Amor De Manicomio
Capítulo 1
Culpable
En la mañana de un frío y lluvioso domingo se encontraba aquel hombre triste y con el corazón destrozado, con lágrimas en sus ojos y un nudo en el pecho que sentía que le estaba oprimiendo el alma... Ese día asumió que había muerto en vida, la mujer que amaba lo había abandonado para siempre. A pesar de su dolor sabía que su deber era seguir adelante, tenía que movilizarse y salir de ahí antes de que lo atraparan, pues no faltaba mucho para que sea perseguido por las autoridades. Con mucha prisa rebuscaba entre sus pertenencias todo aquello que consideraba de valor, bajo su cama el piso había sido cavado, años atrás creó una especie de bóveda secreta que se camuflaba sigilosamente con el piso y nadie más que él sabía que eso allí existía... Ahí metió todos sus ahorros, joyas valiosas, un peculiar retrato hecho a mano y su diario
Se dispuso a tomar un poco de ropa limpia y el dinero extra que guardaba en sus pantalones, echó todo lo que pudo a un morral de manera rápida y muy desordenada y salió como una bala de ese lugar
Afuera muchos policías ya rodeaban la casa y al momento de poner un pie frente a la puerta su cabeza fue apuntada por el arma de un oficial de la policía quien le advirtió que dejara el morral en el piso despacio y luego colocara las manos arriba. Así lo hizo aquel muchacho que sabía que ya había perdido la batalla, sonrió y mantuvo su frente en alto.
Se acercó otro oficial que le revisó su cuerpo, despojandolo de algunos objetos de arma blanca, como cuchillos, bisturí clínico y una cuerda que llevaba enrollada en su muñeca
El oficial le colocó las esposas y lo empujó a las afueras de la propiedad.
—Ciudadano Keyler Daniel Sierra está usted bajo arresto —indicó un oficial de la policía estatal— Tiene derecho a permanecer en silencio, todo lo que diga puede y será usado en su contra en una corte legal. Tiene derecho a un abogado, si no puede pagar uno el estado se lo asignará. Tiene derecho a realizar una llamada —finalizó antes de echarse el celular al bolsillo y sostiene al muchacho por su cabeza empujándolo a entrar al vehículo patrulla.
—¿Y eso no debía memorizarlo antes de comenzar a ejercer su oficio? —pregunta Keyler con una sonrisa burlona— Veo que me está leyendo mis derechos desde su celular. ¿Debería reportarlo por eso?
El oficial lo miró enojado por el retrovisor, pero no se atrevió a decir una sola palabra. Le tenía miedo debido a la fea expresión de su rostro y la fama que tenía de ser un asesino en serie. Volteó para tirar la colilla de un cigarrillo por la ventana del coche y Keyler con sus manos esposadas en un movimiento rápido rodeó el cuello de aquel policía que se encontraba en el asiento del conductor y haló con fuerza hacia sí mismo tratando de acabar con la vida del hombre para así poder escapar y recuperar su libertad, aún así no pudo hacerlo, tan solo desmayó al policía y al tratar de pasarse a los asientos delanteros para obtener el control sobre el volante llamó la atención de los demás oficiales, cuatro de ellos que se disponían a ir en otros vehículos se acercaron y al darse cuenta de la situación golpearon con fuerza el rostro de aquel muchacho luego le dieron una pequeña descarga eléctrica para aturdido, aun asi la fuerza que tenia Keyler era bestial, casi podía dominar a esos cuatro hombres él solo y trató de escapar, pues sabia que al momento en que lo soltaran perderían el poder sobre él, ya que conocia cada rincon de ese barrio, podia correr y esconderse fácilmente, pero en un momento los oficiales llaman refuerzos y logran tomarlo con fuerza, lo trasladaron a otro vehículo que transportaba a los presos en un cubículo separados de los guardias.
El hombre que había sido agredido por el acusado al recuperar el aliento bajó del vehículo tosiendo de manera desesperada, su rostro estaba morado y sus ojos rojos e hinchados, perdió el equilibrio y cayó de rodillas al piso. Estuvo a punto de morir en manos de aquel despiadado asesino de tan solo veinticinco años, así que esperó a recuperarse, guardó silencio y se subió en la parte delantera del otro vehículo hasta llegar a la estación policial más cercana donde entregaron al muchacho a sus superiores
Ya pasadas las cuatro horas en las que Keyler había permanecido encerrado en la sala de interrogatorios sin ser atendido, sin comer ni beber absolutamente nada y comenzaba a impacientarse, el saber que sería encerrado por mucho tiempo aumentaba su ansiedad y claustrofobia, podía sentir los nervios a flor de piel
Dos oficiales y un médico psiquiatra observaban su comportamiento detrás de ese amplio cristal junto al comisario Rodríguez y se sorprendían de ver su cara seria, a veces feliz, a veces triste, deprimido o enojado. Era como si tuviera personalidades diferentes dentro de sí mismo, por lo que el psiquiatra evaluaba lo antes mencionado y juntos debatían sobre este nuevo caso
Media hora más tarde Keyler rompe en llantos, un llanto que reflejaba el suplicio que padecía el muchacho por esta penosa situación y se culpaba por la desgracia de haber perdido a su mujer y su hijo, mientras que comenzaba a balbucear un sin fin de cosas sin sentido teniendo un alegato interno consigo mismo para a lo último agudizar la voz exigiéndose que tenía que mantener la calma y que no debía sentirse culpable
¿Un hijo? —se preguntaba el médico para sus adentros con una mirada inexpresiva, los ojos bien abiertos y su mano sosteniendo su barbilla
Suspiró pesado y le pidió al comisario que le diera prioridad a la autopsia de la víctima
—Necesito los resultados de la autopsia lo antes posible, apresure ese asunto. Es momento de hablar con el acusado —sugiere el doctor—. Permítame entrar a mi primero antes de que pasen a interrogarlo, necesito conversar un poco con él mientras esté tranquilo. Según lo que he podido evaluar en todo este tiempo el muchacho sufre de esquizofrenia del tipo paranoide agresiva, posiblemente progresiva, puede estar produciendo una alteración de la percepción de la realidad, no tenemos un diagnóstico psiquiátrico que respalde su salud mental, por lo que hay que empezar de cero. Hay un niño de por medio, no sabemos si vivo o muerto y tenemos que saber que pudo haber hecho con él en medio de su crisis. Que el forense nos informe si la víctima estaba encinta al momento de quitarse la vida o si tuvo un parto previo a su muerte
—¡SE DECLARÓ CULPABLE! —gritó el comisario con rabia dando un fuerte golpetazo en su escritorio haciendo sobresaltar al doctor— Es suficiente con eso. Ese infeliz casi mata a uno de mis hombres, no merece ni una pizca de solidaridad. La fiscal estará aquí mañana a primera hora y a ese loco de mierda le darán la pena de muerte, te aseguro que eso será todo. Sin tantos dolores de cabeza
—Es un paciente esquizofrenico y hay que tratarlo como tal antes de enviar su caso a fiscalia, incluso puede ser peligroso si se encuentra a solas con la fiscal Marín que es una mujer de avanzada edad. Necesito entrar y establecer un diagnóstico confiable del que ella pueda tener conocimiento y actuar conforme a ello, si confirmo mis dudas él deberá permanecer internado en un hospital psiquiátrico para rehabilitarse antes de recibir el veredicto que dicte el juez. De momento no quiero que sea retirado de esa sala de interrogatorio, eso podría bloquear su mente y será mucho más difícil para hacerlo cooperar. Deberá confiar en mí.
—¿Confiar? ¿De que demonios está hablando? ¿De verdad cree que los familiares de todas esas víctimas estarán felices de ver a su asesino internado en un hospital? Recibiendo tratamiento médico gratuito y respirando aire fresco como si lo mereciera?
—Tendrán que comprender que esto será parte de sus derechos
—Se nos van a venir encima uno a uno y no voy a manchar mi reputación solo por ayudar a un psicópata narcisista como este. Es un asesino serial. No vale la pena
—¿Reputación? —se aclara la garganta—. Déjeme decirle que usted está muy equivocado. Mi amplio conocimiento en este oficio me ha hecho creer con firmeza que toda persona en este mundo a pesar de su caos mental vale la pena —reiteró el doctor–. Cada psicópata tiene su historia. Permítame conocer la de este joven, no pierde nada con dejarme hacer mi trabajo, ocupese usted del suyo
—He dicho que no —le alza la voz una vez más y el doctor tan solo fija su atención en la conducta a la defensiva que adopta su acompañante
—¿Le teme usted a algo, comisario Rodríguez? No veo motivo para que se niegue tan rotundamente
—Es un maniático asesino, ¿Por qué insiste? Ni siquiera es su familiar ¿Qué más da si paga cadena perpetua, lo sientan en la silla eléctrica o lo matan al llegar a prisión?
—Entonces asumo que usted se hará responsable de lo que le suceda a mi paciente —sentenció mirándolo a los ojos—.
—¿Que? Por supuesto que no. ¿Pero qué está diciendo? —refutó enrojecido de cólera—. ¿Usted está loco?
—Voy a hablar con el acusado justo ahora y usted se irá de aquí sin decir una sola palabra más. Busque de apresurar el proceso de las pruebas que le pedí. Necesitaré el informe detallado cuanto antes.
Ordenó el doctor justo antes de adentrarse a la sala donde se encontraba aquel intranquilo muchacho, sabía que el comisario corrupto no estaba en posición confrontarlo, ya que en el pasado le había descubierto unas malas andanzas
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...PALABRAS DE AUTOR:...
Estimados lectores, nuevamente les hago entrega de otra historia con la esperanza de mantenerlos entretenidos una vez más, espero que les guste tanto como mis anteriores trabajos.
De antemano les informo que esta no es la típica historia feliz y romántica como la que acostumbro a escribir, es una historia compleja que si pierden el hilo de la misma posiblemente se pierdan y se les enrede la lectura. La historia viene cargada de múltiples asesinatos, los cuales son descritos tan explícitos que desde ya les advierto que si no están acostumbrados a este tipo de relatos deben abandonar la historia
Para los que decidan quedarse, les agradezco de antemano su apoyo
Es una trama en la que el amor es enfermizo, tóxico y obsesivo de parte de nuestros protagonistas, pero a pesar de ello es persistente y real.
Les prometo que sentirán tanto odio, como empatía hacia el protagonista y vivirán como a carne propia su historia de vida
Les pido comprensión, si se consiguen con situaciones que no sean de su agrado. Aquí se habla de una persona con trastorno y personalidades múltiples y para la mente de estas personas cualquier situación puede ser permitida sin recriminación alguna
Por favor respeten mi trabajo, tanto como yo respeto sus opiniones y respondo a sus comentarios de la manera más cordial que puedo ofrecer.
Si mi historia no les satisface tan solo déjenla sin calificar mal ni dejarme malos comentarios.
Gracias por dedicarme un pedacito de su valiosísimo tiempo y tengan todos una agradable lectura
Les mando un saludo cordial y un enorme abrazo
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Updated 36 Episodes
Comments
María Sol 🌷
Será que el comisario está encubriendo al verdadero asesino? 🤔
2024-07-18
5
hugo antonio anaya marquez
se lee muy fuerte pero interesante
2024-07-02
4
Mαяια Bє∂σyα ✨
llegué aquí 🙂
2024-06-23
5