Capítulo XI

Cuando llegaron al bunker ambas dejaron los pocos víveres que habían tomado y le asignaron las habitaciones a los que venían con ellos.

— Estás muy tensa, tenemos que intentar comunicarnos con la cuadrilla de Edu, el esta herido— Freyja estaba desquiciada mientras Fani miraba a sus perros y los mimaba.

— ¿ Como se ha portado Africa?— Pregunto la pelirroja observando a su madre y a Bella.

— Ha estado pendiente de Lobo y Reiner todo el día, ha dormido la siesta con Oso y ha jugado a pillar con Reina.— Los caninos estaban cansados alrededor de la niña que dormía en un saco de dormir en el suelo.

— He traído a mi hermano, mi padre está aislado en la zona menos frecuentada, ya sabes cómo es...— Sobraban palabras, Mery sabía cómo era su ex marido.

— No te calientes la cabeza y despejate...— La voz de su madre sonaba tranquila.— Freyja te necesita.

Fani se giró y observo a su amiga que estaba rompiendo cosas por no poder ponerse en contacto con Edu, le quitó el walkie y hablo.

— Salvatore al aparato, esto es muy difícil... Responde, necesito escuchar tu voz y saber que estás bien, tanto tú como el idiota de Edu— Era la primera vez que ella demostraba debilidad ante algo o alguien.

“ Aquí Renovell, el comandante nos ha prohibido toda comunicación con vosotros hasta nuevo aviso, Edu se está recuperando, yo quisiera estar allí con mi familia... El comandante nos ha prohibido mantener lazos filiales con todos por nuestra integridad física, lo siento intentaré mandar algún que otro mensaje. Cuídate reina”

Freyja suspiro, sabía que Edu era duro de roer, pero lo que no esperaba era que no llegaría ningún mensaje.

( Varios meses después)

Freyja se encontraba fatigada mientras seguía el ritmo de su amiga, que lucía con una larga melena pelirroja desteñida.

— No corras tanto, Freddy ya te dijo que la dirección correcta era está, si sus padres están vivos te ganarás el corazón de tu querido militar claro si ambos están vivos.— Fani se giró y la miro burlesca.

— Eres un poco estúpida, no necesito el corazón de nadie para mantenerme viva, quiero salvar a todos los vivos posibles y evitar que la humanidad se vaya más a la mierda de lo que se ha ido.— Salto dio por encima de la puerta del chalet, abrió desde dentro y sonrió.

— Te has vuelto más ágil con el tiempo, yo estoy perdiendo ya la agilidad ...— Bromeó Freyja mientras ambas levantaban las manos al iré.

El padre de Ximo les apuntaba con una escopeta y la madre con un rifle de caza.

— ¿Que queréis ? ¿ Sois de ese grupo de malditos saqueadores?— Freyja negó.

— Pertenecemos a la facción de su hijo, Freddy nos indico cómo llegar aquí... Ximo no ha podido venir— Fani aparto la mirada mientras Freyja seguía hablando.— Mi compañera lleva las chapas de tu hijo como prueba.

Fani se las quito del cuello y se las ofreció a la mujer que no bajaba el arma.

— ¿ Mis hijos están vivos?— La pregunta casi ofendió a la pelirroja que quería pensar que el hermano mayor estaba aún luchando contra esas cosas en el centro del país.

— Si, ambos están bien... Su hijo Ximo está en una misión importante, pronto volverá es una promesa, Fani y yo lo traeremos de vuelta.— Freyja sonrió con sorna, quería ganarse a la mujer que parecía tener la voz cantante.

— No podemos dejar nuestra casa así por qué sí, hemos aguantado meses aquí con la esperanza de que nuestros hijos volvieran— La mujer volvió a hablar esta vez bajando el arma y adentrándose en el chalet. — Seguirme, no quiero que esas cosas se avalancen sobre la puerta y gastar munición a lo loco.

Ambas jóvenes siguieron al matrimonio hasta el interior, en el camino Fani observo varias fotografías de Ximo de pequeño y sonrió de medio lado.

— Que tierno se veía el cabron...— Susurro solo para que la escuchará Freyja.

— Cállate, su madre puede matarnos cuando quiera.— Fani se encogió de hombros y se quedó callada.

— Contarme, ¿en el búnker está mi hijo pequeño no?— Ambas asintieron, la mujer al notar la incomodidad de las armas las escondió.

— Si, allí se lleva una rutina de mantenimiento, ya sabes, algunos más experimentados buscan combustible para el generador del búnker y otros, en nuestro caso buscamos personas y víveres...— Freyja se explico mientras su amiga jugaba con sus dedos nerviosa.

Hacía mucho tiempo que no la veía comportarse de esa forma, se debería a la presencia de la familia de la persona de la cual estaba pillada, supuso para ella mientras volvía a la conversación.

— Tomar lo importante y no os preocupéis por lo que ocurra aquí, se cerrará a cal y canto para que ni los saqueadores puedan entrar, si no me cree vendremos nosotras a patrullar la zona, estoy segura de Fani lo hará gustosamente por tu hijo Ximo.— La pelirroja empezó a ponerse roja como un tómate.

— Si, yo soy bastante servicial— Quiso quitarle peso al asunto pero la madre no era tonta.

— Mientras no seas de esas locas que acosan a mi hijo — Fani se encogió de hombros, no iba a responder a esa pregunta, seguro más adelante le mostraría lo loca que podía estar.

Pero siempre en el buen sentido, pues nunca lo había acosado al grado de que el la quisiera lejos ya que siempre que el la alejaba ella nunca insistía.

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