— Tenemos que traer a toda la gente que sea necesaria y se pueda salvar al bunker Fani... — La mirada de Freyja mostraba compasión por toda la gente posible, incluso de todos aquellos que en algún momento le habían causado algún mal.
— Lo primero que haremos será buscar a mi madre, no creo que el virus haya llegado hasta los diseminados pero si ha sido así, por lo menos tengo que cerciorarme de que ella está bien.— La voz de la pelirroja tembló en el momento que pensó en lo que podría haberle pasado a su madre.
— Preparemos la furgoneta y alguna que otra arma para defendernos— Freyja le palmeo el hombro mientras observaba a su amiga subirse al asiento de conductor.— ¿Vas a conducir tu?
— Tenemos que aprender a llevar esta mierda sobre la marcha, recuerda que tú y yo tenemos que encontrar a Edu— Freyja dejo las cosas en la parte trasera de la furgoneta y rezo en sus adentros cuando vio la forma tosca de conducir de su amiga.
Al llegar al camino de piedras que conectaba con el chalet de su madre pudo divisar la furgoneta de Patricio, parada en la misma puerta, con la puerta de copiloto abierta de par en par y un reguero de sangre que conducía al interior del chalet.
— No hagas ruido, si los alertamos será peor... — Freyja noto como Fani salía temblando pero con determinación, cogió la maza que había y le dio una leve vuelta entre sus dedos.
— Vamos, esto ahí que hacerlo rápido para que duela menos— Freyja no podía comprender por el momento que estaba pasando su amiga, el llegar a un lugar conocido y saber que quizás su pilar fundamental ya no estaba con vida.
Fani se acercó a la furgoneta y observo a Patricio convertido en zombie, tenía el cinturón puesto, la observó e intento atacarla, está clavo la maza repetidas veces en la cabeza del que antes era el padre de su padrastro.
— Descansa en paz...— Freyja se quedó anonadada por la frialdad que tuvo su amiga en quitarle la vida a aquel hombre.
— ¿ Estás bien?— Fani se giró al escucharla y negó al momento que salía corriendo al ver la puerta del chalet abierta.
— Mierda, mierda... — Susurro en voz baja mientras observaba como Agustín estaba devorando a uno de los cachorros de su madre y Coco intentaba abrir la puerta en la que estaban escondidos el resto de perros.
Freyja disparo al zombie que devoraba al cachorro ya muerto , Fani a pesar de saber que Coco estaba convertido ya en un perro zombie se adentro en el chalet seguida de Freyja.
— No lo intentes, no es tu perro ya, eres tú la que nos ha inculcado que no debemos olvidar que ellos ya no son nuestros seres queridos— Las palabras de Freyja entraban como puñales en Fani.
Coco se giro para observarlas, Fani tomo la pistola que tenía en su cintura y apunto al perro.
— ¡Freya que estás haciendo ven aquí!— Una bocanada de aire fresco entro en el cuerpo de Fani al escuchar a su madre gritarle a la perra.
Por encima del verjado interior se vio saltar a la american Stanford de su madre e interceptar a Coco en el aire mientras Fani disparaba a la cabeza de este.
La perra salto efusivamente sobre la joven mientras la puerta de la casa se abría y podía divisar a su madre junto a Draco, Hulk y Baloo, Raúl se encontraba detrás con cara de pocos amigos.
— Está viva...— Fani se dejó caer en el suelo, ocultando su rostro sobre sus piernas, pero Freya sabía perfectamente que estaba llorando e intento consolarla hasta que los brazos de su madre la cobijaron.
— Lo primero que me dijo Raúl cuando vio a Agustín atacar a su padre era que corriera y escondiera a los perros dentro, intentamos que todos entrarán pero Kiana no hizo caso y fue víctima de Agustín, Coco ya venía de esa forma de fuera del terreno.— Su madre hizo una pausa— Íbamos a estar encerrados hasta buscar un método para salir, nunca pensé que tú llegarías a venir y enfrentarte a todo esto.
— Tenía que intentar por lo menos saber si estabas bien—
— Siento incomodar y romper este momento tan bonito pero tenemos que llevaros al bunker y hacer algo también muy importante.— Freyja las interrumpió al ver cómo Raúl vaciaba la furgoneta de su padre y ponía a los perros a salvo.
— Deberías coger todo lo que sea útil, allí tienes luz y todo lo indispensable para vivir— Susurro Fani, sabía que ellos nunca tendrían una relación buena pero seguiría intentándolo.
— Ayudarme mejor a sacar a mi padre de ahí y darle una sepultura digna.— La pelirroja y la rubia asintieron mientras su madre limpiaba un poco la sangre de los asientos y se subía.
— Bueno ahora te toca conducir a ti la pequeña y yo llevaré la grande.— Una carcajada dejó escapar Fani mientras le lanzaba las llaves de la furgoneta a su amiga.
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