Juegos desafiantes

Adalyn estaba furiosa. Mientras estaba participando de una de sus clases en la universidad la muchacha pensaba y pensaba, ella era consciente de que muchas veces había hecho cosas un tanto imprudentes, pero no era para tanto.¿O si?. La joven no comprendía ¿Cómo se atrevía su padre a imponerle un guardaespaldas? No importaba cuántas veces le explicara que se sentía segura por sí misma, él insistía en que era necesario para su protección. Pero ella no estaba dispuesta a aceptarlo sin luchar.

Decidió que era hora de mostrarle a Azael, (su guardaespaldas, o "su niñera" como había decidido llamarlo solo para causarle molestias)que no sería fácil controlarla. Así que planeó un par de malas pasadas para hacerle la vida un poco más difícil.

La primera oportunidad llegó cuando su padre recibió la invitación para un evento benéfico, el hombre mandó a llamar a la joven...

-Papá- dijo ella al entrar al despacho, cerrando la puerta casi en las narices de Azael. 《Niña caprichosa》murmuró el joven sobandose la nariz-¿me necesitabas?

-Asi es, Adalyn- le dijo él con seriedad, mientras le extendía el sobre con la invitación a la gala benéfica.

-¿Esto que es?- preguntó la joven entrecerrando los ojos con cierto recelo.

-Yo no podré asisitir- explicó el hombre y ella sacando la tarjeta que se hallaba dentro del sobre alzó la mirada sin siquiera leer lo que tenía en sus manos.

-¡No!- espetó la muchacha con seriedad, su padre asintió con un movimiento de su cabeza-¡Por favor, papá!- dijo con un puchero la joven, el cual muchas veces le había funcionado para conseguir que su padre desistiera de algunas decisiones.

-Lo siento, Adalyn- dijo el hombre encogiéndose de hombros- Yo tengo que salir a un viaje de negocios muy importante por la tarde, la gala es mañana por la noche- le explicó su progenitor tratando de ser paciente con ella, para que la joven aceptara ir sin ser obligada- Van a entregar una mención honorífica a nombre de tu abuelo y debe haber alguien de la familia allí para recibirla.

-¡Pero papá!- se quejó la muchacha- Sabes que a mi no me gustan esas cosas, no quiero ser el centro de atención-

-《Ja, ja, ja,¡ menos mal que no te gusta!- pensaba Azael mientras oía aquella charla y recordaba la fiesta de donde la sacó, cuando la joven estaba ebría a causa de un concurso de bebidas》

-Entiendo, pero no hay opción, debes asistir en mi representación. Si no lo haces por mi hazlo por la memoria de tu abuelo- le pidió como último recurso, el hombre sabía que Adalyn había amado tanto a su abuelo que la sola mención de él servía para convencerla.

-¡Puf!- bufó la joven con resignación- Está bien, pero me lo debes- aclaró.

-Gracias, cariño- le dijo su padre con satisfacción tras haber conseguido lo que quería- Obviamente, Azael irá contigo ¿Tienes que ponerte para la gala?- indagó el hombre, y Adalyn al escuchar que el joven guardaespaldas la acompañaría sonrió con malicia.

-No, no tengo- afirmó ella, mintiendo porque de hecho en su armario tenía varias prendas de gala sin estrenar- Voy a tener que salir de compras- agregó, sopesando lo que haría para molestar a Azael.

-Bien, entonces sal con Azael y compra un buen vestido para mañana- sugirió su padre, y la actitud de Adalyn cambió. Su sonrisa se ensanchó y tras darle un beso en la mejilla a su progenitor salió del despacho de este encontrándose con la figura de Azael en la puerta.

-Vamos, barnepige- le dijo, el joven la observó con duda mientras buscaba en su memoria el significado de aquella palabra en idioma danés que acababa de salir de los labios de Adalyn.

Mientras caminaba tras la joven, Azael pensaba y re pensaba, se subieron ambos al automóvil y él puso rumbo al centro comercial. Adalyn iba con una enorme sonrisa en su rostro, pues se había dado cuenta de que Azael no encontraba aún el significado de aquella palabra. Una vez que llegaron, Adalyn se bajó y el joven guardaespaldas caminó detrás de ella, aún inmerso en la duda, pero sin dejar de prestarle atención a sus movimientos. Cuando la vio entrar a una de las tiendas exclusivas del lugar, y tras emitir un suspiro lleno de resignación entró tras ella al lugar. El joven no pudo evitar notar las miradas de las mujeres que estaban en el lugar.

-¡No se preocupen!- les dijo la joven a las féminas- Él es mi barnepige- comentó, luego se acercó al mostrador, le dijo a la joven empleada lo que necesitaba para luego meterse a uno de los probadores privados del lugar. Mientras aquellas mujeres la seguían mirando sin comprender, hasta que a una de ellas se le ocurrió buscar en su móvil el significado de aquella palabra, al hacerlo una sonrisa divertida se dibujó en su rostro y la joven le pasó su móvil a su amiga.

Azael las observaba con confusión, entonces decidió hacer algo que no debía , entrar en la mente de otras personas que no eran la que él debía proteger. Pero su curiosidad era mucho más fuerte, necesitaba saber que significado tenía aquella palabra.

-¡Demonio! - exclamó con enojo y luego se disculpó por la grosería- Lo siento, ¡Esa niña!...- murmuró al darse cuenta de que aquella palabra pronunciada por Adalyn significaba niñera.

Minutos más tarde, Adalyn salió del probador con un par de vestidos, la joven hizo el pago correspondiente, luego fueron a una zapateria donde nuevamente Azael fue el centro de atención y por último se dirigieron a una tienda de lencería.

-Lo siento pero ahí no voy a entrar- le dijo él- Te espero aquí- agregó quedándose de pie junto a la puerta del local. Adalyn sonrió, mientras en su cabeza se comenzaba a gestar una idea para molestarlo.

-Tengo entendido que debes estar conmigo siempre- le dijo la joven- Así que, deberás entrar- añadió con cara de inocencia y encogiéndose de hombros.

Azael, suspiró resignado y abrió la puerta de la tienda, entrando detrás de Adalyn. El interior estaba lleno de delicadas prendas de encaje y seda, con un aroma embriagador de perfumes sutiles.

Adalyn, tomando un conjunto de lencería provocativa.

-¿Qué te parece este, James? ¿No crees que sería perfecto para impresionar a alguien especial?- indagó la muchacha exponiendo ante él unas prendas bastante llamativas y reveladoras. Azael mirando a su alrededor, sintiéndose incómodo por la situación le dijo...

-No lo creo, deberíamos irnos...

-¿Qué le pasa a este?- murmuró la joven, notando la incomodidad de Azael- No creo que él...- dijo y continuó caminando, observando las prendas , mostrandoselas al muchacho quien tenía ganas de dejarla allí.

-¿No crees que deberías hacer esto con tu amiga?- le dijo de repente, cuando ella se hallaba dentro de uno de los probadores y le había hecho sostener algunos modelos de ropa interior que le habían gustado.

Adalyn, ignorando sus protestas, continuó paseando por la tienda, mostrándole diferentes conjuntos y preguntándole su opinión, mientras que el joven se sentía cada vez más avergonzado y deseaba estar en cualquier otro lugar, menos ahí. Cuando el rostro del joven estaba lo suficientemente rojo de vergüenza, la muchacha se sintió satisfecha.

-¡Listo!- exclamó con un gran sonrisa en su rostro, mientras le entregaba las bolsas con sus compras al joven.

-《 Niña, tonta- pensaba él- ya vas a ver que esta me las voy a cobrar》

Mientras Azael caminaba con Adalyn por la calle después del incidente en la tienda de lencería, su ángel amigo y compañero, se comunicó con él por telepatía.

-¡Oh, Azael, parece que te has metido en una situación bastante comprometedora en esa tienda de lencería! ¿Disfrutaste el espectáculo?- preguntó casi en una burla, Azael hizo una mueca de desagrado.

-No es momento para bromas- respondió Azael frunciendo el ceño- está niña puede ser bastante...

-¡Oh, vamos, Azael!- exclamó el ángel desde la lejanía - No puedes negar que fue divertido verte en esa situación. Pero tranquilo, conociéndote, estoy seguro de que encontrarás la manera de cobrartelo.

-De eso que no te quepa la menor duda- dijo el joven guardaespaldas, esbozando una sonrisa llena de picardía, la cual a Adalyn no le pasó desapercibida.

-Bueno, amigo- le dijo él ángel- te dejo que sigas disfrutando tú trabajo.

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