Capítulo XIV

—Freyja ¿ Donde está Fani? Dijo que no tardaría más de dos días en volver, en la radio se escuchan gritos de socorro de uno de los bandos de saqueadores — Uno de los amigos de su madre interrumpió a la joven que daba de comer a la pequeña Africa.

— Debería estar ya por aquí, habíamos quedado con salir por la tarde dirección a Madrid y me molestaría tenerme que ir sin ella.— Suspiro mirando a la pequeña que se había dormido en sus brazos.

— Habéis escuchado lo que dicen en la radio, una sola mujer ha destruido a la banda de saqueadores más problemáticos, por suerte con ellos no teníamos una tregua y después de todo lo que pasó en el búnker aún les pasó poco— Freyja fruncio el ceño al imaginarse que aquella mujer era ni más ni menos que la loca de Fani.

Supuso que era su manera de vengar la muerte de su querido Lobo, pero aquello también la llevo a matar inocentes y le repetía constantemente que matar inocentes no debía hacerse, que debían ser unidad, los perros se alborotaron y corrieron al exterior del búnker.

— Llegó la encantadora de perros — Susurro Mery sabiendo que la que volvía con cortes y repleta de sangre era su hija.

Fani se agachó a recibir a los perros y se incorporó para sonreír con sorna a su mejor amiga que negaba ligeramente.

— Reitero, las cosas más locas de este mundo apocalíptico van cogidos de tu mano ¿ Como has matado a una banda agresiva tú sola sin morir ?— Fani se encogió de hombros.

— Bueno le encontré una utilidad sorprendente a los zombies, si los juntas en manadas no puedes tener suficientes balas para matarlos a todos, solo tuve que encargarme de abrirles paso y no morir en el intento.— Hizo una pausa y luego prosiguió — Mate al cabecilla y pude ayudar a varios rehenes a formar parte de nosotros.

Era cierto que Freyja estaba viendo nuevas caras, agradeció que su amiga mantuviera la cordura.

— Entonces estás lista para retomar nuestro viaje a Madrid para encontrar a Edu y a Ximo—

— Edu, el otro y yo solo somos amigos, no tienes que preocuparte por tanto, seguramente estará muy ocupado con alguna de las militares que estarán en el centro del país.— Fani parecía cambiada o más bien con el corazón roto.

— No pienses así, nadie tiene tiempo de enamorarse en estos momentos...— Freyja pensó lo mismo pero con Edu y entendió como su amiga se sentía.

— Bueno, dejémonos de tonterías y preparemos el coche con la munición, algo de comida y gasolina... Necesito llegar ya allí, que traigas a Edu y dejar de dar vandazos por España— Fani se veía cansada, deteriorada en menos de tres días.

Ambas se subieron al coche cuando tuvo todo lo necesario y se pusieron en marcha, la madre de Ximo se acercó a la pelirroja.

— Dile a mi hijo que deje su trabajo y venga con su familia, juntos podremos sobrevivir mejor que el solo allí — Fani asintió mientras se ponía el cinturón.

— Vamos a intentar traerles de vuelta a los dos, no se preocupe señora —Freyja sonrió mientras arrancaba el coche y salían del búnker.

Una última mirada al bunker mientras se perdían por la curva de salida a la autovía dirección a Madrid, Freyja estaba preparada para encontrarse con su amado, pero Fani no queria ver a Ximo en esos momentos, su dolor era aun mayor que el amor que sentia por el.

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