Episode 18

-Solo déjame quedarme así un minuto…Alan se lo que piensas y quiero que sepas que yo estoy bien si, puede que ahora sea un poco duro pero estaré bien, si seguramente todo irá bien…

Dijo Rebeca mientras Alan sentía el calor de esta extenderse desde su hombro a su pecho “No quiero que sufra” pensó Alan mientras acariciaba el cabello de esta con una mano tratando de hacerla sentir mejor.

-Señorita yo soy su escolta y siempre estaré para protegerla así que puede contar conmigo, no necesita esconderse o mostrarse fuerte frente a mí, yo estaré aquí sin importar que para cuidarla.

-Gracias Alan, de verdad eso es todo lo que necesito…

Respondió Rebeca mientras se quedaba dormida apoyada en el hombro de Alan, este viéndola dormir tan profundamente a su lado la levanto con cuidado y la llevo a la cama para que esta durmiera cómodamente “Yo la cuidare sin importar nada señorita” dijo Alan acomodando un mechón del cabello de Rebeca que cubría su cara...

-¿Qué debo hacer para verla sonreír señorita Rebeca?

Hablo en voz alta Alan sin saber que alguien había acabado de abrir la puerta y lo estaba observando. A la mañana siguiente Rebeca se levantó a primera hora de la mañana arreglándose para viajar junto a Alan a la mansión de su prometido, Alan al ir a buscarla a su habitación vio a esta con un hermoso vestido esperando ser escoltada hasta el carruaje con un rostro triste y angustiado.

-Señorita su mano…

Dijo Alan extendiendo su mano para ayudarla a subir al carruaje, esta temblorosamente sujeto la cálida mano de Alan y entro en el carruaje el cual la llevaría donde aquel hombre que sería su futuro esposo. En camino a la mansión Alan observo a Rebeca durante mucho tiempo viendo como esta tenía un rostro serio pero que en el fondo él sabía que solo era una máscara ya que estaba sufriendo demasiado.

-Señorita Rebeca…

-Dime Alan ¿Qué pasa?

-Señorita si necesita mi ayuda o cualquier otra cosa solo debe decírmelo ¿lo sabe verdad? Yo haría lo que fuera por usted.

Hablo Alan sin saber el alcance de sus palabras provocando un ligero sonrojo en las mejillas de Rebeca “Alan… ¿Cómo puedo decirle como me siento realmente?”.

-Sí, gracias por tus palabras Alan pero estoy bien solo debo ver esto como un simple trámite y negocio nada más…es normal que las señoritas se casen con quien decida el superior de la familia, eso es algo…normal.

Concluyo Rebeca mirando la mano de Alan y recordando la calidez que esta trasmitía cada vez que la sujetaba. Al llegar a la mansión después de seis horas de viaje está bajo del carruaje encontrándose con su abuelo frente a ella y un hombre mayor a su lado, Rebeca hizo una reverencia y luego el hombre de treinta y nueve años la miro con una sonrisa de pies a cabeza y ofreció su brazo para escoltarla en el camino mientras Alan los seguía desde atrás, el abuelo de Rebeca se sentó junto al hombre y la señorita se tuvo que sentar a su lado mientras el abuelo hablaba.

-Bueno Marques ¿Qué piensa de mi linda nieta?

-Es muy hermosa efectivamente tal como dijiste será una marquesa estupenda y dará buenos herederos para el marquesado.

-…

Rebeca quedándose en silencio apretó los puños contra su vestido bajando la mirada al ver como la vendían frente a ella misma, Alan no podía creer lo que estaba sucediendo ante sus ojos pero sin poder decir nada guardo silencio mientras observaba la tristeza en los ojos de Rebeca, fue entonces que el marques se acercó a Rebeca sobre el sillón y tomándola por la cintura la atrajo acercándola hacia él para que esta estuviera más cerca “No…por favor” suplicaba Rebeca para sí misma, fue entonces que su abuelo miro a esta disgustado al ver la expresión que tenía Rebeca y mirando al marques añadió.

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