noble y bueno, ese que nadie se había dado el tiempo de conocer, y sabía que ese Andy era diferente. Por una parte le daba gusto que nadie supiera que Andy era distinto a lo que los rumores decían, porque así solo el podría verlo de aquella manera tierna y noble, Frank lo sabía no podía negarlo, Andy le gustaba, le gustó desde aquel día de verano cuando el calor hizo que Andy se quitará el suéter para dárselo a cuidar a el alfa mientras el compraba helados y pudo oler el delicioso aroma a vainilla y caramelo que Andy desprendía, incluso tuvo su primer Rut después de olerlo. Llegó a casa con aquel suéter en su mano y se encerró en su cuarto oliendo el delicioso aroma de el Omega, su primer Rut hizo presencia acompañado de las ganas de besar y abrazar a ese Omega. Frank inconcientemente comenzó a rodear de sus propias feromonas a Andy todos los días para alejar a cualquier alfa que mirara lo hermoso que se estaba poniendo el Omega que ya alcanzaba su perfecto desarrollo, por supuesto Munic lo noto y olió a Andy cada día solo para notar que le gustaba a aquel alfa.

Munic miro las acciones y en más de una ocasión quiso intentar seducir al alfa que aunque lo notaba jamás le dio la más mínima importancia y lo ignoro hasta el final de la secundaria, para en preparatoria finalmente declararse al Omega quien lo acepto diciendo que el también estaba enamorado.