Episode 11

-¿Qué hago? *Susurro*

Fue entonces que un fuerte estruendo sonó en el pasillo detrás de la puerta del cuarto y un grito se escuchó “La señorita Rebeca” pensó Alan queriendo ir a ver que sucedida pero fue entonces que esta grito por la ayuda de la mucama y entro rápidamente a la habitación encontrando a Alan aun escondido detrás del biombo que separaba su bañera de la habitación, Rebeca lo miro y corrió a ponerle el seguro a la puerta para volver con él, este estaba completamente nervioso al pensar que sería descubierto en el cuarto de una mujer por primera vez “No lo había pensado pero es primera vez que estoy en el cuarto de una señorita” pensó Alan mientras miraba sus pies al observar al suelo, fue entonces que Rebeca se acercó a este y con una sonrisa lo observo sacándolo de sus pensamientos.

-Joven Alan, ajaja eso estuvo cerca, lamento no haber venido antes es que había mucho que revisar lo siento.

-No se preocupe señorita…

Respondió  Alan mientras esta le mostraba un plato con aperitivos para él, Alan le dio una sonrisa a Rebeca y luego ambos se fueron a sentar para comer juntos “Sigo preguntándome como se habrá hecho esa herida, parece dolorosa” pensaba Rebeca mientras observaba la gran quemadura de Alan.

-Entonces señorita ¿usted se encarga del trabajo de la mansión mientras el Conde está ausente?

-Sí, bueno mi hermano está en la academia aun y mi hermana es muy pequeña aun así que sí, yo me quedo a cargo de la mansión mientras él está afuera.

-Entiendo, debe ser difícil.

-No, no lo es, en realidad siempre eh estado al lado de mi padre por lo que aprendí lo básico para poder ayudarlo.

Dijo Rebeca con humildad pero Alan sabía que no era un trabajo sencillo veía a muchos nobles complicados al administrar sus territorios, la joven frente a este se levantó y le entrego una llave a Alan diciéndole que esta era de la habitación. Así paso una semana por lo que el Conde llegaría ese día durante la tarde y Alan debía despedirse de Rebeca luego de haber pasado con ella una semana completa.

-Bueno ya estoy listo nos vemos pronto…

-Sí, eh… ¿entonces aceptaras la oferta de mi papá joven Alan?

-Sí, hablare con él en cuanto vea que llego estaré frente la mansión, y gracias por ayudarme señorita Rebeca.

-Bueno me salvaste y te lo debía eh, esto… ¿Joven Alan?

Pregunto Rebeca mientras miraba a Alan quien estaba por marcharse por la ventana de la habitación.

-¿Si?

-Bueno, esto yo…yo me preguntaba si, usted ¿usted aceptaría ser mi amigo?

-…

Alan se quedó en silencio cuando escucho las palabras de Rebeca y luego le sonrió con ternura, esta se veía completamente adorable con su piel blanca y sus mejillas sonrojadas mientras los rayos del sol brillaban en su cabello “¿Amigo? Quiere que sea su amigo” Alan la miro y haciendo una reverencia sonrió.

-Sería un honor para mí ser considerado su amigo señorita.

Respondió Alan mientras esta apretaba su vestido aliviada por la respuesta de Alan, fue así como se despidieron y Alan se marchó del cuarto de está dejándola sola en el interior.

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