Capítulo 10

—¿Ya se fue? Parecías feliz de ver a esa mujer

—Si, nuestras charlas no son muy largas, además tenia cosas que hacer... sobre los soldados, deberíamos llevarlos al campamento principal para que se recuperen y luego reagrupar los ejércitos. Parece que hay varios demonios involucrados en esta guerra.

—Me parece buena idea, no sabemos nada del ejército del oeste y quizá estén como este

—Creo que es uno de los mejores, dudo que haya sido atacado, por ahora deberíamos volver y rearmar nuestros ataques, sera una guerra larga...

—Bien, vamos.

 Una vez que los soldados despertaron, aunque confundidos, emprendieron viaje, caminando, al campamento donde su emperador dirigía, para sorpresa de todos, el campamento estaba siendo atacado por bestias infernales que parecian leones enormes.

—Parece que esto es más grave de lo que pensé —dijo Ruby mientras Gerald sacó su espada y comenzó a abrirse paso entre las bestias matando algunas.

 Ruby avanzó rápidamente y recitó un conjuro que su madre le había enseñado para casos de emergencia o apuro, si bien podría derrotar a esas bestias del modo tradicional, eso llevaría tiempo y quizá algunas bajas así que recurrió a eso.

 Un sello de color carmesí apareció bajo cada una de las bestias y unas cadenas comenzaron a apretarlas hasta que todas murieron, entre esas bestias habían 2 crías, parecían leones bebés con pequeños cuernos y entonces fue cuando Ruby se dio cuenta de lo que había hecho, pero ya era tarde para deshacer todo.

—¡Las bestias murieron! —Gritó uno de los soldados en forma de festejo, mientras Ruby solo estaba en silencio, avanzó hasta uno de los guardias principales y sus ojos brillaron intensamente de enojo.

—¿Sabes lo que acabas de hacer? ¡¿Qué clase de soldado eres?! —Gritó y todos se mostraban confundidos, aquel joven , se mostraba asustado pero no entendía que es lo que molestaba tanto a la general.

—¿Qué sucede general? ¿Hizo algo mal? —Pregunta el capitán de la guardia mientras Gerald se acerca a ver la situación, ya que es extraño que la princesa grite enojada, siempre se muetra seria y calmada.

—Ven conmigo, imbécil —ordenó Ruby y con unas cadenas oscuras comenzó a arrastrarlo hasta su tienda, allí habían 3 crías de aquellas bestias de las cuales 2 estaban muertas. Todos se mostraban sorprendidos ¿Por qué estaban esas criaturas ahí? Ninguno de ellos atacaría un nido de esas bestias

—Son solo bestias general, no merecen vivir, no son personas —El joven no de mostraban para naadaa arrepentido, era hasta algo normal para él lo que había hecho.

—¿Y tú si? —Preguntó ella enojada. Por culpa de ese hombre, ella se había deshecho de 10 bestias, pero esas "bestias" no habían hecho nada malo, más que defender a su manada.

—¿Qué significa esto? Trajis! Deberíanrías para torturadas poniendo en riesgo a todo el campamento. General, maneja esta situación a tu antojo. —Luego de decir eso, el emperador se quedó a un lado sin decir nada más, solo esperando el castigo para ese joven.

—En una guerra se pierden muchas cosas, vidas, territorio, a veces se pierden hasta partes del cuerpo; pero ¡Jamás! deberían perderse los valores ¿Qué clase de soldado ataca crías indefensas? Y como estas bajo mi mando, mi decisión es que pagues con tu vida. —El soldado cayó de rodillas al suelo y pidió piedad en nombre de sus años de servicio, pero la decisión ya estaba tomada.

 Ruby salió de aquel lugar con un semblante serio y tomó a las 3 crías que aún estaban vivas para ir al bosque a caminar un rato. Se sentía tan culpable que no podía ni mirar a esas tiernas bestias, era la responsable de asesinar a su manada, los dos leones que estaban sanos se acercaron a Ruby, que tenía a su hermano herido en brazos y quisieron llevárselo, aún siendo tan pequeños querían proteger a los suyos. Ella sentía mucha empatia por las bestias del infierno porque sabe que tan fieles pueden ser, cuando era niña tenía una que parecía un gato y en un intento de asesinato a ella, su "mascota" dio su vida para salvarla.

—Lo siento mucho pequeños, les robe todo lo que tenían. —Ruby dejó caer una lágrima sobre el pequeño herido y puso su mano sobre sus cuernos para desprender una luz blanca que lo envolvió; el pequeño león se despertó y se acarició con Ruby, quien lo había salvado de la muerte.

—Pensar que una bestia te pone más sensible que una persona —dijo Gerald llegando hasta la princesa

—Ellos son inocentes... Y les quité todo en segundos.

—Estaban atacando el campamento

—Pero nosotros atacamos primero, solo se defendieron

—Lo sé, pero no debes sentirte culpable, solo defendiste a los tuyos, igual que ellos.

—¿Qué hago ahora con ellos? No sobrevivirán solos

—oí que son muy fieles a sus dueños ¿Por qué no los cuidas? Como un pago por lo de su manada

—¿Crees que no me odian?

—No creo que entiendan mucho de lo que pasó, además, salvaste a su hermano. —Gerald quería hacer sentir bien a Ruby, no le agradaba verla triste y nunca la había visto así, se sentía realmente culpable.

—Está bien, eso haré, los cuidare de todo peligro para pagar lo que les hice. —El emperador solo asintió y le dijo que debían volver para dejar en claro que estrategia usarán en contra de los demonios que hasta ahora saben que atacaron.

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