Episode 5

-Alan sé que…

-Lo siento su excelencia pero no puedo aceptar su pedido, no tengo entre mis planes quedarme en este territorio yo solo estoy aquí de paso nada más.

Dijo Alan mientras el Conde lo miraba asombrado, este tenía darle una gran cantidad de dinero a Alan a cambio de trabajar para el pero Alan solo repetía que su plan no era ese y que seguiría viajando por lo que al final este se rindió, fue entonces que el Conde se rindió y luego miro por la ventana, “Ya es tarde creo que sería mejor que este joven se quedara aquí por el día de hoy…esa cicatriz es bastante grande, pobre chico” pensó el  Conde mientras invitaba a Alan a quedarse a pasar la noche a lo que este acepto “Solo me quedare esta noche y mañana me marchare, el  Conde que es dueño de estas tierras ya me pago por deshacerme de los bandidos y también por salvar a sus hijas así que no tengo nada más que hacer en el Condado” pensó Alan mientras entraba en la habitación de invitados que se le había asignado, los sirvientes  de la casa lo habían mirado aterrorizados por lo que Alan prefirió quedarse en el cuarto y no salir hasta la mañana siguiente”.

-¡!

A la mañana siguiente Alan despertó por un gran golpe que se había escuchado en la planta inferior de la mansión por lo que se vistió rápidamente y bajo encontrándose con un anciano en esta, el Conde se encontraba frente el anciano discutiendo cuando este levanto su bastón y golpeo el rostro del Conde agresivamente, abriendo una herida en su rostro.

-¡No te atrevas a contestarme así soy tu padre!

Grito el anciano mientras el Conde seguía de pie frente a este.

-¡Ya dije que no padre, no casare a mi hija con ese hombre él es mayor que Rebeca y  es bien sabida su reputación de mujeriego en el reino, todos saben que tiene varias mujeres e hijos sin reconocer!

-¡Él es mi socio y solo tiene treinta y nueve años, lo conozco bien y está dispuesto a pagar muy buen dote por la mano de Rebeca así que debes aceptarlo, no importa si tiene una o dos mujeres más así somos los hombres aparte esos niños no serán un problema si no son reconocidos dentro de un matrimonio, a si que no hay problema aparte nos ayudaría mucho y aunque tú seas el Conde de este lugar yo soy tu padre y mi autoridad es mucho mayor que la tuya, así que ella se casara con él, se casara con el Marques Axel en cuanto este ponga una fecha y  sea aceptada por la iglesia!

Dijo molesto el anciano exigiéndole al Conde que casara a su hija Rebeca de diecinueve años con aquel hombre que él consideraba apropiado.

-¡Padre Rebeca aun es joven, es tu nieta por favor no hagas esto ella tiene derecho a elegir!

-¡Silencio Kevin, esto no lo volveré a repetir así que obedece, tu hija se casara con él o será desenredada de la familia!

-¡!

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