Capítulo XIX

— ¿Que mierda hago aquí Alana ?— La voz de Freyja sonaba molesta mientras intentaba soltar su mano engrilletada de la pared.

— Pues vamos a darle de comer a los compañeros que están aquí encerrados esperando a que la cura salga de algún lado.— Susurro ella desde una sala protegida.

— Estás completamente loca ¿ Porque demonios haces esto?— Freyja no entendía el porqué se encontraba allí encerrada a un cerrar de ojos de varios caminantes frenéticos.

— No es difícil de entender, tú me impides que Edu tenga ojos para mí.—

— Reitero estás loca, por mucho que me mates el seguirá sin querer estar contigo, no es por mí o por lo que el sienta por mí... No puedes obligar a alguien a estar contigo.— Freyja estuvo forcejeando con la tubería hasta que logró partirla por un extremo.

— Por mucho que te sueltes no tienes nada para defenderte y todos están ocupados buscando a los dos cebos que solté, seguramente uno de ellos ya haya matado a tu amiga.— Alana empezó a reír con fuerza.

— ¿ Que te hace pensar que Fani moriría tan fácil tan solo por un caminante ? — Freyja no dudaba de alguien que había acabado con los Rebeldes del este de Valencia.

— Porque tendrá que enfrentarse a la muerta y a la hermana viva, en esta vida las amistades no existen cuando tus metas tienen un mayor enfoque.— Freyja negó, esa chica estaba loca .

La compuerta que sostenía a los zombies se abrió y los vio correr cara a ella, pudo forcejear con el primero y empujarlo para tirar al suelo a los otros.

—“No te rindas Freyja...”— Esa voz se repetía veces en su cabeza, golpeó con las esposas al caminante que se abalanzó contra ella y se escabulló por debajo de ellos.

Varios disparos se escucharon en la entrada del laboratorio, Freyja seguía luchando contra los zombies hasta que un traspié la hizo caer, cerró sus ojos en cuando vio el zombie ir a por ella, un quejido la hizo abrir sus ojos, la sangre cayó por su rostro mientras observaba al caminante con una pata de silla atravesada en la cabeza.

— Fani...— Siguió observando el porqué la sangre cubría su cabeza y se percató de que el brazo de su amiga tenía una gran mordida y salía sangre como una fuente.

— Tranquila Freyja, es solo una mordida además estás embarazada y no podía dejar que murieses...— Fani pateo al zombie y miro a la sala principal donde estaba el coronel, Edu y Ximo.

Los tres habían visto lo sucedido y bajaron hasta donde ellas estaban.

— Fani... ¿ Porque? Porque no has sido cuidadosa como siempre... — Freyja no podía creerse lo que acababa de pasar, ella estaba esperando un hijo de Edu y estaba apunto de perder a su amiga.

Fani sonrió de medio lado, le acaricio la cabeza y se agachó, ella se encontraba bien aún.

— Sabes, he tenido una vida plena y mi intención era llegar hasta aquí para que encontrarás a tu pareja e irme al búnker, los planes se han torcido un poco la verdad, pero me alegra el saber que tienes una vida en tu interior.— Fani no sentía pena por lo que podría pasar.

El coronel levantó su arma y apuntó a la chica.

— Fani Salvatore, apártese de la civil Freyja y suelte el arma que lleva.— La pelirroja soltó el arma y le miró levantando las manos.

— Está deseando dispararme pero de momento sigo siendo una civil, la conversión no es tan rápida, en unas horas quizás ya no seré yo pero nadie le da permiso a terminar mi vida en este instante así que...— Ximo le interrumpió levantando su arma contra su superior.

— Baje el arma señor o no dudaré de apretar el gatillo en contra de usted—

— Renovell esto que está haciendo le podría costar su carrera—

— No me importa en absoluto mi carrera ahora mismo, baje el arma, nadie la tocará mientras yo siga viviendo.— Fani se sorprendió y no pudo evitar reir con suavidad.

— Fani vamos a casa... Si salimos ya, podrás ver a tus padres...— Freyja se acercó a su amiga quien estaba cansada y se apoyo en ella.

— Vamos a casa, ese es mi destino final.— Ximo y Edu caminaron junto a ellas hasta el exterior del laboratorio.

— ¿ Que ha ocurrido ahí dentro?— Una voz familiar y una mirada de tristeza fue direccionada a Fani.

— Tío, vuelvo a casa creo que deberían venir así mamá no se sentirá tan sola cuando yo no esté.— Su tío observo la mordida y luego a su sobrina, a su hermana se le caería el mundo encima cuando llegarán si llegaba con vida.

— Vámonos cariño, que los niños suban al coche... Mi hermana nos necesita — Dicho aquellas palabras y ante la negativa del coronel el portón de la muralla se abrió y salieron 2 coches dirección a Valencia.

— Estás loca lo sabes no?— Ximo acariciaba la mejilla de Fani que estaba tumbada en el asiento de detrás junto a él.

— Digamos que es algo que no es nuevo, la herida está supurando...— El chico limpio la herida y la observo, estaba un tanto amoratada — Ya no tendrás que aguantar a esta pesada...

Freyja y Edu que estaban delante se mantuvieron callados o eso intentaba Freyja que intentaba callar sus sollozos.

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