Capítulo tres: Debut. Parte tres.

Terminan de vestirme y de peinarme. Tardamos al menos tres horas para mantener mis rizos falsos, mi cabello es negro y demasiado lacio, así que es difícil que los rizos se mantengan.

Salgo de mi habitación y mi hermano ya me esta esperando, lleva todo lo que nuestro padre le preparó. Miro a todos lados, como no hay nadie, me aprovecho para abrazarlo, en mis clases de etiqueta, la señora encargada no me deja abrazar a mi hermano.

—Feliz cumpleaños, hermano —me he acostumbrado a abrazarlo, me estoy acostumbrando mucho a ciertas actitudes que antes no tenía pero que ahora valoro.

—Gracias, Catty —me separo para poder extenderle mi regalo. Lo toma y con una sonrisa en su rostro, abre la caja, saca un collar del interior de la caja. Fue difícil conseguirlo, de hecho, solo pude obtenerlo debido al apoyo de Dreg—. ¿Un protector? ¿Cómo es que lo conseguiste? —es un collar mágico que puede protegerlo del peligro, en caso de que haya alguien cercas con intenciones homicidas, el dije que es una piedra mágica, se calentará, para darle aviso a mi hermano.

—No importa el cómo. La cosa es que siempre quiero que mi hermano este protegido, que siempre que salgas, espero que regreses —un detalle más del collar es que contiene maná. El suficiente para curar sus heridas, es una bendición de la torre de magia, todo gracias a Dreg. Tomo sus manos y las sostengo con fuerza—. Siempre vuelve con vida —quisiera decirle más, pero mi padre nos interrumpe y entre ellos hay una tensión y miradas fulminantes. Mi padre me toma y me carga en sus brazos, la mirada fulminante de mi hermano se intensifica.

—No me importa si es tu cumpleaños, ella es mi hija.

—Y es mi hermana.

—Sí, sí, lo que digas —mi padre ignora a mi hermano pasando de lado, mi hermano nos sigue y yo le sonrío mientras me aferro al cuello de mi papá. Me gusta ser cargada por él, aprovechare tanto como pueda mientras tenga la oportunidad.

Llegamos al salón, que es un lugar bastante grande dentro del palacio. Debido a que también es el debut de los príncipes y de algunas princesas, el Emperador ofreció el salón para el debut de todos los jóvenes que se volverán adultos. En ningún momento me separo de mi hermano ni de mi padre, no es porque yo no quiera, es porque ellos no me dejan sola en ningún momento, como si temieran perderme.

Mientras papá habla con algunos funcionarios del imperio, yo bromeo con mi hermano sobre lo guapo que se ve y la mirada de las señoritas.

—¿Te gusta alguien, hermano? —la pregunta sale con mucha naturalidad, estoy curiosa, en mi otra vida nunca lo vi con alguien, tampoco parecía interesado en juntar cabeza, solo quería volverse el mejor caballero, tal vez estoy mal, porque tampoco me llegó a interesar si había alguien en su mente, ahora me causa intriga.

—Solo me gustas tú —me río y su mirada baja hasta mí, acaricia mi cabeza—. No te preocupes por mí, mejor deja que yo me preocupe por ti.

—¿Por mí?

—Eres demasiado linda, algún bastardo en algún momento querrá tenerte cercas y alejarte de mí —me río todavía más, no creí que mi hermano fuera del tipo celoso o posesivo, lo abrazo.

—Nunca me voy a separar de ti o de papá —me abraza de regreso, hasta que recuerdo el lugar donde estamos me separo y actúo con normalidad, como si nunca hubiera pasado nada, mi hermano se ríe y nos quedamos en silencio. Él observa a su alrededor mientras yo logro escuchar lo que dicen los demás.

—Al fin conoceremos al príncipe Karsein, escuche que lo nombrarían el príncipe heredero esta noche —vaya, había olvidado que hoy nombraban al primer príncipe como heredero, yo siempre le llame el heredero, olvidando que todavía no lo es.

—Dicen que es un buen mozo, muy inteligente y el mejor espadachín —siguen halagando al príncipe.

—No solo es el debut de los príncipes, también hay princesas entre las debutantes.

—Así es, también lo escuche. Los príncipes que debutan esta noche son, el príncipe Karsein, Grover, Matthew, Caín y Clause, las princesas que debutan son, la princesa Sofia, Erika, Moon, Lisa, Miranda y Gretel —demasiados de la realeza debutan el día de hoy. El Emperador debió conseguir un asesoramiento sobre control de natalidad en el palacio.

—Catarina —busco a mi papá con la mirada, lo veo acercarse con los brazos extendidos pero antes de llegar a mí, mi hermano me alza, mi padre se queda paralizado y con la boca abierta.

—Ya casi inicia el primer baile para los debutantes, vamos Catty, tú serás mi pareja —mi padre extiende su mano hacia mí como si quisiera alcanzarme pero mi hermano se adelanta y lo ignora.

—Enseguida vuelvo, papá —me despido. Solo me deja en el suelo cuando el Emperador llega.

—El Sol del Imperio, su Majestad el Emperador Octavio I Bendelladj —todos los presentes hacen una reverencia con la entrada del Emperador—. La Luna del Imperio, su Majestad la Emperatriz Grace Bendelladj.

—Larga vida al Sol y la Luna del Imperio —vociferan los presentes. Dejan de hacer la reverencia y el Emperador saluda con un gesto de la mano y una sonrisa.

—Antes de iniciar con la celebración de los debutantes, quisiera entregar el titulo de príncipe heredero —los adultos murmuran entre ellos, veo a mi hermano que no suelta mi mano, volteo detrás de nosotros para ver a nuestro padre acercándose, llega a mi lado y toma mi mano libre. Ambos se notan serios.