5. Recompensa.

Las semanas pasaron como estrellas fugaces y el clima comenzó a cambiar poco a poco a uno frío.

Este día en especial, Aiden se encontraba muy emocionado, ya que por fin tenían en sus manos la continuación de uno de sus libros favoritos. Así que con todas esas ganas en mente; después de salir de su última clase de esas horas, decidió salir hacia una de sus cafeterías favoritas del campus.

Los pasillos a pesar de ser anchos, estaban repletos de muchas personas, lo que provocaba un desplazamiento difícil en él. Así que se tuvo que hacerse espacio entre la multitud y de vez en cuando, chocar con una que otra persona que no lo dejaba pasar; y mientras más caminaba, pudo vislumbrar a lo lejos, un grupo de alumnos pequeños, pareciera que estaban en una excursión de la escuela, así que no le dio mucha importancia, sin embargo, no pudo evitar seguir viéndolos con ternura; le hacía pensar en su antigua etapa de colegio y al verlos, le parecía adorable sus comportamientos.

Pero antes de que pudiera retomar su camino, notó como una pequeña billetera caía cerca de ellos; al principio, no hizo nada, creyendo que lo notarían o que alguien más lo recogería para entregárselos, pero al cabo de unos minutos, nadie lo notó, así que ansioso porque nadie hacia nada, corrió rápidamente para que tomar la cartera y luego entregárselo a la niña que se le calló.

— Disculpe, pequeña; se te cayó esto.

Al escuchar a alguien hablándole desde atrás, la niña se sobresaltó brevemente, para continuación, darse la vuelta con mucho cuidado, rezando para sus adentros que no fuera algún tipo de acosador o alguien feo con horribles intenciones.

No obstante, cuando se dio la vuelta por completo, lo que vio ante sus ojos, era la apariencia de un chico bastante guapo; piel morena; ojos azules que parecían ser la ventana a un cielo despejado; un cabello corto, pero tan castaño que parecía ser de color miel; y una vestimenta lo bastante holgada con colores que combinaban totalmente con su apariencia; sus facciones era hermosas y totalmente perfectas.

Totalmente el tipo de la niña.

En cambio, a los ojos de Aiden, la niña le parecía totalmente adorable; ojos plateados que brillaban como cristales desde la luz del sol; piel negrita pero no tan excesivo, que desde lejos se notaba lo muy bien cuidada que estaba; un cabello casi largo y de color rojo apagado; tenía encima una mochila azul; y una ropa muy amplia y bonita.

—Muchas gracias, señor, no me di cuenta de que se me había caído.

—Señor?, ja, ja, ja, no creo estar tan viejo. No tienes de que agradecerme, solo note que se te cayó, así que me voy yendo.

Inclinó la cabeza, señalando que se despedía y se fue lentamente.

Desde lo lejos, la niña le exclamó con un gracias, y Aiden se giró brevemente para saludarla, alegre por la interacción que tuvo con la niña.

...♤♤♤♤♤ ♤♤♤♤♤ ♤♤♤♤♤...

Luego de unos largos minutos caminando desde el campus. Finalmente, llegó a su tan esperado destino.

La cafetería "Sol Naciente"; conocida por su gran variedad de bebidas y aperitivos, junto con un gran ambiente, música y calefacción dependiendo de las estaciones. Tenía una gran variedad de clientes, una de las razones por las que siempre estaba lleno, no obstante, en esas horas de la tarde, la cantidad de gente en el local disminuía drásticamente.

Y eso era muy conveniente para Aiden.

Al entrar en el local, un cálido y agradable olor le dio la bienvenida. Se encontraba más limpio y cálido de lo usual, así que inicialmente se extrañó por el cambio, sin embargo, no le dio mucha importancia y decidió dirigirse al mostrador, tomar su pedido e ir a su asiento favorito.

Al sentarse, lo primero que hizo fue sacar su nuevo libro y ponerse a leer con mucha emoción; pero al cabo de unos minutos, estaba comenzando a desconcentrarse tras sentir una mirada penetrante atrás de él; era tan molesta e irritante, que finalmente no pudo evitar ceder ante eso y giro la cabeza hacia atrás con una expresión bastante irritada.

Pero al girarse, solo pudo ver a una mujer leopardo que lo miraba con una sonrisa de oreja a oreja cuando por fin la miró. Aun así, no reconoció a la chica, parecía que la había visto en alguna parte, pero no recordaba donde, así que sin darle rodeos al asunto, decidió preguntarle.

—Disculpa; te conozco?

Tras decir estas palabras, la cara de la chica cambió de estar feliz a ser de desconcierto. Le hacía parecer como si la pregunta le hubiera ofendido o entristecido, pero aun así, decidió responder.

— Soy Leonor, la chica a la que ayudaste hace varios días, me recuerdas?.

— Perdón..., pero no te recuerdo del todo, no soy muy de recordar caras.

Confesó, apenado por no haberla reconocido del todo bien antes.

— No te preocupes, suele pasar; viniste aquí para relajarte?.

— Sí..., me gusta leer libros por estas horas, y el lugar es tranquilo y relajante..., y tú?.

— Por algo similar a lo tuyo; me recomendaron este lugar, así que vine a escribir unas cuantas cosas, no esperaba verte por aquí; que es lo que lees?.

— Es..., solo un libro de fantasía; es muy interesante porque la trama está bien estructurado y él tras fondo de los personajes está bien definido; me leí su primer libro y finalmente tengo el honor de leerme su continuación..., perdón, creo que hable demasiado.

—Oh!, no, no, no, no te preocupes, a mí también me gusta leer, así que es divertido encontrar a gente que te recomiende algún libro.

—En serio?, te gusta algún género en particular?

Pregunto intrigado.

— Bueno~, me gusta de todo un poco, pero más el romance junto con un toque de fantasía, por cierto, lamento lo del otro día, mi hermano es un poco brusco.

—A..., no te preocupes, pero que sepas que tu hermano no me cayó bien, en cuanto a lo demás, también me disculpo de parte de mi hermana..., es un poco... sobre protectora...

— No hace falta, tenía sus razones; tienes algo en mente para que pueda recompensarte?

— Bueno..., realmente no hace falta, pero en ese caso, me basta con que me acompañes hasta la salida de la universidad.

Explico con mucha pena.

— Me parece bien, te irás después de tomar tu café?.

—Si, no me tomará mucho tiempo así que no tienes que preocuparte.

—Genial!, justo esperaba a alguien.

— Oh!, esperabas a alguien?.

—Sí..., justo está por llegar, perdona de nuevo si te molesta.

— A que te refieres?...

Justo detrás de él, una sombra gigante emergió, tapándole la luz y obstruyendo brevemente su visión. Al girarse de nuevo al frente, lo primero que vieron sus ojos fue una camisa azul marino oscura, pero al levantar la vista hacia arriba, lo segundo que observó fue la mirada fulminante del chico que tenía al frente.

《 se nota que son hermanos..., con esa mirada cualquiera se daría cuenta》

Ambos se sostuvieron la miraba por un gran rato, compitiendo por quien cedía primero ante el otro, y después de unos minutos más, Aiden frunció el ceño, para después cerrar los ojos y volverse hacia Leonor.

— Él..., también vendrá?.

Pregunto con una clara irritación.

—A donde crees que vas con ese tipo?.

Pregunto después de mirarlo con una hostilidad que parecía casi anormal.

—A..., sí no te molesta sí; y, iré a acompañar a Aiden hacia la salida de la universidad.

— Por qué tienes que acompañar a un inútil como él?.

Volvió a preguntar aún más irritado.

— Tienes algún problema con eso?, si ella quiere acompañarme, tiene todo el derecho de hacerlo.

Ambos se volvieron a mirar, pero esta vez aún más molestos e impacientes; listos para alzar los puños si lo veían necesario.

— Puede ir con cualquier persona en el mundo..., menos TU, solo eres un Beta asqueroso que no tiene porqué tener el privilegio de juntarse con una Delta como mi hermana.

Respondió furioso.

— Hay vas de nuevo, acaso tienes un complejo de inferioridad con los Betas?.

Tras ese comentario, Leonor no pudo evitar soltar una pequeña risita; y al oírla, su hermano se puso rojo de la furia.

— Ja~, es muy gracioso oír esas palabras viniendo del Beta que de siente inferior a su hermana mayor.

—Qur acabas de...?, Repítelo..., Repítelo ahora mismo si tienes agallas!.

Grito levantándose de su asiento velozmente y provocando un fuerte estruendo.

Al ver la reacción exagerada de Aiden, ambos se estremecieron por el repentino grito.

Leonor, alarmada por el escándalo, también se levantó de su asiento, inquieta por lo que podría pasar acontinuacion.

En cambio, su hermano, se sorprendió por unos instantes pero luego recobro los ánimos y también se presepito a gritarle. Ahora, mucho más enojado y emocionado al saber que estaba teniendo ventaja en la situación.

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