Capítulo XVI

Ximo se quedó blanco como la nieve cuando diviso entre sus compañeros a Fani que se encontraba cruzada de brazos observando la escena de su amiga, en el momento que sus ojos hicieron contacto dejaron de hacerlo por el simple hecho de la mujer que colgaba de su brazo.

— Alexandra… Suéltame, he estado pasándote estos comportamientos porque estabas mal por la perdida de tu hermana, pero no es correcto que hagas eso.— Ximo siempre había sido educado con las mujeres y más cuando estaban en desventaja sentimental.

— No es necesario que la apartes, si tanto te gusta su compañía podría ser la próxima señora Renovell…— Ni se había dado cuenta de en qué momento se había acercado tan rápido, la tenía frente a él con su colgante en el pecho.

— Fani…— Al escuchar su nombre, su corazón dio un vuelco, pero seguía con la mirada perdida en el brazo que rodeaba el del joven.

— Te escucho… ¿Por fin nos vemos no? Estoy segura de que extrañaste a tu familia muchísimo…— Fani divagaba por no sacar toda la rabia acumulada desde que había muerto Lobo.

—Alexandra— Ximo movió su brazo y alcanzo con ambos a la pelirroja, pegándola a él, con la zurda acaricio, el colgante que debía estar en manos de su madre. — ¿Mi madre te lo ha dado para devolvérmelo?

—Chico listo…— Fani rodeo el cuerpo masculino y se perdió en el olor corporal inconfundible de la persona que quería. — Estoy cansada de luchar contra todo y todos, estoy cansada de perder lo que quiero…

La voz de la joven era un simple susurro mientras se escondía en su lugar seguro, Ximo Renovell era su lugar seguro y eso aún la asustaba más que la muerte.

— Tranquila, pequeña, ahora nada puede salir mal… Estoy seguro de que hiciste un caos mientras no estábamos juntos, pero ahora estás aquí.— Él no quería compromisos con nadie porque sabía que en cualquier momento podría morir.

— Lo que dure, pero sí… Tienes razón, ahora estás tú aquí, puedo relajarme un poco. — Fani se separó del abrazo y miro los ojos del chico.

Esos ojos, esos labios, la forma tan característica del corte de la barba y el corte de pelo que solía llevar, nada había cambiado, pero lo había echado de menos, él no solo era el amor de su vida, también era su mejor amigo, la persona que cuando más mal estuvo la sostuvo.

— Deja de mirarme así, vamos Edu y Freyja parecen muy ocupados discutiendo por culpa de la amiga de Alexandra, nunca recuerdo su nombre.— Ximo necesitaba quitarse aquella mirada intensa de encima, porque no sabía cuanto podría aguantar y no besarla delante de sus compañeros.

— Déjalos que discutan, estoy segura de que si fuera una discusión en la que Edu tuviera desventaja, Freyja dejaría de hacer tanto hincapié y por lo que puedo ver no está molesta.— Divisar aquella conversación de lejos los hizo reír con suavidad.

— Nosotros siempre discutíamos de esa manera…— Se quejó él, al ver como Edu gesticulaba con los brazos y Freyja se mantenía callada.

— Lo nuestro no eran discusiones, eran conversaciones en las que siempre me aclarabas que no querías estar conmigo, que yo tenía que aprender a diferenciar en nuestra relación, pero de hecho yo con mis demás amigos nunca me he besado ni he mantenido relaciones sexuales mi querido Ximo.— Fani le acaricio la mejilla con ternura y el chico viro los ojos por un instante.

Aunque lo intentara, ella siempre iba a ser un hueso duro de roer, porque aunque él sabía claro su postura no cambiaria, ella lo hacía ver de otra forma, como lo que era en realidad, pero Ximo no estaba listo para verlo de aquella forma.

— Siempre te he dicho que solo somos amigos y así será hasta que yo esté listo para una relación.—

—Así llevas más de dos años casi, ahora seguro es por esto… Por la vida que tienes de trabajar en el ejército, pero llegara un momento en el que no te quede más que admitir las cosas y quizás ese día yo no este.— No era una amenaza, simplemente llegaría un momento que en el que él se diera cuenta de lo que realmente eran ella quizás no estaría.

— Eso nunca va a pasar… Y si pasara es porque fui muy lento en mi decisión.—

—Seguramente no pase, porque nadie te va a amar tanto como yo en esta y en cualquier vida mi loco.— Hacía tiempo que no la escuchaba hablar así, de animada, pero en cuanto vio como se alejó de él pudo entender que ellos tenían una conexión de otro mundo en el cual no necesitaban decir al mundo que eran pareja, porque eran todo sin ser nada.

~~

— Freyja sabes perfectamente lo que yo siento y creo que me has escuchado, he sido claro con ella y contigo siempre, nosotros somos una pareja.— Freyja sonrió mientras veía a su amiga acercarse junto a Ximo.

—Dejemos el tema a nadie, le importa que una lagarta intente robarme al hombre y mejor que Fani no lo escuche porque entonces tendremos que sujetarla para que no la mate.— La morena hizo afán en terminar el tema en cuanto observo que la pelirroja estaba a tan solo dos pasos de ella.

— Lo entiendo, luego hablaremos nosotros en privado— Edu sentencio la conversación por el bien de la otra chica, ya que conocía a la perfección a Fani.

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