Capítulo XII

Freyja tardo menos de lo normal en convencer al matrimonio de salir de allí de lo que esperaba, salían con sus armas y sujetando a sus mascotas.

— Si quisiera podría montar una guarderia de mascotas — Dijo Fani riendo mientras miraba a todos lados, el olor a fuego la alertó.— No salgáis, saqueadores.

Freyja dio un paso al frente y efectivamente varios hombres salieron armados.

— Mira Rasel, hoy tenemos carne fresca para esta noche, yo me quedo a la pelirroja.— Fani hizo el gesto de vomitar y se cruzó de brazos.

— Está noche lo único que llegará a tu base serán tus huesos si me pones un dedo encima.— La sonrisa maliciosa de su amiga hizo que Freyja riera.

— Demuéstrale a los padres del chico que te gusta que Harley Quinn es una loca de clase media. — Freyja la alentó mientras se ponía en guardia.

— Las gatitas quieren guerra, vamos a darsela.— El primer hombre, corpulento se lanzó contra Freyja.

Está lo esquivo, puñetazo en el estómago y luego otro en la mandíbula, lo desestabilizó y le pateo la cara dejándolo en el suelo, se quedó observando como Fani se deshacía de su contrincante.

— No es necesario matarlos, recuerda, si lo haces muy seguido perderás tu humanidad.— Freyja intento aplacar la sed de matanza de su amiga.

Pero fue imposible, juego de pies, se agachó con agilidad y quito el cuchillo de su cintura y lo clavo en el cuello del hombre, una ráfaga de disparos fue hacia ellas, la pelirroja se cubrió con el cuerpo del hombre y levantó arma ajena.

— ¡Escudo humano! Chúpate esa, 1000 puntos para Salvatore— Freyja se incorporo del suelo y sacó su Glock para ayudar a su amiga que avanzaba con el cuerpo inerte hacia delante.

— Estás loca, eres un peligro andante... —

— Ahí que divertirse en este mundo apocalíptico de mierda— Cuando estuvo en el sitio que quería, soltó el cuerpo y disparó en la cabeza al otro hombre.— Bueno pueden subirse al coche.

Una sonrisa triunfante mostró mientras el matrimonio no podía creerse lo loca que estaba y como había sobrevivido a eso.

— No la miren con esa cara, cuando volvió a ver a su hijo después de un tiempo lo tumbó mientras esté intentaba detenerla.— Fani miro a otro lado, Freyja a veces contaba cosas que no debía.

— ¿Puedo conducir tranquila o prefieres irte a Madrid solita ?— Freyja empezo a reírse.

— Volvamos a dejarlos a ellos y despidamonos de Africa, luego vamos donde quieras.— Freyja quería dejarle algo claro a su hija, irse sin avisar y sin planear antes de nada no era su estilo.— Acelera, Fani...

— No te preocupes que era algo que iba a hacer sin que me lo dijeras — El coche se revoluciono y empezó a correr dirección al bunker.

Una preocupada por su hija y la otra por sus perros.

“Aquí el búnker de Marines, saqueadores han destrozado el verjado y están atacando a la gente, el interior corre peligro. Hija si me oyes... Estoy con los perros y con Africa”

Freyja miro a Fani suplicándole que acelerase y Fani estaba ahogando al coche por la preocupación de que algo malo le pasará a su familia y a sus perros.

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