—La hermosa señorita tiene diez años —extiende sus brazos dispuesta a darme un abrazo, niego con la cabeza y la paso de lado para poder ir al espejo, cuando me veo en el reflejo, no queda duda. Volví a ser una niña. Llevo mis manos a mi rostro. Soy una niña de diez años. ¿Qué diablos ha pasado? ¿Será un sueño? ¿Esto es el cielo? ¿Mi paraíso es volver a mis diez años? Entiendo que es hermoso volver a ver a mi familia, ¿pero por qué a los diez años? Y no creo merecer la misericordia de los Dioses, nunca fui buena, por lo que no debería de estar en el mismo lugar que mi padre y mi hermano.
—¿Esto es un sueño? —la pregunta no va dirigida a nadie en específico, si fuera un sueño, mi verdadero sueño es apuñalar a Grover unas cuantas veces, pero si es el paraíso, no volvería a mis diez años, no es que haya sido una mala época, pero tampoco fue la mejor, el punto de mi mayor felicidad, fue cuando tenía dieciséis, en mi mayoría de edad. Mi nana y Artie se ríen, como si yo fuera muy tierna. Tal vez, de verdad estoy muerta.
Camino hasta un jarrón donde dejan todos los días rosas nuevas con espinas. Tomo una rosa y presiono con fuerza las espinas en mi palma, duele y apenas sangra un poco.
—Señorita —exclaman mis cuidadoras. Artie me arranca la rosa de la mano y la tira a un lado, toma mi mano y observa con cuidado los pequeños pinchazos—. No vuelva a hacer eso, señorita Catarina —me regaña, toma una de sus cintas y la envuelve en mi palma. Esto es real.
Por mucho que pueda ser un sueño, jamás había soñado con Artie, y si es el paraíso, no creo que sea el mío, mucho menos creo que sea el infierno. Volteo a ver a mi nana que parece preocupada.
—Que alisten un carruaje, iremos a la Torre de Magia —no creo obtener respuestas por sí solas, necesito confirmar. Mi nana y Artie se observan, para al final asentir.
Mientras mi nana se encarga de los preparativos para salir, Artie me viste y me peina, llegar a la torre no es difícil, hasta eso, el ducado de los Andersen se encuentra a medio día de la torre. El posible problema será que me quieran recibir. Los magos son muy exagerados a la hora de recibir visitas, solo abren sus puertas para otros magos o por órdenes del Emperador a quien todavía lo toleran un poco y eso es solo porque el Emperador les da muchos fondos. Sin embargo, aunque no me reciban necesito verlos ahora. Alguno de ellos tal vez pueda ser capaz de resolver mis dudas.
Una vez que Artie termina de vestirme, con un corto vestido de color azul pálido y una trenza, ya estamos listas para marchar. Camino apresurada por los pasillos queriendo llegar cuanto antes al carruaje. Necesito ver a un mago, no uno que se especialice en medicina, necesito uno que sepa más que el resto.
-
Llegamos pasado del medio día, el viaje en carruaje es cansado, pero no me molesto en los dolores e incomodidad, estoy más interesada en lo que me podría haber ocurrido para que haya vuelto en el tiempo, suponiendo que esto es real. Pero el dolor fue real. Aún no puedo estar segura de nada, hasta que pueda encontrarme con algún mago.
A penas llegamos, salgo del carruaje con un escolta siguiéndome de cercas y con mi nana y Artie a cada lado. Hay un enorme portón enfrente de nosotros. No es necesario tocar o gritar, ellos saben cuando alguien pasa su territorio. Así que no me sorprende cuando un sujeto se aparece enfrente de mí. Es bastante alto, por lo que tengo que levantar mi cabeza y a mi cuello no le gusta la posición.
—¿Te molesta mi altura? —la pregunta va para mí, de eso estoy segura aunque no me observa, mira a todos mis acompañantes hasta que sus ojos se detienen en mí, sus ojos son de diferente color cada uno—. ¿Te asquea mi aspecto? —mi ceño se frunce.
—Me molesta tu altura y no me das asco —le aclaro, sonríe y su apariencia cambia, ahora parece un niño de diez años con mi misma altura, sus ropas son diferentes a excepción de su capa que le queda bastante grande—. Sorprendente —confieso. Sonríe divertido.
—Lo que debería de sorprenderte no es lo que yo hago, si no lo que tú puedes hacer —no me sorprenden sus palabras, sé que tengo maná, puedo formar parte de la torre de magia si es lo que quiero, pero hacerlo seria agotador y posiblemente me harían trabajar para el Emperador o la familia imperial, y quien sea el futuro Emperador no me interesa, solo no quiero estar atada a esa maldita familia—. Es extraño —el mago vuelve a hablar—. Tu alma... es la tuya, pero se ve diferente, tus ojos, deberían ser tiernos e inocentes, sin embargo, pareciera que pasaste por un infierno —se ríe—. Puedes entrar. Tus compañeros pueden quedarse cercas y descansar, pero tú vendrás conmigo a solas —creo que Artie va a reclamar, pero me adelanto y acepto el pedido del mago o bien, su orden, el mago con forma de niño toma mi mano, el portón se abre y me jala para seguirlo.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 371 Episodes
Comments
Jack Rose Marian
hola autora me encanta tu novela, siento el parecido con un manhwa que lei hace tiempo pero no recuerdo el nombre y aun no finalizaba primera novela que leo y tiene mas de 300 capitulos me encanta
2023-02-12
1
me gusta ahora sabremos quién o qué la regreso al pasado
2022-12-17
0
Yajaira F.C
admites que no eres buena y que no mereces estar con tu familia
2022-07-18
1