Episode 10

Rebeca observaba preocupada a Alan mientras se llevaba la taza de té a los labios, al terminar de hablar Alan esta lo miro preocupada y luego miro por la ventana.

-Joven Alan, puede quedarse aquí mientras se recupera mi padre fue a visitar a mi abuelo para discutir nuevamente lo de mi matrimonio por lo que estará fuera una semana, sabe me preocupa que esté trabajando en algo tan arriesgado, sé que no tiene que ver conmigo pero usted nos salvó a mi hermana y a mí por lo que no puedo evitar preocuparme por su salud, ¿Por qué no reconsidera trabajar aquí cuando vuelva mi padre?

Hablo Rebeca intentando convencer a Alan quien cada segundo sentía que esa podría ser la decisión correcta, fue entonces que este miro por la ventana de la habitación logrando ver una cabaña a lo lejos “se parece a la cabaña donde nos escondimos con Adela y los niños durante la guerra” pensó Alan, luego se sorprendió al ver que Rebeca se había levantado de su silla repentinamente pero esta solo camino hacia su ropero y saco unas mantas del interior.

-Joven Alan tome, puede acostarse aquí en este sofá durante la noche y si le es muy incómodo yo puedo ir a dormir con Sofí y usted duerme en mi cama, yo no tengo problema en que descanse en ella mientras se sienta mejor.

-Señorita Rebeca, yo estaré completamente curado pronto, está herida no es la gran cosa lo más importante es detener el sangrado y cuidar que no se infecte, pero respecto al dolor no debe preocuparse.

Dijo Alan mientras miraba al rostro preocupado de la joven frente a él por lo que no pudo evitar aceptar la oferta de esta para no preocuparla más de lo que estaba.

-Está bien no se preocupe, me quedare aquí pero solo usare el sofá usted puede seguir utilizando su cama.

-Bien entonces descanse yo tengo que ir a revisar los papeles que dejo papá para mantener el condado y la mansión en orden, lo veo más tarde volveré a dejarle el almuerzo para que no le de hambre.

Concluyo Rebeca mientras salía a toda prisa de la habitación, Alan exhausto por lo que había sucedido se recostó sobre el sofá donde pasaría la noche y dio un gran suspiro recordando lo que había sucedido la noche anterior “Jamás pensé que ella me ayudaría, es solo una señorita frágil por lo que pensé que se desmayaría en cuanto viera mi herida pero a pesar de su miedo y nerviosismo ella lo hizo, me trato y lo mantuvo en secreto para no ocasionarme problemas, es una señorita muy amable” pensó Alan mientras cerraba los ojos y se quedaba dormido en el sofá.

*Tap tap tap*

-¡!

Alan escucho los pasos de alguien acercándose a la habitación por lo que se levantó de inmediato y corrió a esconderse detrás del biombo de madera que separaba la bañera de la recamara, Alan tomo aire y trato de mantenerse en silencio mientras escuchaba a alguien entrar en el cuarto, fue entonces que por una de las ranuras del biombo observo a una de las sirvientas recogiendo la comida de la mesa de Rebeca para limpiarlos, Alan no podía creer lo que estaba sucediendo por lo que se mantuvo en silencio esperando que esta se fuera pero por el contrario la mujer parecía cada vez encontrar más y más cosas que hacer en el cuarto.

-¿Qué hago? *Susurro*

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***