17. Finalmente fuera.

Así duraron horas, esperando a que Leonor viniera o alguien les habría la puerta. Y desde fuera de las ventanas, se podía notar como estaba empezando a anochecer; el frío de la habitación comenzaba a sentirse poco a poco, y aunque era normal por las noches, este frío era totalmente insoportable por el clima de invierno.

A pesar de ello, Aiden se encontraba dormido en el suelo; en posición fetal mientras se acurrucaba con su sudadera ancha; lo que realmente lo beneficio mucho debido a su diminuto tamaño. A su vez, Bryon no tenía problemas con lidiar con el frío extremo, puesto que era un leopardo de las nieves y ese tipo de fríos no eran nada para ellos.

Pero al cabo de un rato, finalmente había anochecido, así que Bryon se levantó del suelo y camino unos pasos hacia Aiden, quién aún dormía. Se puso en cuclillas y extendía su brazo para poder despertar a Aiden, sacudiéndolo de un lado a otro.

—Oye, despierta—Seguía sacudiéndolo de un lado a otro.

—Mm—Murmuró algo para sí mismo—Ya estoy despierto, te escuché mientras caminabas.—Respondió apoyando una de las manos al suelo; mirándolo un poco mientras se hurgaba uno de sus ojos con la mano libre.

—A si?, entonces porque no te levantaste?—Preguntó con una diminuta sonrisa, casi imperceptible. Puesto que le daba algo de gracia el cabello desalineado de Aiden.

—Solo pensé que caminarías en círculos como el animal de circo que eres—Respondió con una amplia sonrisa de malicia en su rostro— ¿Ya es de noche?.

—Eres un dolor en los huevos—Resopló; lavándose de nuevo y mirando hacia afuera— Y sí, ya es de noche, así que tendremos que encontrar la forma de salir por nuestra cuenta.

—Suspiro resignado— Bueno, parece que Leonor se olvidó de nosotros; ¿Tienes algún plan para salir?— Se levantó finalmente del suelo; poniendo su mochila a la espalda y recogiendo el libro.

—Sí, quizás podamos...—Un ruido se escuchó por los pasillos, y cuando centraron su atención hacia la puerta, vieron como desde la pequeña ventana de la puerta, se movía una luz blanca pero tenue; junto con el sonido de unas llaves moviéndose de un lado a otro.

Rápidamente, ambos corrieron hacia la puerta, asomándose por la ventana, y dándose cuenta que se trataba del guardia de seguridad. Y sin pensarlo dos veces y como si pensaran en lo mismo, ambos comenzaron a golpear la puerta frenéticamente, tratando de llamar la atención del guardia, y después de unos segundos, lo lograron con éxito. El guardia de seguridad se asustó al inicio cuando escucho los golpes, pero al cabo de unos instantes pudo escuchar el sonido de los chicos pidiendo que los sacara, así que se acercó a la puerta y con mucha cautela la abrió, mostrando a Aiden y a Bryon desde en otro lado.

—Ustedes chicos... ¿Qué hacían ahí?— Preguntó el guardia soltando un suspiro de alivio— Casi me dan un infarto.

—Lamentamos las inconveniencias—Dijo Aiden inclinándose un poco— Un conocido nos arrastró hasta aquí y nunca nos volvió a abrir la puerta.

—Cielos, estos jóvenes de ahora no saben respetar a sus compañeros— Volvió a suspirar; tocándose la frente con su mano— Pueden irse, la salida está abierta; espero que su amigo no vuelva a hacerlo de nuevo.

—Muchas gracias—Respondió Aiden mientras caminaba por los pasillos, tomando con su mano izquierda un poco de la camisa de Bryon; guiándolo hacia la salida.— Yo también espero que ese amigo no lo vuelva a hacer—Susurró, perdiendo de vista al guardia de seguridad; aún aferrado a la camisa de Bryon, quien había notado ese gesto de la mano, pero decidió no decir nada, asumiendo que Aiden se sentía algo nervioso.

Mientras caminaban por los pasillos, la oscuridad se cernía en todas las instalaciones; causando sombras con formas humanas, junto con voces de distintas personas, tanto de mujeres como de hombres, lo que causaba terror. O eso era lo que, a ojos de Aiden parecía; a pesar de que desde fuera parecía estar tranquilo, muy en lo profundo se estaba muriendo de miedo, pero eso no duró mucho luego de salir de la universidad.

Ambos habían caminado en silencio en todo el camino, hasta que finalmente estaban cerca de la parada de autobús. Y Aiden por fin decidió soltar el pequeño pedazo de la camisa de Bryon, que llevaba sosteniendo desde hace varios minutos.

Miro de reojo a Bryon por unos segundo

—Bueno yo...me iré por allá— Dijo señalando hay un auto estacionado.

—De acuerdo—Respondió; mirando como Aiden se alejaba desde lejos; y entonces grito cuando estaba lo bastante lejos— Espero no volverme a topar contigo nunca más!.—Sonrió maliciosamente.

Aiden giro su cabeza para mirarlo a los ojos, y sin perder el tiempo, lo insultó con el dedo medio; devolviéndole la sonrisa maliciosa y entrando en el auto.

Así fue como ambos se fueron por caminos separados, sin embargo, había un sentimiento cálido de reconciliación entre ellos. O al menos eso es lo que Aiden podía identificar como eso.

—Hoy salió un poco tarde—Arden lo miro desde el retrovisor; con un tono de voz algo cauteloso.

—A..., perdón por eso, tuve un pequeño inconveniente—Miró por la ventana del auto; entreteniéndose con los autos que pasaban cerca de ellos.

—¿Se volvió a desmayar?—Abrió los ojos con preocupación.

—No, no, no; solo me quede mucho tiempo en la biblioteca hablando con algunas compañeras...—Explicó tratando de decir una excusa convincente.

—Comprendo...—Murmuro; notando que Aiden no quería seguir con esa conversación, así que decidió cambiar de tema— Por cierto, hoy no tienes ese olor raro en el cuerpo.

—¿Olor raro?—Preguntó; ahora interesado por la conversación.

—Sí, desde hace varios meses que tienes un olor raro; podría definirlo como una combinación de olores que no se complementan para nada, como si combinaras margaritas con madera quemada—Dijo tratando de encontrar la forma adecuada para definirlo bien.

—Ho, cierto; ¿Eres Alfa verdad?. Eso explica por qué puedes oler cosas que yo no— Dijo inclinándose un poco para hablar mejor— Pero es raro, nunca me he echado ningún perfume.

—Sí, soy Alfa recesivo, pero puedo oler igual de bien que uno normal—Respondió; girando el auto para cruzar a otro lado— ¿En serio?, pero siempre tenía ese olor amargo y raro; algunas veces era fuerte y otras veces muy sutiles.

—Mmmm, eso es muy raro; tu lo puedes oler pero yo n...—Se calló al instante cuando una teoría rondó por su cabeza. Y pensó: Sí yo no lo puedo oler pero Arden si, eso significa que son feromonas; pero si son feromonas, ¿Por qué las tendría encima?; ¿Algo territorial?; no, eso no es posible, entonces; ¿Un juego?; ¿Una clase de apuesta?; pero si es así, ¿Por qué yo?; ¿Acaso se están burlando de mí?; ¿Le hice algo a alguien y no me acuerdo?; si son feromonas, deben de ser de un Omega o un Alfa; ¿Conozco a un Omega o a un Alfa?, sí, a muchos, lo que me genera un problema para saber quién fue, pero sobre todo, no sé cómo huelen y eso es un problema mucho mayor...

—¿Joven amo?— Preguntó; preocupado cuando se dio cuenta que Aiden se calló de repente.

—Huh?, ha... si, perdón, me acordé de algo—Dijo mientras volvía en sí— Seguramente es debido a los perfumes que usan Leonor y Adeline; no te preocupes.—Se excusó de nuevo. Sin embargo, realmente le puso inquieto esa nueva información; no sabía quién era la persona que esparció sus feromonas sobre él, y eso solo le hizo sospechar más de sus conocidos, y eso realmente no le gustaba. No quería volver a desconfiar de las personas como en el pasado, así que a partir de mañana por la mañana, buscaría ayuda en las personas más confiables.

Finalmente, Aiden llegó a los apartamentos; se despidió de Arden en la entrada, y cuando llegó a su habitación; se acostó en su cama, abrazando a su gato con cariño y mirando al techo con cansancio.

Suspiro amargamente; girando su cabeza para ver a su gato.

—Oye Eiki, ¿Qué harías si descubres que tienes un problema y no sabes cómo resolverlo o por donde empezar?...

Eiki solo lo miro con sus ojos molestos y cansados; sin maullar ni hacer ningún movimiento; solo mirándolo con neutralidad. Aiden en consecuencia, sonrió levemente, girándose de nuevo para ver el techo de la habitación.

—Tienes razón, debería empezar por preguntarle a las personas cercanas con las que siempre estoy— Habló como si Eiki realmente le hubiera Respondió.

^^^Hola, soy el creador de la historia. Lamento si me he tardado es subir este capítulo, aunque no lo lea casi nadie. No e tenido mucha inspiración últimamente y no volvió a escribir a pesar de que estaba en vacaciones. hoy fue que finalmente me digne a escribir. ^^^

^^^trataré de mejorar.^^^

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