Episode 9

-Sí, lo sé no se preocupe puede revisar si eso quiere.

Dijo Alan mientras Rebeca lo miraba avergonzada, Alan sonrió y se levantó la camisa dejando ver la herida en su abdomen haciendo que la joven frente a él abriera los ojos sorprendida, esta lo miro y luego toco el abdomen de Alan comprobando la herida “Esta mucho mejor…tiene el abdomen muy marcado, nunca había visto un cuerpo así ni mi padre ni mi hermano tienen el abdomen tan marcado” pensó Rebeca mientras se distraía tocando los abdominales de Alan distrayéndose por completo de la herida que había revisado en un principio, así pasaron unos segundo hasta que…

-Pfff…pf… Hah ajaj perdón, perdón señorita pero puede detenerse por favor pfff…

Dijo Alan entre risas haciendo que Rebeca se apartara avergonzada.

-Yo lo siento, ¿lo lastime?

-No, nada de eso, solo que me hacía cosquillas lo siento si la asuste…pfff.

Respondió Alan provocando una sonrisa nerviosa en Rebeca que lo observaba, fue entonces que unos pasos fuera de la puerta llamaron su atención “Parece que viene alguien” Rebeca miro a Alan y luego corrió hacia la salida para abrir la puerta y salir antes que alguien más entrara a esta, Alan la miro salir de la habitación y luego se sentó sobre la cama mirando a su alrededor “Anoche estaba muy obscuro por lo que no pude percatarme de la habitación, se ve muy limpia y ordenada, y…y hay un aroma sutil y dulce a flores, es un aroma muy suave concuerda mucho con la señorita” pensó Alan mientras trataba de ponerse de pie para salir de la habitación “Si me quedo más tiempo y alguien me descubre pondré en problemas la pondré en problemas” se dijo a si mismo Alan mientras se arreglaba para marcharse fue entonces que esta entro en la habitación y puso el seguro para que nadie abriera.

-Joven Alan ¿Qué hace de pie? No, debe sentarse y descansar, le eh traído algo para desayunar espero sea de su agrado, no sabía que le gustaría así que me base en mi gusto.

Dijo Rebeca mientras ponía una bandeja sobre la mesa del té que tenía en su habitación, Alan la miro y se acercó a está observando lo que había en la bandeja “Son casi puras cosas dulces jaja, no puedo decirle que no me gustan ¿verdad? Bueno no me hará daño comer uno al menos” pensó Alan al tomar el primer pastelillo “Demasiado dulce” exclamo para sí mismo mientras sonreía a Rebeca para no ser descortés con quien había curado sus heridas y lo había cuidado toda la noche anterior.

-Joven Alan ¿puede decirme que fue lo que sucedió ayer?...es que usted se fue bien de aquí y regreso durante la noche en ese estado…

-Bueno señorita como ya saben yo me encargo de cobrar las recompensas de los mercenarios, ladrones y secuestradores que atrapo los cuales tiene ordenes de captura por lo que ayer fui a hacer uno de esos trabajos, llego un informe al pueblo de unos mercenarios y ladrones por lo que fui a ver de qué se trataba y me los encontré, parecían estar bien preparados, eran muy hábiles y tenían conocimiento de técnicas del reino del sur por lo que supongo son soldados que quedaron aquí después de la guerra convirtiéndose luego en mercenarios.

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